El millonario negocio detrás del robo de caballos

Cañuelas es una tentación para los cuatreros, que buscan llegar a los animales más cotizados. Algunos son vendidos para jugar al polo. Otros terminan como milanesas o hamburguesas. El Comando Rural está alerta. Investigación exclusiva de El Ciudadano.

Policiales21/04/2023 Jonatan Pedernera
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El comando rural recuperó tres caballos que fueron robados en los campos de la ruta 6.

Los bandidos rurales y los gauchos cuatreros forman parte del gen argentino desde el comienzo de la historia de la patria. Y Cañuelas, uno de los lugares elegidos para la crianza de caballos y donde se levantan los mejores clubes de polo del mundo, no está ajeno a esta problemática. Es más, es uno de los epicentros para el delito de esta índole en la provincia.

Los primeros baqueanos de los caminos rurales del distrito aseguran que las bandas que saquean las estancias no son exclusivamente del partido. La mayoría coincide en que los grupos armados que se dedican al robo de animales provienen de La Matanza, Virrey del Pino, Pontevedra, San Vicente y Marcos Paz. Y teniendo en cuenta el reporte de las últimas denuncias y los allanamientos por parte de la Policía Rural, los vecinos están en lo cierto.

Hace un mes, el CPR local logró dar con tres caballos que fueron robados por la ruta 6, según informó el oficial principal, interino del comando rural, Ramiro Pereyra. Y acá también coinciden todas las autoridades de la zona: las denuncias apuntan a delincuentes de esa parte del conurbano bonaerense.

Lo que llama la atención es el modus operandi de los ladrones, ya que en muchos casos atacan terrenos que son inaccesibles. Hay dos tips que mantienen los ‘chorros de campo’: salir con luna llena, para estar iluminados en el medio del monte, y atacar los días de lluvia, ya que los patrulleros generalmente no pueden acceder a algunos caminos de barro. Eso sí, el móvil puede ser un caballo mismo, a pie, o una moderna camioneta 4x4.

Acapulco

En las últimas denuncias, los principales accesos elegidos para los golpes fueron los caminos de tierra que van a Las Heras (donde se han sucedido varios delitos) y los senderos de la Ruta 6, en ambos sentidos, hacia La Plata y a Marcos Paz.

Los cuatreros van respondiendo a una misma generación y heredan el oficio. En el caso de Cañuelas, los descendientes van marcando el camino, muchas veces con galgos al lado, y van dejando sus huellas (piedras, palos y marcas). En muchos de los casos, crean lazos con familias estancieras y recaban información para dar los golpes en el momento adecuado. Si en el escenario surge algún imprevisto, el escruche a casas funciona como Plan B. Al igual que el robo de vacas, chanchos y gallinas.

Los saqueos pueden ser al voleo, pero en general, son pedidos. Como por ejemplo, los caballos de polo, que son utilizados para las carreras de sortija. Después, los ‘comunes’ van para el ‘carro’, que generalmente se usan para trabajar y son llevados al conurbano. Cuando los sustraen y llegan lastimados los usan en frigoríficos. “Se hacen muchas milanesas de potro y hamburguesas. Hay muchos encargos para ese tipo, cuando están muy maltratados los animales van al tacho”, cuenta un paisano. Y para apoyar el dato revelador del vecino, hace unos días el Comando de Patrulla de La Plata clausuró un frigorífico clandestino de caballos que operaba desde hace décadas. “Hay muchas familias que han hecho un imperio a costa de sacar los animales del otro. Viven de eso, se la pasan estudiando y así crían a sus familias. Lo toman como un trabajo”, agrega otro coterráneo.

Foto Página 14 abajo otraLa Policía, en plena acción, en el medio de un camino rural.

Precios millonarios

¿Cuánto vale un animal en el mercado negro? Hace poco la Policía santafesina, en conjunto con las patrullas rurales de Córdoba, lograron recuperar tres caballos que se habían robado en Río Cuarto y aparecieron en la provincia lindante, en el departamento de Villa Cañas. Uno de esos equinos, utilizado para saltos, está valuado en 3 millones de pesos. Se cree que una yegua criolla vale alrededor de un millón de pesos y los caballos criollos se consiguen por 500 mil pesos de manera ilegal, al igual que las potrancas que son traficadas para los paseos y exposiciones rurales. A la vez, un potro sortijero vale cerca de $100.000.

Obviamente, en estos ejemplos no existen los papeles pertinentes que pide cada organismo de control y la Policía. En la actualidad, se exige el DUE (Documento Unico Equino). Todos los caballos tienen que estar chipeados por un veterinario y los efectivos policiales deben contar con la lectora, que es entregada por SENASA. Este procedimiento se da en muy pocos lugares de la provincia de Buenos Aires y en algunos pueblos alejados todavía se manejan como hace siglos, con las marcas de fuego para cada animal.

Respecto a cómo se le da pelea a este problema, el comando rural de prevención de Cañuelas charló con El Ciudadano y el oficial Pereyra tomó la palabra sobre las distintos mecanismos de prevención: “Este flagelo se combate como todo delito, con una óptima prevención y control. Para lograrlo es necesario un análisis del territorio y diagramación de zonas, teniendo en cuenta para ello la superficie y accesos del lugar, de modo tal de poder lograr un patrullaje proactivo en la región”.

Además, destacó que “una correcta distribución de los recursos humanos y logísticos es de vital importancia para efectivizar una óptima prevención. Desde mi designación interina al frente de esta dependencia he trabajado en sectorizar la zona rural y distribuir el personal y móviles a modo de cuadrículas, siempre con el objetivo de prevenir los delitos en todas sus modalidades, fortaleciendo el control e identificación de transeúntes”.

Los oficiales inculcan dar aviso ante cualquier movimiento extraño en la zona: “Se recomienda siempre comunicar dar alerta inmediatamente de la presencia de personas o vehículos ajenos a la zona, comunicándose con el 02226-15483673 o al 911, precisando de la mejor manera la ubicación”.

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