El precio de la carne subió fuerte, pero el consumo interno sigue en ascenso

El precio de la carne vacuna volvió a tomar impulso en las últimas semanas y registró un fuerte incremento en mostrador, un fenómeno habitual hacia fin de año, pero que esta vez se adelantó. La combinación de una oferta acotada de hacienda, dificultades climáticas y una demanda internacional firme empujó los valores tanto en el Mercado de Cañuelas como en las carnicerías de todo el país.

Aunque los aumentos no fueron uniformes, ya que varían según zona, punto de venta y tipo de corte, todos los actores de la cadena reconocen un salto significativo.

Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya) señalan que la suba acumulada desde septiembre y octubre ronda entre el 20% y 25%, lo que implica unos $3.000 más por corte, según estimó su presidente, Leonardo Rafael.

Según un relevamiento de la cámara, en las carnicerías de zona norte del conurbano, la milanesa de nalga se vende a $17.500, el asado a $14.500 y el lomo a $19.500. En zona oeste, el asado se ubica en $13.900, la nalga en $16.700 y el lomo en $19.950. En septiembre, estos mismos cortes valían $11.200, $13.800 y $15.700, respectivamente, lo que confirma el fuerte salto mensual.

Según el relevamiento mensual del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, los precios de los distintos cortes de carne vacuna han registrado una variación del 2,8% en octubre con respecto a septiembre, mientras que el incremento en los primeros 10 meses del año fue del 37,5%, muy por encima del 24% que dio el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.

Ahora, con esta fuerte suba, se prevé que el IPC esté por encima del 2,3% que tocó en octubre.

Cabe recordar que el aumento del valor de la carne vacuna en 2024 había sido apenas del 81%, muy por debajo de lo que había dado el IPC, del 117%, por lo que los analistas lo ven como una recuperación del valor del producto.

Para el consultor ganadero Víctor Tonelli, los precios responden directamente a la suba del ganado destinado al consumo interno: “Desde mediados de octubre, el consumo subió entre 12% y 14%. Se esperan nuevos ajustes de al menos 8% en noviembre. Es mucho para el consumidor, pero matarifes y carniceros no pueden seguir absorbiendo los aumentos”.

Tonelli anticipa que este movimiento se reflejará en el IPC de diciembre, donde la carne podría aportar un alza del 6% o 7%. Entre las causas, menciona las inundaciones, la falta de caminos rurales, la incertidumbre preelectoral y, sobre todo, la presión exportadora: “Hoy se paga más el novillo pesado que el liviano. Eso muestra que la exportación está con muy buenos negocios y valores”.

De todos modos, no prevé un diciembre explosivo: “En los campos hay pasto, comida y encierre, así que la oferta debería estabilizarse. Creo que la carne está tocando un techo”.

Sin embargo, proyecta un 2026 firme para los precios del ganado debido a la retención de vientres y la recomposición del stock, procesos que reducirán la oferta disponible.

Materia prima, por las nubes
El analista Ignacio Iriarte aporta otra dimensión clave sobre la dinámica de precios: en los últimos 12 meses, los valores de la hacienda treparon muy por encima y se acercan a los máximos históricos. El novillito en el Mercado de Cañuelas subió 73%, el novillo un 89%, la vaca gorda un 84% y la conserva buena un 62%. En paralelo, el ternero de invernada –categoría central para la reposición y para los feedlots– aumentó 75%, y el novillo Hilton, destinado a los mercados de mayor poder adquisitivo, se incrementó 80%.

Para Iriarte, estas variaciones muestran un mercado ganadero mucho más firme que la economía en general, donde la recomposición de precios relativos aún está en proceso y donde la carne busca alinearse con los valores de exportación.

Para Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (CICCRA), el problema central es la escasez de animales. La sequía primero y las inundaciones después dejaron 700.000 cabezas menos en el rodeo nacional.

Pero el golpe más fuerte lo sufre el eslabón productivo que abastece al consumo: faltan casi 500.000 terneros, justamente los que ingresan a feedlots y se convierten en novillitos livianos, el corte típico de carnicería. “Son los que están faltando en el mercado”, resumió.

Sigue en ascenso el consumo
Al respecto, desde CICCRA informaron que en octubre el consumo siguió subiendo pese al fuerte incremento del precio de la carne: la ingesta alcanzó los 49,1 kilos por habitante, lo que significa una mejora del 3,2% en la comparación interanual. Esto indica que el incremento fue de 1,5 kilos por habitante respecto a octubre de 2024.

Este cálculo realizado por CICCRA responde a tomar el total producido de carne en lo que va del año y descontarle las exportaciones. El remanente es lo que queda en el mercado interno y, por lo tanto, lo consumido por los argentinos.

La industria frigorífica produjo un total de 2,63 millones de toneladas de carne vacuna entre enero y octubre (volumen casi idéntico al del año pasado). Mientras que el volumen en las ventas al exterior registraron un retroceso de 10,2% interanual en el período analizado, al mercado interno se volcó un 4,4% más, alcanzando las 1,93 millones de toneladas.