La pandemia sigue pegando duro a los remiseros y transportistas escolares

Salud - COVID-19 14 de noviembre de 2020 Por El Ciudadano
Las actividades no tienen un auxilio de asistencia. Ya hay quien vende el vehículo para liberarse de costos fijos y pensar en otra actividad. En La Plata hay transportistas acampando frente a la gobernación y el jueves cortaron la Autopista Buenos Aires-La Plata.
combi escolar
Foto ilustrativa.

Desatada la pandemia el transporte público fue puesto en una situación de crisis. Y aunque algunos rubros pudieron empezar a recaudar, lograr llegar a lo que hacían antes del aislamiento social obligatorio está lejos de eso. Sin préstamos, sin subsidios, es un grave momento para los transportistas escolares y remiseros.
Frente a la suspensión de clases presenciales desde marzo, los transportistas de chicos sufrieron una total paralización.
Gastón Aguirre, un trabajador del sector escolar del transporte, con catorce años de actividad, le dijo a este medio que “no pude y no puedo trabajar”. ‘‘Llevaba y traía chicos del Departamento de Aplicación y del Santa María, en los dos turnos’’.
“Además de no poder llevar a los escolares tampoco pude hacer algún viaje con pescadores o jóvenes a bailar como tenía. Todo el transporte de personas se paró”, contó el vecino Aguirre, de 48 años.
El hombre también dijo no calificó como para recibir la asistencia económica IFE por ser monotributista. Pero de igual modo aclaró que no podría, ya que es un agente municipal.
En Cañuelas habría alrededor más de 30 transportes escolares.
Y sobre la posibilidad de llevar empleados a las fábricas expresó que la cantidad de empresas no alcanzan para tantos transportistas en el partido.
Sin una ayuda del Estado, ni poder seguir esperando recibir un auxilio para que el transporte público vuelva a ser esencial, se retira de este rubro. Y ya sabe de algunos colegas que decidieron emprender  otra actividad, como la venta de huevos, juntar cartones y venta de alimentos naturales.
Ante la falta de actividad, con los costos fijos que tiene un transporte y tener un deterioro del capital, Gastón sale a vender su camioneta. “Esto no arranca más y antes de fin de año resolvimos vender la camioneta (Master, año 2013) porque tengo unos diez mil pesos de gastos. Es imposible sostenerla y ya perdí todo lo juntado. Fue un año sin entradas y decidimos dejar el transporte y para el año que viene no se sabe nada”.
Y agregó que pese al complejo panorama en todo este tiempo, no recibió ninguna convocatoria a una reunión desde el Estado local para manifestar su preocupación frente al parate. Desde Juntos por el Cambio de Cañuelas se habían presentado iniciativas para eximirlos de las tasas municipales, además que el municipio gestione medidas a nivel provincial. Los proyectos no prosperaron.   
Los dueños de transportes escolares y privados continúan reclamando volver a trabajar de alguna manera en el territorio de la provincia de Buenos Aires. Asimismo de los propietarios y choferes de los transportes escolares de la provincia de Buenos Aires agudizaron el conflicto en las inmediaciones de la plaza San Martín, frente a la Gobernación, en donde el acampe tiene cada vez más ocupantes. Hace dos meses, este mismo grupo y referentes del sector se acercaron a Gobernación y entregaron un petitorio que fue recibido por funcionarios. Pasaron las semanas y, ante la falta de la convocatoria para tener una reunión, optaron por impulsar el acampe. El jueves cortaron la rotonda de Autopista Buenos Aires-La Plata.


Viajes escasos y costos en alza 

Otro desplome de la actividad y de sus crisis son los remises. Julia Lasa, una de las titulares de Remis Centro señaló a este medio, “nos afectó mucho. Casi un mes sin trabajar desde que salió el decreto en marzo hasta mediados de abril. Trabajar con protocolo y en medio de una serie de costos que aumentan y son continuos es muy complicado. Lo mismo que los alquileres y sueldos. Fue duro y recién alrededor de octubre que empezó a remontar un poco”.
Por otra parte, otro dato que preocupa a este sector, “bajó la cantidad de autos para trabajar, choferes mayores de 60 que están en grupo de riesgo o con enfermedades. Además de trabajar en horario reducido cuando éramos las 24 horas desde que empezamos hace 25 años”.
Y agregó que entre los clientes que les faltan son los escolares. “En marzo es cuando se retoman las actividades. Con las clases teníamos mucho movimiento, además de los chicos con los docentes”, destacó.   
Frente a este panorama, su agencia está con un 30 por ciento menos de vehículos.
Otro sablazo para la actividad, además de la caída de ingresos son los gastos, “de los repuestos, combustible, mano de obra, neumáticos, GNC, aceite, seguros, que en nuestro caso al ser transporte de pasajeros se renueva cada cuatro meses y es más caro que un auto normal. Una póliza de un auto común que pagaba 2.300 se fue a 3.000 mil pesos mensuales”.
También opinó que “aumentar el precio del viaje, no subiría nadie”.
Sobre las recaudaciones de una jornada laboral de doce horas agregó: “Es de unos 2.500 pesos netos, pero si hace un viaje lindo, levantás un poco”. A esa suma hay que restarle el 30 por ciento que se lleva el chofer.
Remis Centro está trabajando ahora con 15 autos, la mayoría corresponde a la agencia de calle Del Carmen, que es un negocio familiar. En medio de este panorama se enteraron que hay autos que están circulando por su cuenta, esto es sin todas las obligaciones y habilitaciones de rigor.
La comerciante agregó que en mayo mantuvieron una reunión en el Concejo Deliberante, “se habló de la habilitación del auto, la que se cobra por módulo y son unos 10 mil pesos anuales. Cuando nos dejaron volver a trabajar, había autos sin habilitar pero los números no daban. Se proponía desde nuestro sector reducir la mitad de la habilitación. La propuesta del Concejo era hacerla solo por seis meses y no anual. Se volvió con el tema al Concejo y al municipio para que se evalúen con un costo final. La habilitación municipal con la desinfección en la región es una de las más caras. Es un capital muy importante que está en las calles, que encima hay barrios que son un desastre para circular”.


Leandro Barni – [email protected]