Una familia produce los tomates más grandes de la región

Interés general 30 de enero de 2024 Por Jonatan Pedernera 
Jorge Millacan se especializó en Japón y decidió hacerle frente a la crisis en Máximo Paz, su propia tierra. Además, cultiva citronella, una de las plantas más pedidas porque sirve para repeler a los mosquitos. También hay furor por la stevia.
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Millacan junto a su esposa e hija. Este granjero del barrio La Torre se aggiornó su propia huerta.

En épocas de crisis, hay que rebuscárselas. A decir verdad, Jorge Millacan lo hace desde toda la vida, ya que el trabajo de la tierra es parte de su día a día desde muy pequeño. Con el correr de los años, adquirió experiencia y “aggiornó” su propia huerta, en la calle Salta, del barrio La Torre de Máximo Paz, con la colaboración de su mujer. Y la atracción del lugar son los tomates gigantes, uno de los productos más pedidos en las ferias y eventos.

-¿Cuándo arrancaste a trabajar la tierra?
-La huerta me acompañó desde toda la vida. Hace muchos años, esta zona era todo campo; no había nada. Ni siquiera había luz eléctrica, eran ocho casas y el (colectivo) 51 pasaba cada tanto. Mi papá quedó ciego y nos cedió los terrenos a mí y a cada uno de mis hermanos. Puntualmente, me dediqué al mundo de las plantas: estudié botánica, jardinería e hice cursos de horticultura.

-¿Cómo se obtienen estos tomates tan grandes?
-Hace cuatro años que tengo esta semilla italiana que me la pasó un amigo. La genética es totalmente natural, no tiene ningún químico. Llegué a sacar un ejemplar de 1,350 kg. y, en general, obtengo tomates de 700 gramos. Como este año vino lindo, estoy sacando “tomatones” de un kilo. El 2023 fue complicado por la sequía, pero por suerte pudimos continuar.

-¿Te hicieron algún pedido extraño?
-Y... Los amantes del tomate me sugieren algunos tipos medios raros. Por ejemplo, este año saqué un cherry rosado y otro amarillo. Después, trabajamos con una semilla alemana que tiene más de 400 años y dicho tomate es muy pedido en el mundo gourmet. Hace poco sumamos el cherry negro, popularmente conocido como “chocolate”, que tuvo una gran aceptación. Sinceramente, nosotros nos vamos adaptando y aprendiendo día a día. Por eso seguimos con atención a los que saben de platos y cocina gourmet.

Viandas horizontal

-¿Cualquiera puede tener su huertita?
-Es muy compleja la siembra. Hay gente que ha hecho cualquier cosa. Por eso siempre me escriben de todas las partes del mundo en mi canal de YouTube, que lleva mi nombre. Me hablan de Puerto Rico, Venezuela, Brasil, Chile y otros lugares más. En todas mis publicaciones y videos nombro a Cañuelas y a Máximo Paz: uno nunca sabe quién puede bajar en el aeropuerto de Ezeiza. Por ejemplo, ahora voy a recibir a un amigo que llegará desde Hungría. La gente viene, recorre la huerta, compartimos momentos muy lindos y cocinamos en el horno de barro.

-¿Hay más visitas después de los tarifazos?
-Sí. Desde que subió la carne, la gente viene a comprar verduras y nos hicimos conocidos en la última Expo Cañuelas. Hacemos pizza de repollo, de berenjenas, de brócoli.... No pasa por ser vegano, ¡es comida! Hay que agradecer lo que nos da la tierra. Por suerte, nos siguen de Máximo Paz, Cañuelas, Uribelarrea, Lobos, San Miguel del Monte, Spegazzini, Tristán Suárez y muchas ciudades más.

-¿Cómo se abona el terreno?
-Usamos estiércol de caballo y bosta de gallina. Aprovechamos el medio, todo lo que tenemos alrededor; entonces, damos un mensaje. Estuve en Japón y ahí hice cursos, aprendí muchísimo. En algunas ciudades se siembra en los techos o en los canteros, aprovechan todos los espacios. Es más, te cuento: ellos se agarraban la cabeza cuando veían que en la Argentina había chicos que pasaban hambre. Con tantos campos en nuestro país y, bueno, en Cañuelas, ni hablar…

-¿Creés que no hay tantas huertas por una decisión política?
-¡Por supuesto! En cada rincón se puede levantar una granja, o lo que sea. Lo ideal siempre es volver a la tierra para resolver los problemas, pero si no hay un interés por parte de los que gobiernan, es muy difícil.

-¿También ofrecés plantas medicinales?
-Sí, tenemos una gran variedad. Las grandes potencias mundiales del fármaco no quieren que se despierte la conciencia del poder que tienen las plantas porque se les acaba el negocio.

-¿Qué es lo que más se pide?
-En los últimos tiempos nos piden stevia. Al parecer, hay muchos casos de diabetes. Quiero tener cuidado con lo que digo, pero después de las vacunas contra el Covid 19, mucha gente apareció teniendo problemas con los niveles del azúcar. Entonces, esta planta que se usa para endulzar, es muy buscada.

-Estamos en época de mosquitos, ¿tenés citronella?
-Sí, en estos últimos días todos nos preguntan por esa especie ante la falta de repelentes para mosquitos en los distintos negocios. También piden cedrón, menta, peperina, ruda, ajenjo... Nuestras plantas y especies aromáticas están vigentes todo el año. Nos llaman de muchos lados y hay varios pedidos en la feria de Ezeiza. Estamos muy contentos.

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