El nuevo Centro de Desarrollo Infantil de Cañuelas: el futuro que se construye desde la infancia

Cuenta con tres salas maternales, lactario, cocina y patio. El evento inaugural fue encabezado por la intendenta Marisa Fassi y el gobernador Axel Kicillof, y es un símbolo del fuerte compromiso local con la niñez. Y se firmó un convenio para la creación de 65 becas.

Interés general03/09/2024 Jonatan Pedernera
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Marisa Fassi junto a Axel Kicillof, en la inauguración del CDI del barrio San Ignacio. A su lado, Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Provincia.

Cañuelas vivió un día histórico -hace una semana- con la inauguración del primer Centro de Desarrollo Infantil (CDI) en el barrio San Ignacio. Cuenta con tres salas maternales, lactario, cocina y patio para brindar atención integral en materia de educación, estimulación temprana y cuestiones alimenticias a niños de entre 45 días y 4 años.

La intendenta Marisa Fassi –junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof– encabezó el evento que marcó un antes y un después en la política local de atención a la primera infancia. Este centro no solo es un nuevo edificio en el mapa de la ciudad, sino un símbolo de un compromiso más profundo: el de construir un futuro mejor desde las raíces, desde la niñez.

El nuevo CDI es más que un espacio físico; es un espacio de oportunidades. En una sociedad donde la desigualdad comienza a gestarse desde los primeros años de vida, la estimulación temprana se convierte en un recurso indispensable.

Los estudios son claros: invertir en la primera infancia es una de las formas más efectivas de reducir la pobreza y mejorar la equidad. Cada peso invertido en estos centros se traduce en múltiples beneficios a largo plazo: mejores resultados académicos, mayor inserción laboral, y una sociedad más justa y equitativa.

El recorrido de Fassi y Kicillof por las instalaciones del CDI no fue solo un acto protocolar. Fue la demostración de que la política puede y debe estar al servicio de quienes más lo necesitan. La creación de este centro es un ejemplo de cómo, cuando las prioridades están claras, las obras se concretan. Es un ejemplo de que, cuando se gobierna con sensibilidad social, los discursos se transforman en acciones.

Durante el acto se llevó a cabo la firma de un convenio entre el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el municipio de Cañuelas para la creación de 65 becas destinadas a tres Unidades de Desarrollo Infantil.

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El CDI cuenta con 3 salas maternales, lactario, cocina y patio para atender a niños de entre 45 días y 4 años. Invertir en la primera infancia reduce la pobreza.

Obras que transforman

Esta inauguración se suma a una serie de logros que demuestran un claro compromiso con la comunidad educativa y, por ende, con el futuro de Cañuelas. La apertura del edificio del Jardín 919, que estuvo paralizado durante años por la gestión anterior, es otro testimonio de que cuando hay voluntad política, se encuentran soluciones. Lo mismo ocurre con la construcción del nuevo edificio del Jardín de Infantes 910 en el barrio Los Pozos y la reinauguración del edificio de la Escuela primaria y secundaria de Villa Adriana.

Estas obras no solo son ladrillos y cemento; son sueños materializados, son respuestas a las necesidades de una comunidad que durante mucho tiempo sintió que sus demandas no eran escuchadas. Y recientemente, con la inauguración del Jardín Maternal Municipal Arcángel San Gabriel en el barrio de Los Pozos, se refuerza este compromiso con la educación desde los primeros años de vida.

Sin embargo, existen obras de vital importancia que aún están paralizadas, como la construcción del edificio de la Escuela 11 de Máximo Paz, que depende de la cooperación entre Nación, Provincia y Municipio, es crucial para la comunidad. Su demora no solo es una mancha en la gestión actual, sino una deuda con las familias y los docentes que día a día luchan por una educación digna.

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El Camino a seguir
Es cierto que se han dado pasos importantes, pero Cañuelas necesita más inversiones como las que han permitido la inauguración del CDI y los nuevos edificios escolares. Necesita que el compromiso con la educación, la infancia y el desarrollo social siga siendo una prioridad, porque en estos pilares se construye un futuro sostenible y equitativo.

Es esperanzador ver que, a pesar de los desafíos, hay una voluntad política de transformar la realidad de nuestra ciudad. Sin embargo, la transformación no será completa hasta que todas las obras, especialmente las más urgentes, sean finalizadas. Nuestra comunidad merece ver concretados estos proyectos, porque en ellos está el futuro de nuestros hijos y vecinos, de todos los que soñamos con un Cañuelas mejor.

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