De Cañuelas al Mercosur: el futuro de Gustavo Arrieta

-¿Qué significa este nuevo desafío electoral?
-Creo que nuevamente se pone en juego la discusión sobre el futuro de la Argentina y dos modelos de país. Venimos de un escandaloso endeudamiento al que nos sometió la gestión de Mauricio Macri y Juntos por el Cambio, el mayor endeudamiento en la historia del FMI en el menor tiempo. Rondó los 45 mil millones de dólares, con vencimientos muy cortos, y no se encuentra reflejado en rutas, gasoductos, plazas, escuelas ni hospitales, sino que claramente consistió en un mecanismo de fuga. También venimos de un cuadro de situación en el que tuvimos que atravesar una pandemia, la guerra con el consecuente aumento de la energía en el mundo, y la sequía en nuestra región.

-¿Y cómo se sale de este atolladero?
-Hoy ellos piensan que la salida es con un programa de ajuste, exclusión, reforma laboral y previsional, restricciones en la salud pública y en la educacion. Mientras que nosotros claramente planteamos que la salida hacia el futuro es con producción, trabajo, agregado de valor y obra pública.

-¿Sería un salto en tu carrera política pasar de ser el administrador de Vialidad Nacional a formar parte del Parlasur?
-Es un desafío muy diferente, pero claramente debemos estar preparados para ejercer la representación de la mejor manera posible. Creo que el Mercosur en los próximos años va a cumplir un rol esencial, sobre todo en cuestiones de soberanía regional. El tema de los recursos naturales, en especial los commodities, el litio, el gas y el agua van a estar en la agenda porque las grandes potencias ya no ocultan el interés por intervenir en esta región, y tenemos la obligación de estar preparados para que los beneficios de ese futuro lleguen a nuestros países y comunidades sin perder el manejo estratégico de los recursos, y manteniendo posiciones que aseguren el ejercicio de nuestra soberanía en un mundo globalizado.

-¿Qué funciones se cumplen en el Parlasur?
-Ante todo, es un parlamentario de un órgano legislativo regional que incluye a Brasil, Paraguay y Uruguay, además por supuesto de Argentina. Esto implica una gran responsabilidad que exige preparación, dedicación, compromiso y trabajo. Si me tocara ocupar ese lugar lo voy a hacer de la mejor manera posible, sin olvidar mi pertenencia bonaerense y sin dejar de mirar, defender y proyectar a nuestra comunidad de Cañuelas. Nunca he ejercido un cargo sin defender los intereses de una comunidad con la cual me siento identificado y me ha dado mucho.

-En algunos sectores de la política se observa al Parlasur como un organismo testimonial, ¿creés que desde tu banca podés lograr proyectos de relevancia?
-El Parlasur es un organismo nuevo que de a poco va encontrando su lógica de órgano legislativo regional, del que sus países miembros consolidan una de las mayores plataformas de recursos no renovables de todo el mundo. La dinámica del organismo es buscar acuerdos, plantear y defender intereses comunes y trabajar entendiendo que en la configuración política internacional hoy los bloques regionales son fundamentales para incrementar el peso en la toma de decisiones frente al mundo.

-El Gobierno de Macri vetó el pago de la dieta, Alejandro Karlen inició una causa judicial para que el Congreso afronte el pago, el caso está en manos de la Corte Suprema de Justicia, ¿cómo está esa situación al día de hoy?
-Sinceramente, no tengo idea. No sé hoy por hoy cuánto cobra o deja de cobrar un parlamentario del organismo. No tuve tiempo ni me he dedicado hasta el momento a interiorizarme sobre ese tema.

-¿Qué te genera que Juntos por el Cambio haya elegido representantes como Elisa Carrió y Luis Brandoni?
-Nada. Yo agradezco que mi espacio político me haya elegido, que dirigentes como Cristina, Máximo y Axel hayan pensado en mí, y que mis compañeros de Cañuelas me apoyen me da orgullo y responsabilidad. Lo que hagan los demás espacios y la forma en que tomen sus decisiones y elijan a sus candidatos es algo sobre lo que no me compete opinar.

