Ya su cara no resulta conocida para los vecinos. Minutos después de las 21 pasan por su casa realizando la recolección de residuos. Son precisos, activos y más de una vez se cruzan un saludo con el vecino. Pero a partir que se encuentran enfundados en trajes de pies a cabeza y con barbijos no se sabe quién está detrás de esa nueva ropa de trabajo.
Desde el mes pasado los recolectores están más cuidados con su tarea ajetreada de juntar la basura.
Desde el área de Servicios Generales de la Comuna comentaron a este semanario que las ropas blancas con capucha y barbijo, además de guantes, se incorporaron ante la declaración de la pandemia “para estar más protegidos, a mejor resguardo”, destacaron.
Se tratan de más cuidados por los trabajadores que tocan la basura de cientos de casas y comercios a diario.
El COVID-19, como se lo conoce en el mundo al virus que generó la peor pandemia en años, expuso a unos oficios, trabajos y profesiones más que otros. Y los recolectores de residuos quedaron en la primera línea de batalla para enfrentarse con el virus.

Regadores como desinfección
En tanto se continúan desarrollando labores de prevención, intensificando los trabajos de desinfección en accesos y sectores de mayor tránsito de personas, a cargo del municipio.
El pasado sábado comunicaron desde la Comuna que se prosiguió con la tarea de desinfección en Los Aromos, barrio Obrero, Hipotecario y Primero de Mayo, y en las localidades de Vicente Casares, Alejandro Petión y Uribelarrea.
Recordaron que se viene llevando adelante trabajos manuales de pulverización en el casco urbano, barrios y localidades como forma de prevención del coronavirus, a lo que se sumó un servicio con camiones regadores cedidos por la empresa Ingevial, donde el regador con una solución de agua y cloro desinfecta las principales calles y sobre todo los accesos más transitados. Además indicaron que las tareas van a continuar en barrios y localidades, sumando además tractores y regadores del parque vial municipal.