Se debilita el peso promedio de la media res

El Ciudadano Campo 30 de junio de 2023 Por Martín Millán
De acuerdo al informe que elaboró el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), la hacienda liviana lidera el ránking y puede haber escasez de carne en el segundo semestre del año. La salida anticipada de cámara es un problema.
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La media res pesará menos. Si bien se faenaron más animales que el año pasado, hay menos kilos de carne.

Según el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), uno de los componentes negativos que está dejando la sequía que asoló al agro argentino se traduce en un incremento en el sacrificio de categorías de hacienda liviana.

Con el paso de los meses empezó a trasladarse a novillitos y vaquillonas. De este modo, el peso de faena fue de 225 kilos en mayo, 10 menos que a fines de 2022. Muy a pesar de que los vientres continuaron con una alta presencia en las plantas faenadoras, liderando el ránking.

El Rosgan elaboró un informe que indica que este movimiento de hacienda se traduce en un menor peso de las reses que salen de los frigoríficos. 

En mayo, sin ir más lejos, se faenaron unas 1.280.000 cabezas, un 10% más en comparación al mes previo.

De esta cifra, 292 mil corresponden a vacas. Si se toma en cuenta el mismo período del año pasado, estamos hablando de unos 230 mil animales más.

Por otra parte, a medida finaliza el primer semestre de 2023, “va a comenzar a menguar paulatinamente esta mayor salida de vacas, por lo que se observa un crecimiento en novillitos y vaquillonas livianas”, comentaron desde la entidad.

Los datos de faena muestran unos 542.000 novillitos y 326.000 vaquillonas, que reflejan subas interanuales del 13% y del 17% respectivamente, con un crecimiento sostenido de este diferencial en los últimos cuatro meses. 

Más hacienda liviana 

Los especialistas del Rosgan también remarcaron  que la cantidad de novillitos y vaquillonas faenadas en mayo -868.353 cabezas- es la más alta de los últimos 20 años, para ese mes. 

Por cuestiones de estacionalidad, estas categorías comienzan a aparecer con más fuerza a partir del segundo semestre, sobre todo al inicio de la primavera. En esa parte del año, empiezan a volcar con más fuerza estas categorías al mercado. 

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Cabe señalar que este año, por las mismas causas que generó el clima, los feedlots comenzaron a completarse anticipadamente, recibiendo mucha de esa hacienda liviana que no podían seguir reteniendo los campos.

En junio, alertaron los engordadores a corral, comenzó una salida importante de los establecimientos de engorde, que seguramente van a afectar al valor de la hacienda en pie con destino de faena y que por la gran cantidad que va a salir a la venta, seguramente se va a producir un cuello de botella importante en un futuro inmediato. Así lo reflejó Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa de Carnes, en diálogo con El Ciudadano.

Respecto de otros años, en los corrales de engorde ha ingresado mucha hacienda, en general más liviana.

Esta situación comenzó se verse en los pesos medios de los animales que se fueron inclinando a la faena.

Con relación a un 2022, el peso de faena comenzó a repuntar notoriamente ubicándose en los 236 kilos. La sequía que no le dio tregua al productor, lo que generó en el peso promedio un descenso brusco, por lo que el promedio de la res en gancho durante mayo fue de 225 kilos, casi siete kilos menos que en el mismo mes del año pasado.

El Rosgan estimó en su reciente informe: “Desde entonces a la fecha, el peso medio por res faenada ha menguado en más de 10 kilos, limitando la producción de carne. A pesar de las elevadas tasas de faena que se están registrando y pensando en el invierno que ya dejó sus primeros anticipos con las temperaturas bajas y heladas del fin del otoño, es posible que este nivel de encierre se sostenga por los próximos meses.

No obstante, los mismos datos oficiales muestran que el fuerte ritmo de llenado ha comenzado a desacelerarse”.

El análisis que hacen  tanto especialistas como vendedores y compradores para el futuro inmediato, teniendo en cuenta  el alto nivel de faena de hacienda liviana anticipada, es la posible escasez de las mismas cuando el grueso de esa categoría termine de descomprimirse y cueste encontrarse con ella en los meses que –por lógica medida-, debería concretarse, de agosto a septiembre, está claro.

Para los rosarinos, esta situación “probablemente sea uno de los primeros indicios de la escasez relativa de carne que estaremos viendo en el mercado, a mediados del segundo semestre del año”.

Seguramente, observando el panorama, los operadores del mercado y el abasto y la industria van a a tener que abastecerse en cámara anticipadamente para poder afrontar con una amplia espalda, el faltante que se produzca. Además, claro, de una segura repercusión en los valores que también se verían reflejados por la falta de oferta.

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