Alejandro Tozzi, ingeniero agrónomo: “El déficit hídrico nos pasa factura”

Si bien se esperaban precipitaciones de variada intensidad para la semana pasada, para gran parte del sector que trabaja con cultivos la falta de humedad y la alternancia de temperaturas altas y bajas condicionan el progreso. Esta coyuntura, sumada a la aparición de plagas y enfermedades, golpean –por ejemplo– al girasol, cuya siembra se inició semanas atrás. Según el reciente relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 46,2% de las 6,1 MHa implantadas informa una condición hídrica regular/seca.
El Ciudadano dialogó al respecto con el Ingeniero Agrónomo Alejandro Tozzi y el panorama en la región de la Cuenca del Salado no escapa a la realidad que viven todos los productores, aunque en otra escala, claro.
“El panorama hídrico está bastante complejo, en estos momentos estamos apuntalándonos para la gruesa y hoy se apuesta todo a una sola fecha de siembra y diversificar o postergarlo para una siembra más tardía”, comentó Tozzi, quien además apuntó detalles sobre el factor de escasa (o nada) agua en toda la región.
“En los últimos años, el déficit hídrico nos está pasando factura, ya que no tenemos recarga en el perfil ni napa tampoco, por eso estamos muy pendientes de lo que vaya a caer de agua este fin de semana. Es verdad que donde haya lotes que puedan tener algo de napa, la cosa es lograr que el cultivo se cuelgue de eso y pueda subsistir. Lamentablemente, gran parte de ese recurso ya se nos fue y esperamos a las precipitaciones para iniciar con el cultivo”, reflexionó.
En cuanto a esta zona, el trigo vive una etapa de transición, diferente a lo que sucede en Chivilcoy o Chacabuco, donde no están tan bien. Por otra parte, están mejor que en esta zona los trigos que se están trabajando en San Miguel del Monte y General Belgrano, aunque en los últimos días al cultivo lo castigaron las últimas heladas. Por eso no tuvieron desarrollo y el daño fue importante en el área foliar.
Tozzi aseguró que “con la gruesa hay que esperar si viene lluvia el fin de semana y lotes barbechados con tiempo”. Y añadió: “El buen manejo es importante, pero la lluvia ahora también lo es más. Es un año en el que tenemos que hacer foco en los temas abióticos. Sabemos que la sequía es algo que no podemos revertir, pero sí se le pueden dar las herramientas al cultivo para que mitigue ese efecto en el arranque, básicamente en el enraizamiento con mayores bocas y que pueda nutrirse mucho más rápido y absorber más rápido el agua. De esta manera, el cultivo se podría establecer lo antes posible”.
Respecto de los productores, confirmó que están más cautos a las formas de manejo, ya que vienen de un tercer año consecutivo con este problema de falta de agua. Aunque otro mundo aparte es el de los cambios de reglas de juego, los productores tienen que liquidar para poder continuar con la siguiente campaña. Por ello, a veces lo hacen anticipadamente y otras, en el momento que necesita el dinero para cubrir costos y gastos, sumado a que tuvieron muchas fluctuaciones y mal vendieron. Además, la coyuntura obliga a comprar insumos caros y otros productores se vendieron bien, pero igualmente adquirieron insumos caros.
“Hay también otros casos donde los productores vendieron lo que tenían y el rendimiento estuvo con pérdidas de hasta un 60 por ciento, ya sea por mal aprovechamiento o por adelantarse en las ventas”, manifestó.
“De todas maneras, y a pesar de los inconvenientes, el productor tiene que seguir produciendo, aunque ahora vienen más cautos con las inversiones y todo lo que es la gruesa ya lo tienen comprometido, el productor siempre va a apostar para más adelante porque esa es su esencia”, puntualizó Tozzi.