El crimen de un cocinero ocurrido en la ciudad de San Clemente del Tuyu se resolvió en nuestro distrito con la detención de dos sospechosos: un hombre -de apellido Porcel- y un menor de edad. Ambos fueron arrestados en Los Pozos. Se trata de un joven, de 20 años y de un adolescente de 15, que habría confesado estar involucrado en el homicidio.

En la mañana del domingo fue encontrado muerto Daniel Enrique Godoy, debajo de su cama, con signos de haber recibido varios golpes. El hecho se registró en Asturias y calle 79, de la mencionada ciudad balnearia de la costa bonaerense. La casa había sido revuelta por los asesinos y ,además, faltaba el vehículo de la víctima, un Chevrolet Prisma.

La empleadora de Godoy fue quien dio aviso a la Policía. La mujer se apersonó hasta el domicilio porque no se había presentado a trabajar y no respondía las llamadas telefónicas. La vivienda se ubica cerca de la terminal de ómnibus de larga distancia.

Los sospechosos fueron seguidos por los detectives tras algunas pistas y pruebas halladas en el lugar del hecho y por el seguimiento de las cámaras de seguridad de la zona. Como resultado de las operativos, fueron ubicados en la Autopista Ezeiza-Cañuelas mientras se desplazaban en el Prisma.

Los delincuentes tenían -también- un teléfono celular que pertenecía al trabajador asesinado y un par de zapatillas que le habían robado, destacaron los voceros policiales.

En tanto, la autopsia indicó que Godoy murió por asfixia y como consecuencia de haber recibido varios golpes de puño.

Parte de la trama que tuvo su capítulo en Cañuelas surge porque una joven con domicilio en Los Pozos fue contactada por Porcel para acceder a un teléfono celular marca Samsung A54. La cuestión es que fue advertida por el padre de la joven, quien se interpuso en la entrega. La situación llegó a oídos del destacamento Los Pozos, desde donde luego establecieron que el aparato había sido denunciado por ‘Averiguación de causales de muerte’, con fecha del domingo 4 de febrero.

El celular fue localizado en poder de Porcel y del menor, quien además tenía puestas las zapatillas del cocinero.

Porcel conocía ambas zonas, ya que, si bien residía en San Clemente, había habitado la localidad cañuelense, donde también es oriundo el menor con el que se encontraba.