-¿En ningún momento te planteaste volver a ser intendente?
-Como militante y referente político, inevitablemente es un lugar que me gusta, es la posibilidad real de transformar la vida de tu comunidad, de tu lugar en el mundo, y es un enorme honor haber sido electo tres veces intendente. Pero no me animaría hoy a plantearle una interna a la mejor intendenta que ha dado la democracia en Cañuelas en 40 años. 

-¿Cuál es la mayor virtud de la gestión de Marisa Fassi?
-Antonio Gramsci decía que la política se construye con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad. Lo que más admiro de Marisa es eso, la voluntad. A veces, cuando uno piensa que algo no puede hacerse, ella va y lo hace. Es voluntad pura, y cuando está convencida de que algo se puede lograr, lo consigue.

-¿Por ejemplo?
-Lo que ha realizado con la gestión en Cañuelas en un contexto imposible, como la pandemia, es impresionante.  No sólo no falló en la gestión de la pandemia, en equipar el sistema de Salud, y en que ningún vecino le falte una cama o un respirador, sino que no dejó nunca de pensar en el después.  Y así llegamos a este momento, con el plan de obra pública ejecutado más importante de nuestra historia, con el Mercado Agro Ganadero, con el polo universitario, con el desarrollo industrial, y todo eso, repito, gestado en un momento de pandemia. Creo que cuando pasen los años se va a valorar todavía más lo que pasó en Cañuelas en estos últimos tres años y medio. No tengo dudas, repito, que ha sido la mejor intendenta desde el retorno de la Democracia.

-A nivel nacional, ¿era necesaria la unión de todo el frente oficialista?
-Creo que ante el avance de los discursos de odio, de supresión del adversario político, de violencia verbal, simbólica y efectiva; y en un contexto en el cual la democracia no ha podido generar en 40 años acuerdos políticos básicos que la vuelvan más efectiva; y que todo este escenario de tensión extrema haya generado la ruptura del pacto democrático que consolidó Raúl Alfonsín en el nacimiento de la democracia moderna, más las complejidades de los últimos cuatro años, nos colocan en el imperativo moral de transitar por un camino que nos permita expresar una síntesis. Y hoy estoy convencido de que Sergio Massa, Axel Kicillof y Marisa son quienes mejor expresan Unión por la Patria.

-¿Creés que es posible un triunfo en diciembre teniendo en cuenta la situación actual del país?
-Primero que nada creo que claramente hay un problema con la inflación, y se trata de un tema que no puede ser analizado sin tener en cuenta la terrible deuda que dejó Cambiemos. Pero no tenemos un país parado, no hay recesión, hay empleo, no estamos ni cerca de una situación como la de 2001, como algunos sectores y sus medios afines pretenden instalar. Tenemos por delante un año sin sequía, con un gasoducto que cambia la ecuación energética de manera drástica, me parece que si logramos un acuerdo favorable para refinanciar la deuda, tenemos una oportunidad histórica. No podemos volver atrás, a las políticas de ajuste que sólo se pueden sostener con represión. Entiendo que hay sectores enojados, pero estoy convencido de que si podemos ser claros en el diálogo con nuestros vecinos y vecinas de todo el país, vamos a ganar las Paso, y vamos a ganar en octubre.

-Algunos dicen que la salida es Ezeiza, ¿no lo ves así?
-La salida de la Argentina es en el marco de un país con arraigo, con más y mejor trabajo, con universidades, con más y mejor educación, con más y mejor salud y hospitales como el que construimos, con la posibilidad de agregar valor a toda nuestra producción primaria, con la responsabilidad de generar una matriz de transporte vial ferroviario y pluvial que haga posible el flujo de bienes y servicios de norte a sur y en los corredores bioceánicos, y donde seamos capaces de volver a soñar y construir un proyecto político para 50 millones de argentinos y para las generaciones venideras.