No es un grupo de ventas, como mucho se acepta algún servicio de información; aunque a veces algún usuario confunde su finalidad y publica publicidad. Cuenta con alrededor de 3.500 seguidores, no parece ser mucha cantidad pero sobrepasa la población del pueblo; lo más preciado por los lugareños es la calidad de sus imágenes que moviliza la participación comunal. 

El método es simple: se sube a la red social una foto acompañada de un breve fragmento escrito. En pocas líneas se explica qué lugar se observa y retazos de su his­toria; también puede aparecer una imagen de algún vecino y los conocidos rememoran alguna experiencia o memoria; y hasta se publican añejos recortes periodísticos de pu­blicaciones gráficas casarenses o hasta de El Ciudadano. 

El grupo se inició el 21 de febrero de 2010 como una idea de la vecina de Vicente Casares Mónica Gonzalo. Lo creó como un juego, una competencia entre amigos para ver quién tenía el pueblo más ‘lindo’; “fue de casualidad”, remarcó la misma. La idea fue que sea un espacio de re­cuerdos, para encontrar gente, que tenga poco alcance y que se difunda la historia del lugar. 

Con el paso de los años los objetivos se cumplieron pero la página ya no la administra Mónica sino su padre José Luis Gonzalo que tiene 71 años, casi la misma edad ‘legal’ del pueblo (73); aunque él niega esta cifra ya que sostiene que la existencia de Casares es anterior a la fijada oficialmente, por una ordenanza municipal, como el 18 de mayo de 1947 y que la misma se remonta a los inicios de la llegada del ferrocarril (1885) y de La Martona, primera industria láctea del país fundada en 1889. 

Si se ‘bucea’ en la sección fotos del grupo, en donde se incluyeron imágenes o publicidades que están de más, se encuentran ilustraciones de los presidentes argentinos o foráneos que visitaron Casares como Illia o De Gaulle (Francia). Por supuesto que hay de La Martona, de la estación de tren, de antiguas gacetillas de prensa, de equipos de deportes de la zona, de niños que hoy son adultos, de vecinos, de lugares, recortes de revistas, de boliches desaparecidos, etc. Semanalmente siempre algo se sube. 

José Luis coleccionó todo el material con el paso de los años. El casarense trabajó un tiempo breve en los inicios del semanario El Ciudadano, luego pasó por el diario Clarín y posteriormente se dedicó a otra actividad privada. Comentó que llegó a publicar en la página desde otras provincias en las cuales se trasladó por trabajo y confesó que aún tiene una infinidad de material para postear. “La página es de todos y jamás dije nada pero está claro que no es para publicidades. Lo que sí, nada de política, es para tener memoria”, enfatizó. 

“Ya no tengo idea de cuánto material tengo todavía, acá hay historia de estancias, boliches, hubo una colonia japonesa que vino después de la segunda guerra. Tengo la suerte de tener a mi esposa que me ayuda con los archivos y cuando se me ocurre subo algo”, cerró Gonzalo. 

Para los que gusten de los recuerdos y dispongan de tiem­po encontrarán material imborrable del pintoresco pueblo.