Estrés térmico: un factor que altera el sistema de producción ganadera y se torna cada vez más preocupante

El Ciudadano Campo 31 de diciembre de 2021 Por Martín Millán
La hacienda sufre el cambio climático, los regímenes de lluvias muy cambiantes y las altas temperaturas que llegaron con una primavera corta complican. La palabra de Juan José Couderc, experto en nutrición animal.
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Las vacas sufren el calor de un verano que tiene un inicio agobiante, pero se está manejando con inteligencia.

Los primeros calores en el final de la primavera y el inicio del verano se notaron muy fuertes y puso en estado de alerta a los productores de ganado vacuno. Si bien es algo con lo que vienen lidiando todos los veranos, no deja de ser un punto de máxima atención en la agenda de trabajo con los animales en el campo, ya que la hacienda sufre los embates del clima, las precipitaciones que en el año que se mostraron muy  cambiantes y los calores anticipados con primaveras cortas y veranos muy duros hacen que la pelea contra el estrés térmico sea una gran preocupación, pero con manejo inteligente.

El Ciudadano Campo dialogó con el especialista en nutrición animal, Juan José Couderc, sobre el estado actual y el estrés térmico que ya están viviendo los animales. “Lo que hoy estamos viviendo es una situación muy particular, la medición del Indice de Temperatura y Humedad (ITH), más los nuevos indicadores como el viento y la radiación, son otros parámetros más y que hacen más completo el análisis pormenorizado de la situación”, dijo Couderc. Y agregó: “Hoy todos los que estamos atrás del día a día del estado de la hacienda seguimos en detalle el índice de carga calórica acumulada que elaboran y comparten los especialistas y profesionales del Conicet, es  algo que todos aprovechamos para monitorear mejor lo que va ocurriendo”.

En particular, comentó el especialista que lo que se ve es un alto ITH durante el día, con la particularidad que refresca a la noche, lo cual no lo hace tan complicado todo. Pese a que ya se ven reportes de alto estrés calórico graves y mortandades leves, básicamente con que refresque a la noche el animal descuenta mucho calor y con eso consiguen aliviar el estrés calórico del día.

Medidas preventivas
Por otra parte, el trabajo en esta materia también se concentra en un manejo inteligente de la situación y como todo lo que tiene que ver con la salud animal o humana, la prevención es fundamental. “Ya estamos aplicando los tratamientos preventivos, como estar atentos todo el tiempo del agua de bebida y aplicar productos anti estrés en la comida, lo que no se resume solo en verano sino que durante el año también, en particular éste que fue más seco que otros”, contó Couderc.

Durante el año no se manifestaron mayores complicaciones con el barro, al igual que lo que va de este verano –por ahora–, caliente y seco, por lo cual tampoco se generó tanto barro en superficie y dio un mejor margen de trabajo más allá que lo complicado es que los golpes de calor están siendo excesivamente calientes.

“La primavera fue tardía, no entregó días lindos y de golpe se vinieron días de 35 o 37 grados como una cosa habitual, con golpes de calor muy fuertes durante el día. Recién parecería que se va a normalizar el tema de las precipitaciones por lo que el tiempo se estabilizaría hacia lo neutro, lo que nos da un poquito más de ventaja”, aseguró el especialista en nutrición animal.

Altos costos de feedlots
El problema que la mayoría de los especialistas y productores ganaderos están visualizando actualmente en medio de todos estos calores típicos de la temporada es la faltante de pasturas. Algunos lograron hacer algo de reservas, la realidad es que se produjo un cuello de botella con la producción de pasturas, incluso algunas de ellas tienen muy poco valor nutritivo y lo está empezando a sentir la vaca con el ternero al píe. 

“La escasez de pasto, por el año que tuvimos, con muy poca calidad en el forraje que también debería ser parte de las reservas para los meses siguientes de 2022, dio una poca producción de rollos”, advirtió Couderc.

A estas alturas ya son varios los feedlots que han decidido que la sombra no es una solución por los costos de instalación y mantenimiento. Por eso se está tratando de apuntar a tratamientos a través de la alimentación de los animales. Con la vaca de cría es diferente, ya que tiene otro tipo de recursos para evitar el calor, como lugares donde corre más viento o donde encuentra más sombra.


LA MIRADA DE LOS ESPECIALISTAS

Consejos para manejar los calores en el tambo

Con el inicio del verano y el adelantamiento de los primeros calores a finales de esta primavera, se ponen en movimiento los trabajos de protección anti estrés calórico en los tambos. Los especialistas de producción-animal.com.ar elaboraron algunas consideraciones a tener en cuenta ante el estrés calórico en el tambo:

-La vaca debe mantener su temperatura corporal dentro de un intervalo muy acotado, independientemente de la cantidad de calor que ella misma genere y de las condiciones ambientales. 

-Estado de estrés. Ante un aumento de la temperatura ambiente, la vaca trata inicialmente de incrementar la eliminación de calor por vasodilatación subcutánea y evaporación de agua a nivel respiratorio.

-A partir de una cierta temperatura ambiente, la vaca no podrá mantener más su homeostasis y se considera que el animal ingresó a un estado de estrés calórico. A la temperatura ambiente en la que se produce esta situación, se la denomina temperatura crítica superior.

-Los mecanismos de regulación se adquieren progresivamente con la edad. Por lo tanto, los terneros y animales jóvenes son mucho más sensibles que los adultos.

-En vacas de alta producción, la temperatura crítica superior es más baja que en vacas de menor potencial. Las que más producen generan más calor interno explicado por un mayor consumo de alimentos.

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