A diecisiete años de haber debutado como piloto, tras haber sido navegante de Sergio Calderaro, aquel pibito de pelo largo que manejó por vez primera su cafetera dorada en el marco de la Clase A del TC Roqueperense ya es un experimentado piloto.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente desde entonces siendo Guillermo Silva Amaro quien, no obstante, sigue apostando por su pasión por los fierros de competición, y que comparte con toda la familia, realizando nuevas modificaciones sobre su máquina que desde lo estético parece ser otro auto y no aquella cafetera dorada de los primeros tiempos, cuando llevaba un Ford como planta impulsora.

Modificaciones
De cara al GP Coronación de la pasada temporada el auto del barrio La Finaco fue objeto de una serie de modificaciones en el tren delantero incorporando nuevos anclajes dando interesantes resultados en pista.
En la actualidad la máquina se encuentra en Luján, en el taller de Franco Licalzi quien, cabe recordar, ya formó binomio con Silva Amaro en 2019.
Aquellos trabajos están siendo complementados ahora con otros llevados a cabo sobre el tren trasero.
De hecho, se modificaron los anclajes incluso con la ‘V’ corrigiendo algunos valores en sintonía con los nuevos amortiguadores.
Por otro lado se hizo hincapié en el diferencial y el cardan después de constatar en el rolo una considerable pérdida de potencia.
Del mismo modo y en lo que hace a la jaula, la misma está siendo modificada en su parte posterior por lo que la cafetera ahora ostentará una silueta similar a los habituales chasis del TC Bonaerense.
“El auto está prácticamente listo y solo falta el motor que es en lo que empezábamos a trabajar aunque con todo este panorama no lo podemos hacer dado que se paró todo, la rectificadora no trabaja así que nosotros no podemos seguir adelante”, comentó el piloto a El Ciudadano.
“Hay que ver qué pasa con todo esto para recién entonces ver cuándo sería la primera fecha, aunque con Franco (Licalzi) decidimos no ir a correr sin antes probar para ver si los cambios realizados son suficientes o hay que corregir nuevos valores pensando en tener un auto de punta”.
Cabe recordar que el TC Bonaerense tenía todo dispuesto para abrir la temporada 2020 en el circuito de Arrecifes aquel domingo 15 de marzo, cuando el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” no había sido aún dispuesto son embargo, de modo preventivo, la categoría decidió levantar la fecha.
No obstante y como se citó en el artículo publicado en la pasada edición que tuvo como protagonista a Matías Silva Amaro, el equipo del barrio La Finaco de antemano había decidido no terminar las dos cafeteras para ese día puesto que se superponía con un evento familiar de trascendencia.