Cómo cuidarnos y reforzar nuestro sistema inmunológico

Salud y Bienestar 27 de mayo de 2022 Por PROF. Anabella Lucione (*) 
Seguimos en pandemia y con el frío llegan más enfermedades, entre ellas, el Covid-19 que afectó durante los dos últimos años a todo el mundo. Más allá de la vacunación y el protocolo vigente, hay otras recomendaciones a tener en cuenta.
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Tal como fue anunciado la semana pasada, la cuarta ola de Covid-19 se está mezclando nuevamente entre nosotros. Si bien ya conocemos todos los cuidados y contamos con las vacunas, muchos se han relajado y esto podría ser un eslabón débil en esta nueva lucha contra el virus.

-Distanciamiento social, mantenerse a 2 metros de otras personas cuando salís y evitar reuniones en lugares cerrados.

-Mantener la higiene de las manos lavándolas regularmente con agua y jabón o colocando alcohol en gel. Para reducir eficazmente el desarrollo de microorganismos en las manos, el lavado debe durar al menos 40 a 60 segundos.

-Cubrirse la nariz y la boca con el pliegue interno del codo o usar un pañuelo descartable al toser o estornudar.

-Usar el cesto de basura más cercano para desechar los pañuelos utilizados.

-Limpiarse las manos después de toser o estornudar.

-Limpiar periódicamente las superficies y los objetos que usás todos los días.

-Ventilar todos los ambientes de tu casa y de los espacios de trabajo (mínimo una hora). 

-Usar tapaboca o barbijo casero si tenés que salir de tu casa, o al menos en lugares cerrados o muy concurridos.

Cómo reforzar nuestro sistema inmune

Equinácea (Equinácea purpurea L)

Es una planta conocida tradicionalmente por potenciar el sistema inmunológico y contribuir a prevenir infecciones. El propóleo es un producto natural obtenido de las colmenas de abejas, muy usado para reforzar el sistema inmune y actuar como antiséptico.

Está contraindicada en casos de enfermedades sistémicas progresivas como la tuberculosis, enfermedades del sistema inmunitario, esclerosis múltiple, SIDA, infecciones por VIH y otras enfermedades inmunitarias.

Si tiene alguna de estas enfermedades, no debe consumir equinácea o consulte con su médico.
Vitamina C

Específicamente, promueve la función de los neutrófilos, los glóbulos blancos que ayudan a curar los tejidos dañados y combatir las infecciones. A su vez, esto ayuda a brindar una mayor protección al acelerar la respuesta de nuestras células inmunes.

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Dormir bien
El buen dormir, descanso apropiado, está estrechamente vinculado a nuestro sistema inmune.
De hecho, no dormir bien o tener un sueño de mala calidad está vinculado a una mayor susceptibilidad a la enfermedad.

En un estudio realizado con 164 adultos sanos, los que dormían menos de 6 horas cada noche eran más propensos a resfriarse que los que dormían 6 horas o más cada noche.

Descansar bien puede fortalecer tu inmunidad natural. Además, podés dormir más cuando estás enfermo para permitir que tu sistema inmunitario combata mejor la enfermedad.

Los adultos deberían tratar de dormir 7 horas o más cada noche, mientras que los adolescentes necesitan de 8 a 10 horas, y los niños más pequeños y los bebés hasta 14 horas.

Comer más grasas saludables
Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el salmón, pueden aumentar la respuesta inmune de tu cuerpo a los patógenos, disminuyendo la inflamación.

Si bien la inflamación de bajo nivel es una respuesta normal al estrés o a una lesión, la inflamación crónica puede suprimir el sistema inmunitario.

El aceite de oliva, que es altamente antiinflamatorio, está vinculado a un menor riesgo de afecciones crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a tu cuerpo a combatir las bacterias y los virus dañinos que causan enfermedades. 

Mantenerse hidratado
La hidratación no necesariamente te protege de gérmenes y virus, pero prevenir la deshidratación es importante para tu salud en general.

La deshidratación puede causar dolores de cabeza y dificultar el rendimiento físico, la concentración, el estado de ánimo, la digestión y la función cardíaca y renal. Estas complicaciones pueden aumentar tu susceptibilidad a enfermarte.

Cuanto más nos cuidamos, mas prevenimos el avance de este nuevo brote. Y como decía mi abuela, mejor prevenir que curar. No es momento de descuidarse.

Ningún consejo reemplaza la consulta a su médico de cabecera.

Donar sangre
Mantener un suministro de sangre adecuado es vital para la salud pública, incluso durante una pandemia.  Los donantes de sangre ayudan a pacientes de todas las edades y tipos, por ejemplo, víctimas de accidentes o quemaduras, pacientes de cirugía cardíaca y trasplante de órganos, y a aquellos que padecen de cáncer y otras afecciones potencialmente mortales. Si bien esto no está dentro de los cuidados, lamentablemente la donación de sangre bajó mucho durante el pico de la pandemia y, aún hoy, seguimos al límite de las reservas.            

(*) Maestra de Reiki Usui, Karuna y Kundalini. Gemoterapeuta y armonizadora. Especialista en magnetoterapia. Terapeuta péndulo hebreo.

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