Juan Eiras: “La inflación condena a la ganadería”

El vicepresidente de la Cámara Argentina de Feedlot habló con El Ciudadano sobre las condiciones del sector en el arranque del año. La sobreoferta antes de la zafra ayudó, pero los vaivenes de la economía perjudican. Críticas del sector cárnico.

El Ciudadano Campo04/05/2023 Martín Millán
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El dirigente de la cámara feedlotera analiza la situación del sector en diálogo con El Ciudadano.

Los engordes a corral están cargados de hacienda por un adelantamiento de la salida del ternero. Ocurre producto de sequía y la incertidumbre de no poder tener animales en mejores condiciones de alimentación y buen estado corporal en los campos de cría.

La sobreoferta antes del inicio de la zafra brindó la posibilidad de comprar la hacienda a un precio más acomodado. Sin embargo, la pregunta es ¿a qué precio se venderá en unos meses esa hacienda gorda con destino de faena?

El Ciudadano dialogó con Juan Eiras, vicepresidente en Cámara Argentina de Feedlot, sobre cómo vienen trabajando desde enero a pesar del la sequía y el inicio de la zafra, ya que también hubo descartes en el campo.

“El año comenzó mal, como venía de la primavera, con precios muy deprimidos. Hasta que, por enero, la recomposición parcial de precio del gordo acomodó un poco los números muy castigados por la seca. Del periodo septiembre en adelante, hizo que hubiera que recurrir al encierre, tanto el propio como el de compra, de un montón de hacienda que no estaba prevista que ingrese para los meses de enero, febrero y marzo”, dice el empresario. 

-El ternero salió de los campos con menos kilos, ¿va a tardar más tiempo del habitual en ser engordado? ¿Y cuánto demoraría el feedlot con destino gordo para faena?
-Los destinos y los tiempos son un poco inciertos. Insisto en que hay mucho ternero y novillito, sobre todo macho, que puede volver a un destino pastoril a buscar agregado de kilos. Por este fenómeno, además de la incertidumbre desde lo político, electoral y económico, se prevé que por junio-julio la oferta de ternera liviana seguramente sea abundante.

-¿Cuáles serán los más buscados? 
-El novillito mediano, la vaquillona mediana, el novillito de supermercado y el novillo de exportación van a ser elementos muy buscados porque cuando disminuye la faena de vacas, cuya estacionalidad también se vio adelantada por la seca, las plantas grandes con faenas de más de mil cabezas diarias, claramente van a tener que aumentar su proporción de novillo y vaquillona pesada y va a ser muy difícil que lo encuentren.

Foto Página 7 abajoEl novillito mediano y la vaquillona serán muy buscados por la disiminución de la faena de vacas.

-Los números dicen que habría entre 600 y 800 mil terneros más que el año anterior para esta campaña, ¿Cómo será  la oferta de acá a unos meses? 
-En la zafra se comercializarán 7 u 8 millones de terneros, y seguramente que vamos a tener un encierre o una tasa de extracción que nos posibilitará alrededor de 450 mil a 500 mil animales livianos por mes. Es más fácil hablar de lo que va a salir que de lo que va a entrar. La zafra de este año se aproxima más a 14.300.000 cabezas, la próxima va a ser muy dura por la baja preñez. En la actual vamos a contar con esos 600 o 800 mil terneros más que el año anterior. 

Eiras enfatiza: “El adelantamiento, la necesidad de venta y el llenado de estos corrales más profesionales, deprimió valores. La demanda y la baja en el precio real del ternero de invernada tiene que ver con una salida abrupta y con esos mega remates que se han acumulado en el último mes y medio. Pero fundamentalmente también, con una demanda donde el invernador pastoril está casi ausente por la seca, el feedlotero más profesionalizado se llenó y el resto del zafrero, que aprovechaba la oferta alta del ternero de otoño para comprar y hacer uno o dos ciclos, se encuentra sin la materia prima. Y eso sucede, en realidad, porque son productores que vienen de la agricultura, entonces el esquema es muy complejo y más difícil poder determinar el comportamiento de precios”.

-¿Cómo está el precio o la relación compra-venta contra salida del feedlot? ¿Hay alguna diferencia? ¿Se pudo hacer algún margen? ¿Se pudo comprar más barato respecto de la gran oferta que hay disponible? ¿Y cómo están los precios de los insumos? 
-La relación de compraventa del ternero fue muy buena, es muy buena todavía. Hay que ir unos 13 o 14 años hacia atrás para encontrar una relación que parecida a hoy. Con un kilo gordo comprás unos 10 a 15 kilos de invernada. En ese sentido, hubo una recomposición de stock en kilos después de la fuerte pérdida que se vivió el año anterior, cuando la ecuación era absolutamente inversa. En la alimentación, todo hace pensar de que va de la mano del dólar oficial. Ya lo veníamos diciendo y yo lo venía planteando, el dólar oficial es el que marca, en definitiva, la tendencia y va fijando los valores, acompañados también por la inflación mensual que desgraciadamente es altísima. Condena a la ganadería en su conjunto porque no tiene la capacidad de respuesta, ni posibilidad de remarcar a fin de mes un 7, 7% como sucedió estos días con la inflación de marzo que se conoció en marzo.

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-¿Qué análisis hace sobre este punto en particular?
-Nunca le va bien al ganadero con inflaciones altas, pero la realidad es que hasta acá los insumos principales mantienen la tendencia del dólar oficial, que es un poco más conservadora en su actualización. Y también, la menor abundancia de jugadores hace que algunos de sus productos estén con un precio más influenciado a veces por la inflación y la logística. El costo de flete, por el aumento propio, es intrínseco del producto.

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