El Gobierno eliminó el peso mínimo para la faena que se había fijado hace 18 años
La normativa, que se lanzó en 2007 y tuvo cambios en 2010 y 2019, establecía límites para los ganaderos. A partir del 1° de enero, será a libre criterio de los productores. Cómo impacta en el consumo interno. Opinan los especialistas consultados por El Ciudadano.
La normativa original, lanzada en diciembre de 2007, establecía pesos mínimos para las categorías de novillitos y vaquillonas, además de sanciones por faenar terneros y mamones con pesos inferiores a los exigidos.
En 2010 se fijaron límites más específicos (99 kilos por media res y 165 kilos de peso de res con hueso). En 2019 se ajustaron nuevamente los valores discriminándolos por sexo: 165 kilos para machos y 140 para hembras.
Las medidas, que se establecieron durante los gobiernos kirchneristas, fueron desreguladas. Mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial, la administración de Javier Milei revocó la resolución promulgada 18 años atrás, que perseguía el objetivo de que los animales alcanzaran un mayor peso antes de ser enviados a los frigoríficos, pero nunca logró el impacto esperado en dos décadas.
Para la actual gestión, considera innecesaria esta normativa, ya que los productores cuentan con el conocimiento, la experiencia y las herramientas suficientes para decidir cuándo faenar con criterios productivos, comerciales y sanitarios propios.
En ese sentido, El Ciudadano dialogó con Alejandro Morrone, productor ganadero y propietario del Feedlot La Ángela en Cacharí. Y dio su punto de vista respecto a la eliminación del peso mínimo de faena.
“Lo que tenemos que hacer es generar una mayor cantidad de kilos. Costó mucho llevar a los animales a un kilaje alto y a que se acostumbre el carnicero y Doña Rosa (sic) a tener una vaquillona de 100 kilos, o un novillito cuya media res que pese entre 95 a 100 kilos”, dijo el productor azuleño.
“Antes querían el ternerito mamón de 60 o 50 kilos. Y es un error, no estoy de acuerdo”, comentó el feedlotero. Y reflexionó sobre las formas de engorde que había en otra época: “No nos olvidemos que en la época del terreno bolita (N. de R.: ternero recién destetado de 220/240 kilos que temporadas de mucho pasto se terminaban de engordar al pie de la vaca), no existían los feedlots. Es más, recién arrancaban, por eso se largaban con bajo peso a la faena”.
Morrone también habló sobre lo que pide el mercado: “Hoy no hay problemas en tener un animal de 90 o 100 kilos, hay clientes que, en la ganchera o en la calle, ya no quieren animales tan chiquititos. Antes, cuando cargaba una jaula, era de 50 animales; 35 livianos, 10 medianos y 5 pesados. Sin embargo, ahora es 25 o 30 medianos y 5 9 10 pesados”.
Más allá de los cuestionamientos que pueda tener la medida, los resultados se verían recién el año entrante. Sobre todo durante la zafra, dado que este año el grueso ya se liquidó.
Implementación de la nueva norma
La eliminación de estas regulaciones entrará en vigencia el 1° de enero de 2026. Hasta entonces, los procedimientos administrativos iniciados y las infracciones previas seguirán su curso bajo las normas vigentes.
El Gobierno también señaló que la experiencia internacional demuestra que los países sin este tipo de restricciones alcanzaron mejores resultados, logrando mayores pesos promedio en la faena sin necesidad de imposiciones estatales.
Según Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), la decisión tomada es algo apresurada. “Esto arranca en enero de 2026, pero con el stock ganadero y con los kilos de faena tan bajos, no se explica porqué se apuraron. Aunque va en línea con lo que el Gobierno dice, que el productor pueda hacer lo que quiera con sus animales, con su producción, podríamos haber esperado un poquito más. De todos modos, no es descabellado”.
Pedace también se refirió a la administración de Alberto Fernández y sus medidas intervencionistas: “Con los otros gobiernos, poniéndole trabas a los productores para poder exportar, para poder vender sus animales y acceder al dólar, seguimos con un stock ganadero bajo. Esta liberación, posiblemente, sea mucho más eficaz que todo lo que hicieron los anteriores gobiernos. Ahora depende del productor de ponerle más kilos a cada carcasa para poder tener un poco más de carne”.
Respecto de la posible repercusión en el precio del consumo interno, el dirigente fue más cauto en elaborar alguna opinión concreta, ya que el inicio de la quita de restricción de kilaje comenzará el año que viene. “En algún momento, si falta algo de carne, se van a matar animales más livianos. Eso evitaría que suba el precio. Pero eso puede derivar en un faltante de carne”, finalizó.
A todas luces, aun es apresurado intentar dilucidar lo que se pueda venir en este nuevo escenario, ya que ahora quedará en manos del productor la decisión de enviar (o no) animales muy livianos a faena. De cualquier modo, no se deberían perder de vista por parte de los ganaderos, regular una posible disminución del stock. Especialmente, de las hembras, ya que son las madres jóvenes la que aplican en el volumen más alto de matanza con destino al mostrador de la carnicería o la góndola del supermercado.
Te puede interesar
Advertencia del campo al Gobierno: “Se van a quedar secos hasta noviembre”
Entidades rurales y productores alzan la voz para que se mantenga la baja temporaria de las retenciones. En el sector aseguran que se frenará la liquidación, que batió récord en el primer semestre del año. ¿Habrá marcha atrás? No está en los planes de Javier Milei.
Diego Ponti, el "outsider" de la ganadería: “Los salarios son el principal cliente de la ganadería argentina y dimos vuelta la página”
El licencado, responsable del área en la Consultora AZ Group, habló con El Ciudadano sobre los cambios que hubo en el mercado gracias a un contexto inflacionario a la baja. “Cuando el productor vendía el animal terminado, ya había un salto de precios. Ahora, es oferta y demanda”, dice.
Habrá recortes en el INTA y el Senasa con un ahorro estimado de 2 mil millones de dólares anuales
Federico Sturzenegger, a cargo de la cartera, confirmó la reestructuración. “Generaron burocracia excesiva y gastos innecesarios”, disparó. Se prescindieron de 47 mil empleados de la administración pública. Límites para la ANMAT.
El Ciudadano Campo: uno de cada cuatro dólares del campo está en el exterior o debajo del colchón
La agroindustria, una de las cajas de ingresos más importantes de nuestro país, no confía en los canales formales. Se calcula que 330 millones de dólares están fuera del sistema. El Gobierno nacional flexibiliza los controles de ARCA. Informe de IDESA.