Buscan a Tanca Kent por el asesinato de Saravoglu y sospechan de un crimen pasional: "Su novia se acuesta con otros, es un cornudo"

Efe Saravoglu desapareció el 27 de octubre pasado, y su cuerpo fue hallado un mes más tarde en la banquina del kilómetro 82,5 de la Ruta Nacional 3, en Cañuelas. La víctima estaba boca abajo, vestida con buzo negro, jeans azules y zapatillas, con su documentación personal y una máscara del Hombre Araña en el bolsillo trasero del pantalón. Un informe preliminar de la autopsia determinó que murió por golpes en la cabeza y fracturas en el tórax compatibles con el uso de un elemento contundente. 

Por el homicidio, el principal acusado es Tanca Kent, otro ciudadano turco, amigo de Saravoglu, quien tiene orden de captura internacional y es buscado por INTERPOL tras vender su auto y fugarse del país.

La investigación, a cargo del fiscal Pablo Recchini de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, apuntó rápidamente a Kent, quien conducía un Peugeot 207 blanco y trabajaba como chofer de aplicación de viajes en la Ciudad de Buenos Aires.

El conflicto entre ambos aparentemente estaba vinculado a la relación de Saravoglu con la pareja de Kent. Los investigadores dieron con mensajes de la víctima a un amigo turco, lo que pueden marcarse como indiciones del enfrentamiento.

“Él sabe que su novia se está acostando con otros. Le envié muchas evidencias. Es un pibe cornudo. Su novia vino y me besó. Ella es un demonio”, decía uno de esos mensajes. Y en otro sostenía: “(Kent) finge ignorancia ya que es el cornudo más grande que he visto en mi vida”. También relató encuentros sexuales con la pareja del ahora prófugo y cómo lo veía salir de su casa por la mañana.

Saravoglu, de 24 años, había llegado a la Argentina hacía un año desde Turquía, su país natal. En el país no tenía trabajo registrado ni estudios; se movía en distintos departamentos de alquiler temporal y le gustaba salir por la noche para conocer bares y boliches. Se integró a ambientes de su misma nacionalidad, donde conoció a Tanca Kent, de 32 años, también turco, que llegó a Argentina en 2023. Kent estaba en pareja con una mujer pero se había casado con un hombre para obtener la ciudadanía permanente.

El lunes 27 de octubre, cerca de las 23.15, Kent pasó a buscar a Saravoglu por el departamento de la calle Dorrego al 1600, en Palermo. Ese día, Kent ya había estado por la tarde en la zona de Cañuelas y San Miguel del Monte, según registros del celular. Las antenas de su teléfono indicaron actividad entre Cañuelas y San Miguel del Monte en la madrugada del 28 de octubre, y nuevamente en Cañuelas el 4 de noviembre.

El martes 30, la familia de Saravoglu denunció su desaparición ante la División Policía Turística de la Policía de la Ciudad. La víctima medía aproximadamente 1,76 metros y tenía tres tatuajes distintivos: una serpiente en el brazo izquierdo, una ballena en el derecho y un gato con un cuchillo en la pierna izquierda.

A pesar del avanzado estado de descomposición, los médicos forenses establecieron “la existencia de infiltrados hemáticos en regiones frontales, parietales y temporal izquierda compatibles 'prima facie' con traumatismo encéfalo craneal” y que presentaba “a nivel torácico, fracturas de arcos costales anteriores (2 a 4 derechas y 2 a 5 izquierdas) y fractura esternal en unión de manubrio con cuerpo”.

La fiscalía tomó declaraciones a varios testigos, incluido Kent. En su testimonial del 5 de noviembre, Kent aseguró falsamente que había visto a Saravoglu por última vez el 26 de octubre; las cámaras de seguridad de CABA demostraron que lo recogió la noche del 27. Dos días después, Kent vendió el Peugeot 207 a una agencia de autos y el mismo día partió en avión hacia Brasil. El vehículo fue secuestrado y peritado, y en su interior se hallaron cuatro posibles rastros de sangre, que serán cotejados con el ADN de Saravoglu.

El fiscal Recchini solicitó a la jueza Alejandra Alliaud del Juzgado N°1 del fuero Criminal y Correccional la captura internacional de Kent. En su requerimiento, el funcionario sostuvo que “el conflicto preexistente entre la víctima y el imputado, sumado a la circunstancia de que Kent fue la última persona en tener contacto con el damnificado, los viajes inusuales a la zona donde se produjo el hallazgo del cuerpo, la sangre detectada en el vehículo, las falaces aseveraciones en su testimonio, la rauda venta del automóvil y la posterior fuga del país, componen un sólido cuadro indiciario que habilita el reproche penal”. Agregó que el hecho fue premeditado, ya que Kent se desplazó a Cañuelas antes del último viaje conocido de la víctima.

Kent ahora está buscado por INTERPOL, que emitió una circular roja, y se cree que tras Brasil viajó a España. La Policía de Turquía informó que Kent tenía antecedentes por “abuso de menores” y una denuncia por violencia de género en Argentina.

El caso combina celos, conflicto personal, violencia y huida internacional. La investigación se apoyó en cámaras de seguridad de CABA, registros de antenas de celulares y análisis forense del vehículo y del cuerpo de la víctima. Mientras Kent continúa prófugo, la fiscalía mantiene la investigación abierta para reunir pruebas adicionales y asegurar que se haga justicia por la muerte de Efe Saravoglu.