Un terreno raso y desabrigado era la plaza ubicada a cuatro cuadras de su casa. Cada vez que iba y venía no podía hacerse la idea de que ese lugar estuviera destinado a los juegos de los más chicos y a un sitio de esparcimiento para los más grandes. Finalmente, el vecino del barrio Los Pozos decidió poner todo su esfuerzo y realizar por su propia cuenta los trabajos para resignificar ese espacio verde.

Desde horas tempranas, Mario Lafuente sale de su hogar con herramientas y una carretilla rumbo a la plaza La Hermandad. Hizo algunos pedidos a particulares y lo ayudaron con varias especies, entre árboles y plantas. Pero le faltaría dónde tener una boca de agua. De cualquier manera, eso no le impide seguir poniendo manos a la obra en estos días.

“Desde hace 20 años que la plaza es un yermo desolado y tiene que ser dignificado. En el medio hubo algún intento para mejorarla, pero nadie se hacía cargo del mantenimiento. Queda un solo árbol que sobrevive. Desde julio del año pasado, que estoy plantando árboles para tener sombra y que vayan los chicos a jugar, entre ellos algunos de mis nietos”, destaca este locutor y vendedor. Enfrente, se está construyendo el Jardín de Infantes 910.