
No alcanza con explicaciones de tan bajo vuelo
La desprolija defensa de José Luis Espert desnudó el punto más frágil del Gobierno de Javier Milei. Hasta ahora, le guste a quien le guste, el Presidente llevó adelante un plan económico que tuvo éxito en el drástico descenso de la inflación, la estabilidad de precios, el superávit fiscal y la reducción de la pobreza. Sí, aunque todo se cuestiona, los números del INDEC son bien claros. A fin de cuentas, en el cargo continúa Marco Lavagna, el mismo que llegó con Alberto Fernández. Después, claro, habrá que discutir los salarios y la pérdida del poder adquisitivo producto de la quita de subsidios. La macro, en principio, está ordenada, muy a pesar de los vaivenes del mercado producto del avenimiento de las elecciones.
Ahora bien, el problema reviste en la falta de transparencia del candidato de La Libertad Avanza. ¿Por qué no salió rápido a aclarar la situación? Es cierto que lo corrió Juan Grabois, un adversario político de poca monta, más ruidoso que efectivo en los comicios.
También, que fue oportunista. Sin embargo, quedan preguntas. ¿Por qué esperó 36 horas para responder sobre el empresario que le giró 200 mil dólares? Siete veces se lo preguntaron en A24 y siete veces eludió la cuestión. Eligió la red social X para decir la verdad. ¿Toda la verdad? Primero, el pago provenía de “una planilla de excel” de dudosa procedencia. Hasta que apareció un registro del Bank of the America. Espert solo mencionó un viaje en avión. Hubo 5 en 2019, 36 en total.
¿Podía el diputado desconocer el supuesto vínculo de Machado con el narcotráfico? Es posible, pero excusarse de que se trataba de un “novato” de la política y que andaba “en una nube de pedos” no parece el mejor alegato. Mucho menos, cuando busca conquistar a un sector del electorado que tiene una alta vara republicana.
Milei se había distanciado de Espert cuando el economista decidió acordar su incorporación al extinto Juntos por el Cambio de la mano de Horacio Rodríguez Larreta.
Hizo “tábula rasa” y lo ungió como punta de lanza en un territorio hostil para los libertarios. El riesgo ahora es que le vuelva a fallar, pero en las urnas.