La Valeria preserva el legado de una vieja iglesia demolida y las fiestas camperas

En un terreno de 7 hectáreas, se encuentra la casona construida hace más de un siglo. Al lado, una capilla conserva reliquias de la antigua parroquia. Allí fueron furor los shows de doma y folclore con el nombre de "A lonja y guitarra", en los años ‘70,

Turismo27/08/2024El CiudadanoEl Ciudadano
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La capilla está ubicada al lado de una casona sobre la Ruta 3. Se conservan reliquias que pertenecían a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Hace 45 años, Antonio Gatti, cura párroco de Cañuelas, bendecía las instalaciones de la capilla La Valeria, un templo levantado a fines de los setenta, en el ingreso de la antigua casona ubicada en el kilómetro 64,500 de la Ruta 3. 

A su alrededor se despliega un jardín con árboles frutales y ejemplares centenarios. En ese paisaje, el pequeño santuario conserva el altar e imágenes de santos que pertenecieron a la iglesia de Cañuelas demolida una década antes. 

Se inauguró en 1978 y las instalaciones fueron bendecidas el 7 de agosto de 1979 por el propio Gatti. 

En el pequeño templo se conservan reliquias que pertenecieron a la iglesia local Nuestra Señora del Carmen, tirada abajo entre los meses de febrero y marzo de 1977. Solo quedó en pie la torre de la original construcción.  El histórico edificio, construido en la década de 1860, se lo tiró ante un presunto peligro de derrumbe del techo. 

Era posible ver, con la autorización de sus moradores, parte del altar, esculturas de ángeles e imágenes de santos. También se observa una imagen de San Antonio y algunos bancos. 

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El atrio de la parroquia con elementos religiosos pertenecientes a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen: esculturas de ángeles eimágenes de santos. 

Los elementos estaban en un depósito luego de la demolición de la iglesia y fueron rescatados por Plinio Gargiulo, que compró algunas cosas. 

La idea de levantar una capilla en el terreno de La Valeria fue del propio Plinio Gargiulo, quien creyó propicio abrir un espacio para que los vecinos del lugar se acercasen a rezar una plegaria, recibir misas o, incluso, contraer matrimonio. 

El cura católico Antonio Díaz solía ir al lugar los sábados, aunque tras su muerte ya nadie más ofreció misas. 

La vieja casa fue construida por el abogado, escribano y jefe del Registro Civil, Pascual Gargiulo, y la llamó La Valeria en homenaje a su esposa. 

Como testigos de esas épocas, se acomodan los bustos de Pascual y Valeria, quienes impulsaron, como tantos precursores, el desarrollo de nuestro distrito. 

En la casona de campo se conserva un rico patrimonio histórico y pictórico, pero parte de ello se perdió durante un incendio en 1960.

Plinio Gargiulo, el único hijo de Pascual, que nació en Cañuelas, tomó la iniciativa de construir un capilla junto a la vieja casa en la década del setenta. Tras su muerte, ocurrida en 1990, la casona fue heredada por su sobrino, Patricio Gargiulo. 

Esas tierras son las mismas donde se promovieron espectáculos de doma y folclore que adquirieron renombre en toda la Provincia, gracias a Orlando Gargiulo, con el nombre de ‘A lonja y guitarra’, en los años ‘70, por los cuales se congregaban multitudes procedentes de distintos puntos de la región y gran-
des intérpretes de la época. 

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