Sergio Romero (49 años) continúa detenido acusado del femicidio de Susana Graciela Castillo (44), asesinada a golpes el pasado 1° de mayo en su casa del barrio La Verónica. Con varias denuncias en su contra, por violencia de género y otras causas penales, podría afrontar pronto un juicio oral.

En los últimos días, el implicado se negó a declarar ante el fiscal Javier Berlingieri y, por el momento, el titular de la UFI Nº 1 analiza solicitar la elevación de la causa a juicio oral, ya que tiene demasiadas pruebas para certificar que el peón de albañil mató a su pareja, madre de 15 hijos y con quien tenía una relación sentimental.

El crimen ocurrió en la mañana del Día del Trabajador, en una vivienda de San Juan y Tristán Suárez. Según pudo reconstruir El Ciudadano, Romero la asesinó mientras dormía, utilizando una maza de 5 kilos, lo que le provocó un “traumatismo severo de cráneo” y “fractura de la base del cráneo”.

Luego de cometer el brutal crimen, Romero tapó a su pareja con una frazada y una campera. Dos o tres horas más tarde fue encontrada por su hija de seis años, quien creyó que su mamá dormía.

Tras cometer el crimen, Romero agarró su mochila y salió de la propiedad a bordo de una bicicleta color celeste, su medio de transporte habitual. Luego, fue hasta la casa de su hermano, se cambió la ropa e intentó fugarse de la ciudad en el mismo rodado. Se sabe que el hombre tenía dinero de un trabajo de albañilería que había cobrado días antes, por lo que se presuponía que podría haber viajado a otra provincia.

Luego de tres días de intensa búsqueda, las informaciones brindadas por las autoridades sostuvieron que las Cámaras del Centro de Monitoreo Municipal de Cañuelas fueron la clave para dar con el presunto femicida, quien fue capturado en un terreno ubicado dentro del campo Santa Elena, a unos 1.300 metros de la Ruta 3.

Al día siguiente, Romero fue indagado por el fiscal, pero se negó a declarar. Fuentes judiciales indicaron que la instrucción de la causa estaría concluida casi en su totalidad, y que sólo resta incorporar la ficha de antecedentes.

Vale destacar que Castillo había denunciado a Romero en los años 2019 y 2021, por amenazas y lesiones agravadas, e incluso llegó a tener una restricción perimetral que no le permitía acercarse a la víctima.

“Susana y Sergio se conocieron hace aproximadamente cinco años. No tenían una relación estable como pareja y tampoco convivían. Pero iban y venían, ya que tenían una hija en común que tiene 3 años”, manifestó Silvia, hermana de la víctima. “Nosotros sabíamos que él era violento y que siempre le pegaba a mi hermana. Incluso, tenía una perimetral porque una vez le dio un ‘tenazazo’ que casi la mata”, contó.

En ese episodio, uno de sus hijos intervino para defender a su madre. La situación fue denunciada ante la comisaría de la mujer, pero el hombre le juraba que “iba a cambiar” y le suplicaba perdón luego de cada acto violento que tenía sobre ella.

“Le pegó reiteradas veces. Nosotros le pedíamos que no siga con él, pero Sergio le decía que la quería, que iba a cambiar, que lo disculpara, y ella lo perdonaba. Pero siempre fue celoso. Hubo un tiempo en el que estuvieron separados tres meses, en donde ella no le hablaba, y después volvieron”, contó la hermana de la víctima.

Incluso, su ex pareja también lo había denunciado por violencia de género en el 2015 y en 2016. Además, según fuentes cercanas al expediente, Romero acumula otros antecedentes por cuatrerismo y tentativa de robo agravado.

Por el momento, el imputado permanece detenido en la dependencia policial de Cañuelas. En los próximos días se espera que se dicte la prisión preventiva, con lo cual Romero será alojado en una unidad carcelaria hasta el juicio oral y público. El final sigue abierto.