Para el bombero y comandante General Rodolfo Vandolino su presencia en Cañuelas para llevar adelante la intervención es “pedida por la comisión directiva a partir de desavenencias entre ellos y el cuerpo activo. Y cuando se habla de intervención se piensa en lo peor. Cuando es algo que en la gran mayoría favorece a las instituciones. Se apunta a un ordenamiento general, en lugares donde confluyen costumbres arraigadas, con una pérdida del sistema verticalista, por lo que se debe tener en claro la voz de orden. Hasta ahora no encontramos obstáculos para hacer lo que se debe hacer”, consideró ante este semanario.

Día por medio llega el jefe oriundo de Tigre que estaciona su camioneta desde el 26 de agosto en calles San Martín y Mitre, con otros jefes regionales.

–¿Con qué cosas se encontró? 

–Hay costumbres arraigadas desde la imagen personal, el respeto al otro. Se hacía lo que parecía hacer. Tenemos que trabajar para brindar un buen servicio a la comunidad, mejorar la imagen exterior, en una institución de 75 años, por lo que hay que ordenar adentro, establecer un liderazgo. Hay gente buena, predispuesta, que quería un cambio y encontrar un rumbo. Puede haber algún grupo que lo quiera manejar a su manera, pero eso es lo que hay que conducir y hacia un solo camino. No venimos a imponer, es establecer un orden, como lo establece la Federación de la Provincia, con sus 11 reglamentos del compendio bomberil. Hay que subirse al barco de los reglamentos, es una de mis frases.

–¿Por cuánto tiempo es la intervención? 

–Lo que demande el reacomodamiento. Estamos trabajando ahora en los legajos, en ver las jerarquías con su escalafón. Conocer las fechas de ingreso, qué estudios tienen. Hay un desorden, hay un conflicto, pero nada que nos lleva a algo mayor. Hay que manejarse con las cosas claras.

–¿Revisan los equipos, las unidades? 

–Hay un relevamiento en el cuartel central y los destacamentos de Petión y Udaondo. Hay materiales, hay equipos, puede que falte algo, que estén en condiciones, pero no es que falten autobombas, equipos, nos queda un tiempo todavía pera reordenar. Se debe empezar ya con la capacitación del personal y ver el nivel de capacitación que tienen. Y se debe estar acorde del crecimiento de la ciudad y por consecuencia la demanda operativa. Este cuartel desde el 2011 viene con falta de ordenamiento, se perdió el escalafón jerárquico, lo cual es una gran pérdida para el cuerpo activo. Hay que trabajar mucho.

–¿El cuartel está a la altura para este distrito? 

–No lo sé todavía. Hay que ver mucho aún. No hay que buscar un culpable. Somos todos culpables, como no haber venido antes, bomberos que perdieron el rumbo, otros que creyeron que a su a su manera se manejaban. Hay que encontrar soluciones y al alcance.

–¿Pueden efectuarse sanciones? 

–Puede haberlas si surge. No hemos visto la necesidad por ahora. La intervención toma las medidas necesarias. Venimos a ordenar la entidad con la gente que está, por un camino y con un destino. Si hay piedras, hay que correrlas. Nada más que eso.

–¿Defensa Civil de la Provincia de qué forma participa? 

–Ellos determinaron la intervención de Cañuelas y tenemos que rendir cuentas ante la Dirección de lo que estamos haciendo. Se designa un interventor y para ello estoy formando un equipo con jefes de Mercedes, Belgrano, Marco Paz, Villa Moll como sistemas federativos, los que aportan al ordenamiento del sistema bomberil.

–Por la separación de bomberos de Cañuelas con el Destacamento de Petión, ¿se va a seguir adelante? 

–Dividir no es el mejor camino. Y si depende mí, Petión y Udaondo serán parte de Cañuelas, pero atendidos como corresponde, con equipos y preparación. Son parte, no son un anexo. No voy a ser juez de nadie, quizás alguien tenía otras intenciones, pero no es lo que corresponde.

–¿Se reunieron las partes con el anterior jefe y la Comisión directiva, donde había tantas diferencias últimamente? 

–No he tenido a nadie que me diga una cosa buena o mala de la CD, lo que puedo decir que hemos tenido un diálogo fluido con la comisión directiva, tengo en claros sus roles, y el mayor de los respetos. Lo que pasó antes lo desconozco.

–¿Y el jefe Hernán Ortiz que renunció era el único para conducir bomberos? 

-No lo conozco en profundidad, no he tenido un diálogo extenso, no nos cruzamos mucho por razones laborales. El jefe Interino cuando llegué era Rubén Ponce, con quien tengo una relación buena. No encontré gente que complique la situación.

–¿Van a regularizar la situación de los cuarteleros de Petión y de Cañuelas, que no todos están registrados laboralmente? 

–No está dentro de mis posibilidades. Es un tema administrativo, no es competencia de la intervención. Y creo que es una información que desconozco. No es un tema que se agota en el de dinero, sino de capacidad y de de-sempeño de las tareas. No hay que ser un despreocupado ni un ingeniero para ser cuartelero. 

–La falta de VTV especiales y de seguros de las unidades, ¿se aclararán? 

–El primer día hicimos las consultas y los camiones están asegurados. Se chequeó con las pólizas, por las VTV se está trabajando de terminar con la documentación. Estamos trabajando.

–Sobre los ingresos y egresos que se perciben en bomberos de Cañuelas ¿ustedes harán algo? 

–Es difícil, no tengo acceso a lo contable. Lo nuestro es una intervención operativa.

Quién es Rodolfo Vandolino 

Rodolfo Vandolino participó de una intervención declarada por Defensa Civil en Exaltación de la Cruz y ahora le toca la segunda en Cañuelas. Es jefe de Bomberos de Tigre hace 16 años. Ingresó a Bomberos de Tigre en 1977; hace 6 años que es director Regional de Operaciones de Región Norte y a fines del año pasado fue ascendido a comandante General. De 56 años, divorciado, con tres hijas, un nieto, simpatizante de Boca, fue jugador de futbol hasta sus 40 años y con la camiseta de 10.  

Leandro Barni - [email protected]