Nicolás Iñiguez se dio el gusto en el banco de Independiente

Deportes 12 de agosto de 2022 Por Jonatan Pedernera
El ex volante del ‘Tambero’ lo dirigió en todas sus etapas: infantiles, inferiores y Primera. Luego de armar la base del equipo que ascendió a la ‘B’, continuó su carrera en el Rojo de Avellaneda, donde es colaborador de Juan José Serrizuela.
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En Santa Fe. Nicolás Iñiguez, el lunes en el estadio Brigadier López. Independiente le ganó 3 a 0 a Colón.

A Nicolás Iñiguez le sienta bien el rojo. Luego de formarse en Cañuelas, el entrenador recaló en Avellaneda, donde oficia de ayudante de campo de la Cuarta División y Reserva junto a Juan José Serrizuela y Leonel ‘Toti’ Ríos, campeones con Independiente en 2002. Luego de la crisis institucional que derivó en la salida de Claudio Graf, tuvo su chance en Primera División a la espera de la llegada de Julio Falcioni. Y la presentación fue a lo grande: el equipo ganó 3 a 0 ante Colón y ‘Nico’ estuvo activo ante el equipo del ‘Huevo’ Rondina, otro con pasado en el ‘Tambero’. 

Iñiguez hizo los deberes y no la tuvo muy fácil. Debutó como jugador en Cañuelas en la Primera ‘C’, durante 2008, en un equipo plagado de juveniles. A fuerza de su carácter (era un volante de marca), se ganó un lugar entre los hinchas. También estuvo en Claypole y Central Ballester. Pero la docencia era lo suyo, por eso colgó los botines para calzarse el buzo a los 28 años.  

Pizarra en mano, inició su ciclo como ‘profe’ de los más chiquitos, con un breve paso por EFIC, hasta llegar a dirigir a la Reserva del ‘Albirrojo’. Su trabajo tuvo recompensa y el entonces entrenador, Roberto Sosa, lo sumó al cuerpo técnico en 2018. Tras la salida del ‘Pampa’ asumió en la Primera con Gonzalo Márquez y le dio forma al plantel que salió campeón en el Apertura 2019 y que luego ascendería a la Primera B. Por un cortocircuito con la dirigencia, la dupla interrumpió su trabajo, pero Iñiguez siguió mentalizado en hacer su propio camino. 

A los 33 años, recibió el llamado de Independiente para sumarse al equipo de Serrizuela y ahí nomás comenzó a trabajar en inferiores y Reserva. Y en el medio de una tormenta deportiva, debutó en el fútbol grande con el cuerpo técnico interino y festejó como en su época de jugador. 

–¿Cómo fue la experiencia de sentarse en el banco de un grande?  
–Fue algo hermoso. Estoy muy contento por la oportunidad, a pesar del momento que está pasando el club. Había que dar una mano y por suerte estuvimos a la altura. 

–¿Sintieron la presión en estos días?  
–No, hablamos mucho con los chicos, les dijimos que disfruten, que son muy importantes y que defienden una camiseta con historia. Aprendieron rápido el mensaje, que fue simple, no pedimos nada de otro mundo. 

–¿Cuál es tu función?  
–Lo mío, básicamente, se enfoca en la metodología de entrenamiento. En base a su estrategia y pedidos, yo me encargo del diagrama de los trabajos. De todas formas, hablamos entre todos. 

–¿Hay mucha diferencia en el manejo de un equipo de Primera y el Ascenso?  
–La verdad que no. Obviamente, acá están todas las comodidades, todo lo que uno necesita. Pero después no hay diferencias. Los jugadores siempre me trataron muy bien y con mucho respeto. 

–¿Cómo te fuiste de Cañuelas?  
–Terminé mi función muy tranquilo. Hice bien las cosas, tomé decisiones cuando tenía que tomarlas y cuando me tocó irme, salí con la cabeza grande respetando mis valores. Cañuelas no es un club más, es un lugar que me formó como jugador y como entrenador. Fue una etapa muy linda, arrancamos antepenúltimos y terminamos como campeones. 

–La gente se llevó los mejores recuerdos, ¿pensás en la vuelta alguna vez?  
–Sí, siempre que me necesiten, voy a estar. Tengo un sentido de pertenencia muy importante con el club, siempre transmitía eso a los chicos y a los jugadores que me tocó dirigir. 

–¿Qué recordás de tu época de jugador?  
–Fue una etapa de mucho aprendizaje. Fueron años duros, yo arranqué en la ‘C’ y afrontamos el golpe del descenso. Nos rodeamos de gente de experiencia, como Mario Alegre y Walter Fonseca. Ellos fueron marcando el camino. Y bueno, después me picó el bicho para dirigir y el técnico se fue comiendo al jugador. 

–Pensando en lo que se viene, ¿te vas a quedar a trabajar en las Inferiores de Independiente? 
–Sí, en principio tengo contrato hasta enero del año que viene. Estoy tranquilo, a la espera de lo que hará el próximo cuerpo técnico. Por las dudas, ya habíamos preparado toda la semana de cara al duelo de mañana contra River. Ojalá le vaya bien a Falcioni.

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