Judicial Leandro Barni 18 de abril de 2024

Expulsan de Bariloche a un cura de Cañuelas acusado de abuso sexual

El obispo de la ciudad rionegrina le impidió el ejercicio del religioso salesiano Carlos Bareuther que fue condenado por lo ocurrido con una menor en un colegio de nuestro distrito. Por el repudio que generó su presencia, ya no lo quieren al frente de las misas.

El cura salesiano Carlos Bareuther fue condenado por un tribunal penal de La Plata por el abuso contra una adolescente.

El sacerdote salesiano Carlos Gabriel Bareuther –condenado a tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso simple contra una alumna del Colegio católico Santa María, de Cañuelas, ubicado en Mosconi 255, entre Córdoba y Tucumán- ya no podrá ejercer su sacerdocio en Bariloche, donde fue enviado este verano para colaborar con una parroquia de esa ciudad turística del sur argentino.

Así lo determino el obispo de San Carlos de Bariloche, Juan Carlos Ares, luego del revuelo que provocó su presencia en la Patagonia. Su superior, el padre Darío Perera, anunció su traslado a otro lugar que no precisó.

Sin embargo, Ares ante “la inquietud que la presencia del reverendo presbítero Carlos Gabriel Bareuther genera en la comunidad diocesana por las razones antes mencionadas”, resolvió “suspender al mencionado sacerdote de las licencias ministeriales otorgadas con motivo de su arribo a la comunidad salesiana de Bariloche, quedando así impedido del ejercicio del Ministerio sacerdotal en público en la diócesis de esta ciudad”. Así se encargó de difundirlo, en un comunicado, el secretario canciller Ricardo Gabriel Belfiore, del obispado de Bariloche.

Resulta llamativo que las autoridades religiosas de Bariloche tomen esta medida, cuando a fines de febrero el obispo Ares junto con su colega de Gregorio de Laferrere, Jorge Torres Carbonell, resolvieron que el condenado por un Tribunal Oral Criminal número 1 de La Plata por "abuso sexual simple agravado por ser ministro de culto" (tocamiento a una menor), ejerza sus funciones pastorales en esa ciudad.  

En esta oficina se hizo la denuncia que terminó con la expulsión del cura.

Desde que llegó, el cura denunciado y judicializado participó en misas, procesiones y fogones a través de la parroquia San Cayetano, del Barrio El Frutillar. Pero una denuncia periodística publicada en la plataforma digital de la Universidad Nacional de Río Negro destaparon el escándalo.

Bareuther fue imputado en dos denuncias de abuso de menores. En una fue sobreseído y en la otra, condenado en primera instancia, con prisión en suspenso, aunque la sentencia no se encuentra firme aún.