Por el camino del arte para generar otra conciencia más nueva y con la desmanicomialización, tal como lo señala la ley de 2010 que establece que no deberán existir más los manicomios y ser reemplazados por otros tipos de dispositivos, como áreas de salud mental en hospitales generales y espacios comunitarios, para conocer algo de ello y sus efectos terapéuticos, y cómo se piensa en relación a las instituciones, desde el Hospital Dardo Rocha se llevó el conversatorio ‘Arte y Salud mental. Relaciones posibles e imposibles entre dos campos que se contaminan mutuamente’, a través de la plataforma Zoom, donde participaron las psicólogas Andrea Arcajo, Juliana Colangelo y Sofía Lavalle, con la artista Gladys Mondino, bajo la coordinación del director del hospital Guillermo Sperr.  
La artista Gladys Mondino, quien trabaja también con gente con discapacidad y tiene unos seis años en el Dardo Rocha, dijo durante la mencionada jornada que “el arte no discrimina nunca. Con distintas vertientes, todos se pueden expresar. Y de chico tenemos incorporado que el arte da alegría y expresión. Eso nos hace importante. Pude ver en el hospital cómo pintaban los usuarios desde un centímetro, hasta llegar a hacer un agujero en la hoja, a pintar toda la hoja. También bailaban sin escuchar. Entonces me digo qué poderoso es el arte”. 
La psicóloga Lavalle focalizó su exposición en que “hay necesidades de comunicarse, a veces, sin palabras, de la forma que sea. Hay posibilidades en algunos desde un gesto y otros con un movimiento. Por eso es importante las terapias creativas. Como decía una psicóloga, pensar en un poder alegre, poder hacer con otros en la diferencia. Es necesario incluir dispositivos de arte en salud mental y discapacidad. También otra profesional menciona hablar de las prácticas del buen vivir y las artes colectivos”.  
“Suele haber un mal uso de arte en el hospital, como entretenimiento y expropiación del lugar que padecen. Con esto el Frente de Artistas del Borda tiene una posición disidente. Ellos propugnan –destacó la licenciada en psicología Juliana Colangelo– un arte como herramienta y visibilización. Es común que los cuerpos dentro de estos hospitales estén rígidos. Desde que coordino el taller de Mimo en el Borda, veo que en la salud mental se olvida del cuerpo y es entonces que el Frente promueve el arte como espacio colectivo de transformación social. Así que se construye un relato o una obra. Lo más potente son las obras colectivas que salen en teatro o festivales. Entonces se transforman las personas y el imaginario social sobre la locura y el padecimiento. Además, de visibilizar, se denuncia; así funciona como transformación subjetiva, ética, política, corporal y de los deseos. Y si es terapéutico, mucho mejor”. 
Andrea Arcajo, también psicóloga, recordó que “cuando entré al Dardo Rocha me encontré con personas que no hablaban, que les costaba los movimientos. Se empezó a buscar herramientas para saber qué poder hacer. Hubo dibujos, bailes, música, juego y descubrir particularidades de los chicos. Luego vino el teatro, al que incorporamos al personal del hospital, mientras que los chicos adoptan cosas y son positivas. Apuesto a poder divertirse, reir, en lugares que a veces no se encuentran como tampoco desde el padecimiento”.  
Luego Mondino contó que los usuarios fueron recibidos primero por ella en el Instituto Cultural Cañuelas y luego cuando fue a trabajar al hospital. “En el Instituto trabajamos con murales y tratamos de comunicarnos con los colores y dibujos desde lo individual, pero también lo colectivo. Las políticas culturales en Cañuelas nos abrieron al Dardo. Y el arte es siempre hacer, participando, apropiando u observando”.  
Durante el mes pasado, con motivo del Mes de la Salud Mental, un equipo del Dardo Rocha estuvo con usuarios en la plaza San Martín exhibiendo pinturas y hablando con la gente que pasaba por el lugar.  Sobre esa actividad, Arcajo dijo que “puedan contar los usuarios con la gente fue gratificante”. Ante ello Sofía comentó: “Aún desde lo incierto, lo triste, hay algo que hiciste y que se salió de ese pensamiento de ‘nada se puede cambiar’ o, ‘lo que hay que hacer’. El arte nos ayuda a todos para ir más allá y buscar algo diferente”.    
El director del Dardo Rocha, Sperr, contó que “es común darle una actividad artística a alguien con un padecimiento mental o discapacidad porque supone que no puede hacer otra cosa. Y como si no tuviera un poder o fuera algo aséptico. Debemos trabajar desde los hospitales, a través del arte, impactar en las personas cómo piensan la salud mental con las diferencias de las personas que están encerradas, condenadas desde lo social y que a veces se ubican en un lugar que no le respeten los derechos mínimos que les corresponden. Pensar el arte desde lo terapéutico para que se sientan mejor y el arte como transformador del individuo y de lo que piensa la sociedad”.  
“¿Cómo desmanicomializar desde el arte y la sociedad se replanteé, para acompañar o asistir o vincularme con la salud mental y la discapacidad?”, fue la pregunta fundamental para Sperr. 
Además, se destacó que por primera vez el hospital uribeño cuenta con la Vivienda Asistida, con la cual se busca formar parte de una política de cambio frente a las problemáticas de la salud mental. Se trata de una casa cercana del Dardo Rocha, donde hay cinco usuarios, los que siguen contando con tratamiento. De esa manera deben apropiarse de los modos de vivir por fuera de una institución de salud, logrando cambiar hábitos cotidianos y hasta adquiriendo cuestiones básicas de cuidado personal.  Y para finalizar con el Mes de la Salud Mental, un grupo de usuario con Mondino realizaron un mural en la parada principal de colectivos de Uribelarrea. 

Leandro Barni – [email protected]