Se prepara la nueva campaña agrícola con expectativas

Más allá de la sequía y sus consecuencias para la producción de los cultivos, el informe de la Aapresid es positivo. La zona que tiene mayor ventaja es el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires. Se esperan lluvias para los próximos días.

El Ciudadano Campo11/05/2023 Martín Millán
Foto Página 14
Si bien apuntarán a mantener el cereal en la rotación, el girasol se consolida como una alternativa.

En mayo se da el inicio de la nueva campaña agrícola mediante la siembra de los cultivos de invierno, entre ellos el trigo y la cebada. Y hay una gran pregunta en la cabeza de los productores y contratistas: ¿de qué dependerá su éxito? Sin lugar a dudas, el clima, el costo de los insumos y las semillas y los demás componentes de la logística que lleva hacer una buena producción.

Por su parte, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) efectuó un relevamiento en todo el país para evaluar cómo llegan los lotes a la siembra de cultivos invernales 2023/24 en las diferentes zonas productivas. En este contexto, según expresa el informe de la entidad agropecuaria, una de las zonas que sale con ventaja es el sudoeste de Buenos Aires. De acuerdo a lo estimado desde la Regional Bahía Blanca no sufrió el efecto de sequías extremas. 

Según las últimas mediciones de agua caída hasta mediados de marzo, el pluviómetro marcó entre 200 y 300 milímetros, que se ubica en los promedios habituales de la zona. De este modo calcularon que las condiciones para sembrar trigo y cebada serán normales y se mantendrán las proporciones históricas entre cultivos de invierno y verano.

Entre los datos más relevantes que expresaron desde Aapresid, para que la campaña tenga éxito es clave la nutrición de los cultivos de perfiles que arrancan cargados, atendiendo a la rotación, el manejo de malezas difíciles y la relación insumo/producto. 

Mayores contribuyentes 23

Por otra parte, se esperan rindes de 2.000 a 2.500 kilos por hectáreas en las zonas de menor aptitud y en planteos de alta tecnología con riego aspiran a 6.000 y 7.000 kilos por hectárea. 

Desde la Asociación, también emitieron el relevamiento sobre la región Oeste Medanoso, ubicada en La Pampa y el área delimitada por las localidades bonaerenses de Trenque Lauquen, América y Pehuajó. Si bien apuntarán a mantener al cereal en la rotación, el girasol se consolida como una alternativa de peso en aquellos ambientes donde no llegue el trigo. 

Con una estrategia ajustada de fertilización y ciclos largos sembrados a fines de mayo y principios de junio, en esa región calcularon rindes de 4.000 kilos por hectárea. Una de las alternativas para una nutrición eficiente radica en incorporar urea antes de la siembra y luego productos fosforados con la sembradora.   

Córdoba y Santa Fe

En el sudeste cordobés, los técnicos de la Regional Los Surgentes-Inrivlle coincidieron en que la recarga de los perfiles será decisiva: “Este año estamos saliendo de la campaña más seca dentro de los registros históricos de Marcos Juárez”. 

Bajo esta coyuntura, las lluvias que puedan acumularse durante mayo serán clave. Para decidir la siembra, el valor que toman los productores es de 160 milímetros, a dos metros de profundidad. Esto corresponde a casi el 50% de agua útil. 

Si en los rastrojos de maíz temprano llegan a acumular más agua, calcularon que la siembra de trigo debería alcanzar al menos el 33% del área.

Por último, en el centro y norte de Santa Fe, la apuesta productiva pasará por la dupla trigo/maíz de segunda. En esa región, si los perfiles se recargan, calcularon que crecerá la superficie sembrada de trigo y también adelantaron que es muy posible que el maíz de segunda sobre trigo reemplace al maíz de primera. 

Además, remarcaron que si bien el trigo va a recibir lotes muy enmalezados, también encontrará ambientes con muy buena nutrición, dado que el antecesor no hizo uso del fertilizante aplicado.

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