Turismo Por: Leandro Barni20/07/2025

La Feria Rural ‘Del Campo al Consumidor’ volvió a vestirse de fiesta con música y sabores

Celebrada el segundo domingo de cada mes, entre marzo y noviembre, cumplió 23 años. “Somos un mercado, casi una familia”, es el lema de los productores y artesanos. La comida y el baile folclórico están asegurados.

Carlos Aguirre antes de una clase de folclore abierta junto a productores locales. Se destacó la presencia artística de Eduardo Yubek, Agrupación Colibrí, Daniel Argañaraz y Raíz Ancestral.

El predio de la Sociedad Rural de Cañuelas volvió a vestirse de fiesta para recibir una nueva edición de la Feria Rural ‘Del Campo al Consumidor’, un evento que ya se ha consolidado como parte de la identidad local. 

Ubicada en el kilómetro 65,200 de la Ruta  205, la feria reunió desde las 11 de la mañana a más de un centenar de productores, emprendedores, artesanos y artistas, en una jornada que combinó tradición, cultura y desarrollo económico.

La iniciativa, organizada entre el municipio de Cañuelas, la Sociedad Rural y los propios productores, se ha convertido en un verdadero símbolo de la comunidad. Nacida en mayo de 2002, esta feria surgió como respuesta a la necesidad de generar oportunidades comerciales para pequeños y medianos productores del ámbito rural. Desde entonces, salvo por la pandemia en 2020, no ha dejado de realizarse cada segundo domingo de mes entre marzo y noviembre, bajo un lema que resume su espíritu: “Somos un mercado, casi una familia”.

La edición del pasado fin de semana tuvo una convocatoria destacada, con más de 100 expositores que ofrecieron desde alimentos caseros y artículos de granja hasta artesanías, textiles y objetos de diseño. A esto se sumaron propuestas gastronómicas y un sector de juegos para chicos, conformando un paseo atractivo tanto para vecinos como para turistas de la región.

El aspecto cultural también ocupó un lugar, y para ello el escenario principal contó con la presencia de artistas como Eduardo Yubek, la Agrupación Colibrí, Daniel Argañaraz y Raíz Ancestral. Además, el profesor Carlos Aguirre ofreció una clase abierta de folclore, invitando al público a bailar y reforzar el carácter participativo del encuentro.

La feria no solo dinamiza la economía local, sino que representa un motor de identidad de los cañuelenses.

 “Con lluvia o con sol, venimos porque acá compartimos mucho más que productos: compartimos vida. Los vínculos que se generan son lo que nos sostiene”, dijo una productora.

Desde la Sociedad Rural, en tanto, reafirmaron su compromiso con la continuidad y el fortalecimiento del lugar: “Seguimos trabajando en mejorar la infraestructura del predio, en revalorizar figuras históricas como la del toro Tarquino, y en fomentar el vínculo entre el campo y la comunidad a través de la capacitación y la interacción directa”.

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