Con el fin de un año, obviamente, llega uno nuevo, lleno de esperanzas, ganas, emprendimientos, posibilidades, desafíos y aprendizajes. 

Normalmente deseamos el desenlace de este período de 365 días como si con él se quemaran las hojas de un libro que ya no queremos leer para empezar uno nuevo. Quizá un cambio de mirada estaría bueno, también, como una experiencia renovada y un estreno para este 2022.

Pasar de un año a otro con nuestras enseñanzas, conscientes de eso que no queremos repetir, felices por los logros,  anhelando conseguir como continuación de este 2021 lo que quedó pendiente, Ese podría ser el paradigma para 2022. Los cortes sólo deben ser rotundos para lo que realmente queremos erradicar de nuestra vida: penas y sufrimientos, viejas e insanas costumbres, situaciones que sabemos nos lastiman pero, aun así, las repetimos una y otra vez. 

Como dice la frase que acompaña este artículo y fue pergeñada por Theodore Roosevelt, vigésimo sexto presidente de EE.UU. y primer norteamericano en ganar un premio Nobel de la Paz, “cree que puedes y estás a mitad de camino”.

En ese sentido, entonces, hay que pensar en propuestas para deshacernos de todo lo que no nos sirve y creer que es posible, ya sea emocional o lo que nos ate sentimentalmente a alguien a través de ese objeto. Limpieza, profunda y sin lamentos, ¡a tirar todo!

Afuera de nuestra vida, de nuestra casa, creamos un nuevo ambiente, una nueva etapa. Ropa, regalos, recuerdos, cartas, peluches... ¿Por qué no? Fotos sin miedo, a la basura, y afuera rápido, ¡nada de arrepentirse! Ese peso que nos quitamos de los hombros. Van a ver cómo se sienten mejor después de tomar esta decisión.

Claro que, después de esto, tenemos la limpieza del hogar. Y aunque nos cansa, le ponemos la música que más nos gusta y nos ponga pilas, y a limpiar con alegría. Tratemos de tomarlo, al menos por este día, como lo que más nos gusta hacer, lo que más nos hace felices. No se olviden que estamos impregnando esa energía en la casa, nuestro pequeño universo, el que nos refugia todo el año. Es nuestro espacio libre de todo y donde escapamos muchas veces como el refugio más reconfortante del mundo.

Podemos usar las fragancias más frescas y llenas de energía positiva y de alta vibración que hay. Naranja, mandarina y en los pisos y puertas con esencia de limón. Al terminar podemos encender unas ramas de canela y cascaras de naranja seca, o sea, las que pelamos y dejamos al sol, hasta que no están húmedas. Son ideales.

Ahora, a los tradicionales ritos de fin de año, ¡las prendas de ropa interior!

Para un 2022 lleno de alegría y abundancia económica, usar un calzón amarillo puede ser un buen augurio. Pero si tus anhelos están puestos en encontrar pareja y atraer el amor, podés usar uno de color rojo. Para  que tu vida esté marcada por la paz y la armonía, usa ropa interior blanca. Y si deseas que esté lleno de esperanza, salud, calma, protección y juventud, inclínate por el verde.

Ropa blanca, dorada, nueva o todo junto
Usar ropa blanca para recibir el Año Nuevo es una tradición originaria de Brasil que, de a poco, se fue instalando en varias naciones. Se cree que este color atrae nuevas energías y buena salud.

Por otro lado, hay quienes prefieren estrenar ropa como un amuleto para una renovación positiva y abundancia material para el año que llega, Y están los que  se deciden por la ropa indumentaria dorada, o con un detalle en ese color, como sinónimo de abundancia. Aunque, desde mi punto de vista, el dorado siempre fue la conexión con el padre y la sabiduría, pero de todas formas es algo muy positivo y si son ambos conceptos, ¡mejor!

Uvas o pasas
 Simbolizan tus deseos y proyectos para cada uno de los meses del año que está por comenzar. Debes poner 12 uvas en una copa y comerlas de a una, pidiendo un deseo a la vez. Exactamente igual para las pasas de uva, pero -al menos yo- las pongo en hilera.

Y, por último: repetí en voz alta, o mentalmente, la frase “VOY A SER FELIZ ESTE AÑO”, justo a la medianoche, cuando todos chocamos las copas y nos saludamos en la mesa familiar.

Les deseamos una muy feliz noche vieja y... ¡un feliz y próspero Año Nuevo! Que todas las familias de Cañuelas  tengan paz, salud y trabajo. Es nuestro mayor deseo desde El Ciudadano, que reine la paz y nos encuentre unidos trabajando para una mejor y próspera ciudad y el mundo entero. Pero, sobre todo, en nuestra hermosa Argentina, nuestra casa.

(*) Maestra de Reiki Usui, Karuna y Kundalini.
Gemoterapeuta y armonizadora. Especialista en magnetoterapia. Terapeuta péndulo hebreo.