Agustín Barreiro tendrá varios motivos para acordarse de este año. El gigante cañuelense de 2,04 metros arrancó con los festejos luego de ganarle la final del Súper 20 a Obras Sanitarias en Buenos Aires y ahora volvió a decir presente en el templo del rock. Con ingresos determinantes, ayudó para que su equipo, Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, dé vuelta la serie con la victoria 72 a 69 sobre los porteños y termine 3 a 1 para jugar contra QUIMSA. ‘Pipi’ sumó 13 puntos y fue una de las figuras. Ahora, intentará mantener el nivel en la próxima instancia. El martes a las 21 se disputará el primer juego en el estadio Ciudad, mientras que el jueves será el segundo duelo, también se disputará en Santiago del Estero.

El ex Boca, Zentro de España y con pasado en las selecciones juveniles y mayores, atendió a El Ciudadano con la mente puesta en los próximos partidos. Se jugarán dos encuentros en suelo santiagueño y otros dos en el estadio Socios Fundadores, donde el ‘Verde’ hace de local. En caso de haber un quinto juego, será en la casa de la Asociación Atlética, que llegó a las semis tras dejar en el camino a Regatas Corrientes. Cabe recordar que el ganador disputará la final. En la otra llave definirán el  pase al duelo decisivo el ‘Xeneize’ e Instituto.

Barreiro, surgido en el ‘Tambero’ y tornado por el técnico Dionel Sánchez, es uno de los embajadores del distrito. Tras varias pruebas en equipos reconocidos, quedó en Ferro y fue seguido de muy cerca por el club boquense. Su llegada a Casa Amarilla cambió por completo sus hábitos y se terminó de consolidar. Tal es así que continuó su carrera en el exterior y tuvo su gran oportunidad en la Selección Argentina, donde jugó el Sudamericano U21. Tras su regreso, no dudó en meter el gancho en Gimnasia, otro grande de la Liga que ya lleva 34 temporadas en la máxima división.

El club patagónico, que en la actualidad es dirigido por Martín Villagrán, es una institución histórica y es uno de los equipos que nunca descendió a la segunda categoría, al igual que Boca y Peñarol. Es la sexta vez en la historia que alcanza esta instancia en la LNB.

–Tuviste protagonismo en la serie, ¿estás en uno de tus mejores momentos en el club?
–Sin dudas. Estoy en un muy buen momento, tanto individual como colectivo. Estoy viviendo muchas cosas a los 24 años, voy a jugar una semifinal de la Liga, con todo lo que cuesta y lo difícil que es. ¡Es una locura! Es uno de mis mejores años en mi carrera profesional, nunca me voy a olvidar lo que estoy viviendo. 

–Arrancaron perdiendo, pero se levantaron ante Obras, ¿la mentalidad es uno de los puntos más fuertes de este equipo?

–Comenzar abajo en casa fue muy duro, los playoffs son un torneo aparte y cuando sos local y perdés, todo se hace muy difícil. Y por momentos, el panorama se torna muy desalentador. Fue un golpe muy fuerte, pero sacamos a flote el factor mental. Sabíamos que se podía revertir y que en menos de 72 horas teníamos que volver a jugar en nuestra cancha y ganar. Y lo hicimos. Además, nos pudimos imponer en un estadio que es muy complicado.

–¿Cómo están de cara al duelo clave?
–Muy tranquilos. QUIMSA tiene un plantel muy largo, pero tenemos que pensar en nosotros. Estamos convencidos de que estamos para mucho más, nos propusimos muchas metas y lo fuimos logrando: salimos campeones de la copa, clasificamos a la Sudamericana y ya estamos entre los mejores cuatro equipos de la Liga.

–¿Es importante hacer pesar la localía en este tipo de definiciones?
–Sí, es fundamental. Pero estas instancias son muy parejas, cualquier equipo te puede sorprender y dar el batacazo ante tu gente. Por eso tenemos que estar serenos  y mantener el buen rendimiento tanto en Comodoro como en los primeros partidos. 

–¿Preferís a Boca o a Instituto?
–No puedo elegir a uno, ahora quiero ganarle a QUIMSA y después se verá. Primero tenemos este desafío, falta mucho. Ambos son grandes equipos, va a ser una linda serie para ver, y por supuesto, para tener en cuenta las principales virtudes y falencias de los probables rivales en el caso de tener una buena serie ante el equipo santiagueño.

–¿Seguís el día a día de los equipos de Cañuelas?
–Sinceramente, hace mucho que no viajo a ver a las categorías del club, por una cuestión lógica de la distancia. Cuando me den vacaciones voy a andar seguido por la cancha para ver a los chicos, tanto a los de inferiores como al primer equipo. Siempre hubo curiosidad y amor por este deporte y hay muchos pibes jugando en Cañuelas FC y Juventud Unida. Hay un gran sentido de pertenencia por todo el deporte en sí y el distrito. Cada vez me sorprendo más por el nivel de jugadores que hay.

–¿Cómo está el básquet a nivel nacional?
–Muy bien, el básquet argentino está muy bien visto en todos lados y es una muestra de que se está laburando muy bien en todos los aspectos. Siento un gran orgullo por los compatriotas que se destacan afuera. 

–Y en general, ¿seguís a algún equipo o extranjero?
–Sí, a varios. Soy de mirar mucho básquet, tanto nacional, como la NBA o las ligas europeas. Me gusta mucho el Real Madrid, es un equipo que da gusto verlo jugar. Y entre los jugadores extranjeros, uno que me encanta es el cubano Jasiel Rivero, una de las figuras del Valencia.