El sospechoso del asesinato de Agustín Quiñones sigue prófugo y amenaza a la familia desde la clandestinidad

La madre y la prima de Agustín realizan su propia búsqueda paralela a la de la Justicia. El acusado de matarlo durante una fiesta en inmediaciones del barrio San Esteban, la madrugada del 15 de diciembre del año pasado, se burla a través de las redes sociales.

Policiales20/03/2025 Leandro Barni
lucas giacomini
El acusado.Lucas Giacomini está prófugo y es buscado por la Policía por el asesinato de Agustín Quiñones.

La alegría efímera de una noche de sábado se convirtió en una tragedia en las afueras de Cañuelas. Lo que comenzó como la simple búsqueda de un momento de esparcimiento para un grupo de pibes, culminó en la muerte violenta de Agustín Quiñones, de 18 años. El crimen, perpetrado en la madrugada del 15 de diciembre de 2024, no solo arrebató la vida de un adolescente con aspiraciones de cantante, sino que además expuso una realidad: la impunidad y la violencia dominan la escena. Todavía hoy, a más de tres meses, el acusado de cometer el asesinato sigue prófugo. 

Agustín, el mayor de cinco hermanos, era un muchacho trabajador y soñador. Alternaba sus jornadas laborales, destinadas a ahorrar para abrir su propio taller mecánico, con su pasión por la música, cantando en bares y locales de la zona. Aquel sábado, luego de una presentación, él y sus amigos decidieron extender la noche y se dirigieron a una fiesta privada difundida como ‘Ibizafest’ en  la casa quinta "La Lorita", ubicada entre el barrio San Esteban y Peluffo.

Lo que debió ser una noche de diversión se torció abruptamente al llegar a la entrada de la fiesta. Según el relato de Ayelén, prima de Agustín y testigo indirecta de la tragedia, una discusión banal por el ingreso se transformó en una confrontación violenta. "Cuando llegan con sus amigos, no los dejan entrar, se produce un incidente, una discusión. Lucas Figliomeni sale con un arma, una pistola calibre 9 milímetros, y efectúa varios disparos al aire", recordó Ayelén con el dolor aún palpable en su voz.

Pero la escalada de violencia no se detuvo ahí. La situación, que a simple vista parecía una riña más, tomó un giro macabro e irreversible. "Lucas Giacomini (Cabral) le agarra el arma y directamente lo ejecuta a Agustín y luego se va", relató Ayelén, describiendo la frialdad y premeditación del acto.

La escena que encontró Ayelén al llegar al lugar del crimen la persigue hasta el día de hoy. "Estaba acostada y me dicen 'lo mataron al Agus, lo mataron, lo mataron'. Atiné a correr a mi casa, a lavarme la cara, me até el pelo, me subí al colectivo 88 y me fui. Cuando llegué me encontré con el cuerpo de mi primo tirado y mucha gente del otro lado. Nadie decía nada".

lucas figliomeni
Lucas Figliomeni, estaba armado el día de la fiesta y efectuó disparos. Está detenido.

Según testimonios recabados en la investigación, la discusión inicial se originó por el pago de la entrada. Los jóvenes, provenientes de un barrio cercano, argumentaron que no contaban con el dinero requerido. Tras una discusión acalorada, y un golpe propinado a Agustín, el grupo decidió retirarse para evitar mayores problemas. Sin embargo, uno de los agresores, identificado como Lucas Giacomini, pronunció una frase escalofriante: "Espérenme que yo de uno me encargo". Acto seguido, disparó a quemarropa contra Agustín, segando su vida en el acto. "Lo maté, lo bajé, lo bajé, lo bajé", se jactó Giacomini, según testigos presentes en el lugar.

 Tras el asesinato, los agresores huyeron de la escena del crimen. Giacomini escapó en un Peugeot 307, azul oscuro, mientras que Figliomeni huyó en una motocicleta junto a su novia.

Si bien Lucas Figliomeni fue detenido el mismo día del hecho, y la causa está próxima a elevarse a juicio oral, el principal responsable de la muerte de Agustín, Lucas Giacomini, continúa prófugo de la justicia. La situación se torna aún más indignante para la familia Quiñones, ya que, según denuncian, Giacomini, desde la clandestinidad, sigue amenazándolos y jactándose de su crimen desde las redes sociales.

La prima y Yesica, la mamá, están confeccionando distintos perfiles e intentando acceder a las cuentas del asesino y de sus familiares para averiguar su paradero. En ese momento, se dan cuenta de que son ellos quienes lo buscan, y el asesino les envía mensajes con tono de burla. 

Oficialmente, no hay recompensa que facilite la detención de Lucas Giacomini, quien tiene antecedentes y se jacta de seguir cometiendo robos.La foto con dinero en efectivo de un posible robo refleja la impunidad con la que continúa operando.

Ayelén destacó que el sospechoso los amenaza desde la clandestinidad. Saben que Lucas Giacomini cambia de cuentas de Instagram con frecuencia. “Ahí encontramos fotos de ellos que muestran que están robando. Les hablamos y, al darse cuenta de que somos nosotros quienes les hablamos, comienzan a amenazarnos. Nos dijeron que tienen balas para todos”. También descubrieron fotos de Lucas Giacomini con un estado que dice: "Atrápame si puedes".

Y, por último, recordó a su primo: “Para mí, él era un hermano. No era solo mi primo. Es extraño volver a hablarle y decirle: ‘vamos a la iglesia’. Todos los días anhelo ese mensaje. O cuando voy a la iglesia, me siento y él no está. Hasta el día de hoy sigo pensando que es una mentira”.

 

Te puede interesar
Lo más visto