La Cámara Argentina de Feedlot se queja del dólar soja

El Ciudadano Campo 15 de septiembre de 2022 Por El Ciudadano
“Todo esto, más que ganancia, nos genera pérdida", dice Juan Carlos Eiras, vicepresidente de la CAF en la charla con El Ciudadano. Asegura que la medida del Gobierno repercutirá negativamente en las empresas ganaderas.
Foto Página 11
Eiras. El vicepresidente de la CAF cree que los sojeros, que también venden maíz, no necesitarán liquidar ese producto.

Con el anuncio y puesta en marcha del dólar soja durante el mes de septiem­bre, la industria dedicada a la producción de engorde intensivo no la pasaría para nada bien. La balanza co­mercial con la que venían trabajando entre la compra de insumos (derivados de la soja para la alimentación de los animales) y el resultado final de venta, no le daría valores positivos ni mucho menos, algún margen de ganancia a la caja de dichos establecimientos. 

De por sí, el margen de ganancia en la industria del engorde a corral de gana­do vacuno ya es muy fino (casi siempre lo fue) y al hecho propio de acomodar los números con los sojeros para que la caja del Estado cierre de alguna manera en forma positiva, le desajusta al mismo tiempo la balanza a otros sectores de la indus­tria que trabajan con el de­rivado de la oleaginosa. 

En ese contexto, esta nueva paridad cambiaria, aumentó inmediatamente un 43% el precio doméstico de la soja y sus derivados y provocaría una retención del cereal (otro insumo que se utiliza como alimento), por lo conveniente que les resulta a los agricultores aprovechar el beneficio de vender al actual dólar soja. 

El vicepresidente de la Cámara Argentina de Feed­lot (CAF) y propietario del Feedlot ‘Los Vaqueros’,

 Juan Carlos Eiras, dialogó con El Ciudadano respec­to del impacto en el engor­de a corral que provocaría el actual dólar soja. Y ase­guró que, como toda medi­da asimétrica direccionada a un sector tan específico, pero con un diferencial tan importante como un 43% en el valor, va a traer un im­pacto, sobre todo mayor, en los cerdos y las aves. Sobre todo, en términos de la uti­lización de la harina de soja para las dietas, además de arrastrar a otros subproduc­tos, los que hoy utilizan en la industria del intensivo, con lo cual va a tensionar precio y volumen de oferta. 

Por otra parte, Eiras co­mentó: “El actual produc­tor de soja, también lo es de maíz, por lo que si va a vender un volumen adi­cional de soja para aprove­char esta situación, no va a vender maíz en septiembre y en octubre, ya que no va a tener necesidad de hacer caja para cubrir su presu­puesto vendiendo más. Se va a cubrir holgadamente con la venta de soja”. 

Y amplió: “Ahí está el problema, ya que una cosa es un peso más o un peso menos, pero otra muy dis­tinta es cuando la disponi­bilidad desaparece como oferta, entonces aprove­chan y aparecen aquellos que te venden con un so­breprecio importante. Ese es el efecto más negativo para las tres industrias in­tensivas de pollos, cerdos, vacunos y también, el tam­bo”. 

Bajo esta coyuntura, todo impacta en el resul­tado final (la ganancia), a lo que se suma la baja que sufrió el gordo de mayo a la fecha y la inflación. 

Eiras, que sabe mirar el engorde con ojo clíni­co, aseguró al respecto: “Como feedloteros, no so­mos formadores de precio, con lo cual no va a cambiar el precio hacia el matari­fe de consumo o el de la cuota 481 de exportación. Nosotros tenemos que ab­sorber un aumento de cos­tos teniendo en cuenta que hoy los valores del gordo son muy pobres”. 

Y enfatizó: “La baja de precios de mayo a la fe­cha (con relación a la in­flación), impacta en las ganancias sin necesidad de que se modifique nada, seguimos entregando no­villos con precios que no se condicen con la reali­dad de precios relativos ni con la evolución que ellos tendrían que tener respec­to de lo que pagamos por la invernada, que es nues­tro principal insumo. Todo esto, más que ganancia lo que nos genera es pérdida”, concluyó el dirigente de la ciudad de Lobos.

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