Comenzó el juicio al kinesiólogo acusado de abusos sexuales en Cañuelas: piden cinco años de prisión e inhabilitación perpetua

La fiscal María Alejandra Huergo solicitó para Matías Blanco una condena efectiva, detención inmediata y que no pueda ejercer por el resto de su vida. Está imputado por tres casos cometidos contra pacientes en su consultorio céntrico de la ciudad.

Interés general30/10/2025El CiudadanoEl Ciudadano
protesta
Vecinos, feministas y víctimas realizaron hace 4 años una manifestación frente al consultorio de Blanco.

El juicio oral contra el kinesiólogo Matías Blanco, acusado de abusar sexualmente de tres pacientes en su consultorio de Cañuelas, ingresó en su etapa final.  La fiscal de juicio María Alejandra Huergo pidió una pena de cinco años de prisión, detención inmediata e inhabilitación perpetua para ejercer la profesión.

La fiscal consideró acreditado que el acusado tocó los senos y rozó los glúteos de las víctimas con su miembro erecto, en forma “libidinosa y claramente sexualizada”, dentro del reducido gabinete del centro kinesiológico ubicado en la calle Rivadavia al 883. Según Huergo, los hechos configuran un modus operandi que se repitió en las tres ocasiones denunciadas.

Como atenuante, reconoció que Blanco no posee antecedentes y fue descripto como “macanudo, simpático y buen profesional”. Pero remarcó como agravantes la extensión del daño psicológico de las víctimas —que aún perdura— y el contexto de vulnerabilidad en el que ocurrieron los hechos: un espacio cerrado en el que las pacientes confiaban plenamente en el profesional.

“Cuando uno va a un médico o a un kinesiólogo, uno confía, y esa es la base de estos abusos, porque llevó a las víctimas a un estado de indefensión en el que no podían distinguir cuándo había un contacto propio de la actividad y cuándo un aprovechamiento”, sostuvo Huergo. Y agregó: “Aquí se da el caso de ‘te cuido, pero te daño’. Uno puede defenderse de un agresor externo, pero cuando el chacal está adentro, es muy difícil”.

La fiscal destacó especialmente el rol de la primera denunciante, una docente de Educación Sexual Integral (ESI), quien se animó a exponer el caso “sabiendo que era su palabra contra la de Blanco, y que debía enfrentarse a todo Cañuelas”. Según relató Huergo, cuando esa denuncia se hizo pública, las otras dos víctimas —N. B. y J. L. M.— comprendieron que también habían sido abusadas.

“Los abusos nunca sucedían en las primeras sesiones —explicó la fiscal—. Blanco generaba un clima de confianza que luego aprovechaba para manipular a las pacientes, que no podían poner los límites que en otro contexto hubieran puesto. A la perversidad se sumaba el cinismo: hacía chistes cuando las mujeres se retiraban del consultorio”.

En su alegato, Huergo señaló incluso un patrón temporal entre los episodios: “Inmediatamente después del abuso de S. D. vino el de J. L. M. Ese día hubo una sexualización exacerbada que Blanco no pudo contener. Hay un continuum de excitación sexual que comenzó con una paciente y siguió con la otra”.

La fiscal desestimó los testimonios de las más de veinte pacientes presentadas por la defensa que afirmaron no haber sufrido ninguna situación inapropiada: “Los chacales no abusan de todos. Eligen a sus víctimas. Que hayan traído cincuenta pacientes sin denuncias no invalida la existencia de los abusos”.

En otro tramo, sostuvo que las consecuencias emocionales siguen vigentes: “Todas tienen el dolor actualizado, el impacto en su autoestima y en su sexualidad”. Huergo recordó que las peritos psicólogas —la oficial Iriart y la de parte Bermann— coincidieron en que los relatos son consistentes y no presentan indicios de fabulación. “La perito de la defensa no firmó en disidencia”, subrayó.

La representante del Ministerio Público también cuestionó la actitud del imputado durante las pericias: “Cuando fue entrevistado, Blanco estaba más preocupado por mostrar su éxito profesional que por la gravedad de los hechos denunciados”.

Finalmente, se preguntó: “¿Para qué harían denuncias falsas? ¿Para salir en los diarios, exponer su intimidad? Hay tres mujeres de edades distintas, que no se conocen, que cuatro años después siguen pidiendo justicia. Una de ellas se fue a España escapando del dolor. ¿Qué ganarían inventando todo esto? Las víctimas no ganan nada”.

El abogado querellante Mariano Pazo, representante de la víctima J. G. M. —hoy de 23 años y residente en España—, también pidió la pena máxima prevista por el Código Penal y la inhabilitación perpetua. Señaló como agravantes la edad de la joven al momento de los hechos (18 años), la condición de profesional de la salud del imputado, la multiplicidad de casos y la persistencia del daño. “Mi asistida aún no puede tratar sus dolores lumbares por el pánico que le generan los kinesiólogos”, explicó.

Pazo refutó los argumentos de la defensa basados en la supuesta normalidad de las víctimas tras las sesiones: “No hay un patrón de reacción ante un abuso. Las víctimas reaccionan cuando pueden, como pueden, como les sale”. Y cerró con una frase dirigida al imputado: “Que diga que tiene la agenda de pacientes llena hasta hoy no significa que tenga la ficha limpia”.

Durante la jornada, Blanco volvió a declarar. Negó los hechos y aseguró que “nunca” tocó zonas íntimas de ninguna paciente. “Jamás estuve solo con ellas; los boxes son contiguos y se escucha todo”, insistió. Para explicar sus maniobras de trabajo, se paró detrás de su abogado —a quien usó como voluntario— y recreó los movimientos típicos del tratamiento, ante lo cual la fiscal ironizó: “Le va a tener que descontar esto de sus honorarios: está recibiendo una sesión de kinesiología gratis”.

El caso tuvo una fuerte repercusión en Cañuelas desde que se conocieron las primeras denuncias. Vecinos, organizaciones feministas y algunas de las víctimas realizaron una manifestación frente al consultorio de Blanco, en mayo de 2021, reclamando justicia y contención para las mujeres afectadas. Durante esa protesta se colocó un buzón para recibir denuncias anónimas sobre posibles conductas similares del profesional, que buscaba animar a otras personas a contar lo que habían vivido.

Este jueves 30 habló la defensa. Si el tribunal considera probada la responsabilidad penal, Blanco podría recibir cinco años de prisión efectiva y la inhabilitación perpetua para ejercer la kinesiología.

Te puede interesar
vas2

Danza, historia y emoción vasca en Cañuelas

Leandro Barni
Interés general29/10/2025

El Centro Vasco Denak Bat recibió la visita del reconocido dantzari e investigador Oier Araolaza, acompañado por Ainhoa Larrañaga, ambos integrantes del prestigioso Argia Dantza Taldea de Donostia. Con una clínica y conferencia bailada, reunieron a más de medio centenar de personas.

Lo más visto