Como había ocurrido durante los festejos de Navidad, centenares de jóvenes y adultos coparon la plaza Belgrano para celebrar el Año Nuevo. El encuentro –con abundante alcohol y música a todo volumen– transcurrió con cierta “normalidad” hasta que entrada la madrugada comenzaron las primeras escaramuzas entre distintos grupos.
Pasadas las 5 de la mañana se inició el incidente más grave: volaron piedras y botellas contra un grupo de policías que custodiaba las inmediaciones y que intervino en un conflicto de tránsito. “Muerte a la gorra” se escuchó gritar mientras se lanzaban objetos contra los efectivos, que en inferioridad numérica, comenzaron a replegarse disparando balas de goma.
El resultado de la batahola fue la detención de tres jóvenes, dos de ellos ocupantes de una camioneta que intervino en el incidente vial y un tercero que habría arrojado objetos contra los uniformados.
Al cierre de esta edición declararon ante el fiscal Lisandro Damonte en el marco de una causa por ‘Resistencia y Atentado a la Autoridad’. Los procesados son Mauro Floccari, de 24 años; Sebastián Floccari, de 21; y Lucas García, de 18. Los dos primeros, ocupantes de una Ford F100 roja, habrían agredido al personal policial e intentado darse a la fuga en la camioneta, según describió la Comisaría 1ª en el informe al fiscal. García, en tanto, está acusado de haber arengado y lanzado elementos.
En su testimonial, los tres jóvenes negaron los hechos y relataron que fueron víctimas de un operativo desmedido y violento por parte de la policía.
Si bien los tres fueron excarcelados, quedaron procesados en el expediente. En los próximos días el fiscal incorporará declaraciones de testigos y una serie de videos que circularon en las redes sociales. No hay disponibles imágenes del COM, ya que los sectores donde ocurrieron las peleas y desmanes no están cubiertas por cámaras.
El operativo de seguridad, que a todas luces resultó insuficiente, estuvo comandado por el nuevo secretario de Seguridad del municipio, comisario (RE) Rodolfo Ojeda.
Ya desde temprano la fiesta molestó a muchos vecinos debido al elevado volumen de los parlantes que se usaron en varios puntos del parque público. Más tarde, cuando comenzaron las corridas, algunos frentistas se encontraron con jóvenes escondidos en algún jardín o pasillo de entrada a las viviendas, quienes escapaban de otros que intentaban agredirlos.