Mario Sosa, capitán de Las Cañas, mano a mano con El Ciudadano

Deportes 20 de mayo de 2023 Por Jonatan Pedernera
'Maceta' es el máximo referente del club. “Estuve cerca de ascender dos veces, la tercera es la vencida y vamos por eso”, dice. Hoy a las 15.30 enfrenta a Varela Junior.
Foto Página 16
‘Maceta’. A los 35 años, el pilar derecho combina el trabajo en una empresa que distribuye nitrógeno líquido y el rugby.

Mario Ezequiel Sosa tiene 35 años y pasó más de la mitad de su vida en el predio de Pellegrini y Santa Cruz. Ahí mismo, se formó en las Juveniles y con el tiempo se consolidó en el plantel superior de Las Cañas. El pilar derecho le abrió las puertas del club a El Ciudadano, de cara a una nueva jornada en el torneo de Segunda de la URBA.

El estandarte de la formación fue una de las claves para salir de la racha adversa. Es que después de la victoria inaugural contra Albatros, el team de Carlos Villalba cosechó cinco traspiés al hilo: Virreyes, Los Molinos, Los Cedros, La Salle y San Marcos. Con el triunfo 17 a 10 en el cláscio ante Chascomús, el ‘Auriverde’ escapó de los últimos puestos. Cayó con Del Sur 50 a 5 y hoy visita a Varela Junior.

'Maceta' es la voz cantante de Las Cañas. El capitán se hace notar en cada partido y es un referente para los más jóvenes. Está en el club desde 2001, cuando tenía 14 años, luego de una captación en las escuelas y a partir de ese momento no paró más. Estuvo a pasitos de subir de categoría en 2010 en la final contra Monte Grande y nueve años más tarde, ante CASA de Padua. Ahora, espera por la tercera chance.

–Se dio una levantada especial, ¿no?
–La verdad que sí. Veníamos de una mala racha, algo que nunca nos había ocurrido, por eso encaramos la semana previa dándonos mucha máquina y ánimo. Tuvimos muy buenos entrenamientos y sabíamos que se nos podía dar. Después de la victoria, sentimos una gran alegría por partida doble: primero por dar vuelta la situación y después porque se trató de un clásico. Lástima que perdimos con Del Sur.

–¿Para qué están?
–Nuestro objetivo es mantenernos. Para eso tenemos que seguir afianzando al grupo para que los más jóvenes sumen experiencia y se adapten al plantel superior, y a esta división que es muy dura, de la mejor manera posible.

–¿Qué significa jugar en un torneo de la URBA?
–Es una gran responsabilidad, hay equipos de mucho roce y de gran nivel. Para nosotros es un gran desafío.

–¿Cómo ves el nivel de los más chicos?
–Tenemos varios jóvenes en el plantel, de a poco van dando sus primeros pasos, algunos de los mismos jugando en Primera que es un poco más complicado. Pienso que se van a adaptar bien,todo depende del laburo, el esfuerzo, la constancia y el sacrificio.

–En lo personal, ¿cómo arrancaste el año?
–El comienzo no fue el esperado, me perdí los dos primeros amistosos de pretemporada; el primero por las vacaciones y el otro por una tendinitis en el tendón de Aquiles. Por esa lesión, me tuve que ir recuperando de a poco y con mucha paciencia. Por suerte pude estar en la primera fecha y ya voy completando todos los partidos.

–¿Podés mechar tu actividad personal con el deporte sin problemas?
–Sí, mi trabajo me permite entrenar todos los días, a veces voy directo al club con pocas horas de sueño. Por ahora me vengo acomodando y puedo estar presente siempre. Estoy en una empresa que se dedica a la venta y distribución de nitrógeno líquido, viajamos mucho visitando a clientes, por eso a veces, mientras regreso, ya me preparo para ir a practicar.

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–¿Y en laburo también hacés fuerza?
–Y... algo. En realidad, manejo, pero cuando llega el momento de descargar, cargamos termos de 50 litros.

–¿Es especial compartir la cancha con tu hermano?
–Sin dudas, creo que a cualquier persona que haga deporte, la actividad que sea, poder compartirlo con su hermano es algo inolvidable.  Es de lo más lindo que me tocó en el club, poder defender la camiseta del primer equipo con Lucas al lado.

–¿Si hay puteadas se sigue en la mesa familiar?
–Alguna que otra discusión hemos tenido, je. Siempre la ligan mamá o nuestras hermanas, pero todo queda en la cancha y se termina.

–¿Llegaste al club por una prueba en el colegio?
–Sí, en esa época se promocionaba el rugby en las escuelas de Cañuelas. Martín Gutiérrez, ex jugador y amigo, nos convocó a varios y de todos terminé yo. Nunca había hecho nada, más que jugar a la pelota. 

–¿Cuál es tu mayor deseo con Las Cañas?
–Mi anhelo es ascender con el club, es algo que busco y que me encantaría que se dé. Desde que estoy acá, ya tuvimos dos partidos definitorios para subir y lamentablemente no se dio. Pero dicen que la tercera es la vencida, así que vamos por la gran chance.

–¿Y en el rugby?
–Poder seguir disfrutando este deporte en este club, con amigos, toda la familia y mis sobrinos. No me puedo quejar. Acá soy muy feliz.

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