En la plaza San Martín por Romina Ruiz Díaz y otras víctimas de femicidio

Policiales 25 de marzo de 2020 Por El Ciudadano
Importante marcha en reclamo por el hecho de la joven del barrio Peluffo. Familiares de la víctima caminaron desde la plaza San Martín hasta la Comisaría y la Fiscalía 1. Participaron algunas dirigentes, funcionarias y políticas, con vecinos y víctimas de delitos.
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Durante la masiva marcha se exigió el esclarecimiento del femicidio de la madre de tres chicos.

Más de 400 personas marcharon por las calles luego de verse conmovidas por el femicidio de Romina Ruiz Díaz en la tarde del viernes 13. La mujer que vivía en el barrio Peluffo,  fue acuchillada por su pareja y en presencia de los tres hijos menores del matrimonio. Por el crimen está detenido Mauricio Wilvers, pareja de Romina.
El caso conmocionó a la comunidad y movilizó como nunca se había visto en las calles céntricas por este tipo de hechos. En otras ocasiones no había alcanzado a mucha gente, y era un puñado de allegados de la víctima lo que se movilizaba. Pero este viernes, con carteles, pancartas y fotos se hizo una importante manifestación, integrada en su mayoría por jóvenes mujeres, funcionarias, militantes, activistas y vecinas, además de víctimas de delitos.  
Entre los que marcharon hubo testigos del caso, que aportaron algunos elementos que podrían inculpar aún más al único responsable del suceso. Se trata de gente que ingresó a la casa de Pueyrredón 435 y trató de parar las heridas de la víctima. Se supone que hubo más personas que podrían aportar datos, pero hay miedo en el barrio Peluffo. “Vivimos con miedo y no está bueno vivir así”, proclamó una estudiante que conversaba con otra chica antes de encarar la columna.
La marcha se organizó en cuestión de horas y se concentró en el busto del Gral. San Martín para dirigirse a la Comisaría Primera y a la Fiscalía 1. Pasadas las 19, se largó la columna que bajó de la plaza por Libertad para luego tomar calle San Martín. Las manifestantes hicieron oír sus palmas a lo largo de la concentración y luego con los nombres de algunas de las víctimas de este tipo de hechos delictivos.
La marcha fue convocada por la madre de Agustina, otra joven de Alejandro Petión muerta en manos de su ex novio en una casa de Máximo Paz, durante octubre de 2018. Después de balearla, el muchacho apareció ahorcado y la escena del hecho tuvo algunos detalles que hacen pensar que se quiso desviar el caso.
‘Justicia por Romina’, decía la bandera que encabezo la movilización. ‘Nos quitaron todo menos el miedo’, proclamaba un cartel. ‘Pena de muerte’, exigía otra pancarta. Y fotos, varias fotos con el rostro de adolescentes y jóvenes.
Una joven leyó frente a la fiscalía que interviene en el crimen y destacó que en transcurso de este año se registraron más de 70 femicidios en el país. “A una gran parte de la sociedad le interesa un contagio de un virus o si un partido de fútbol se detiene, y nuevos chistes por compartir. Cuando en la Argentina hay que estar más prevenido por ser mujer que coronavirus”. Más adelante destacó que los estos actos de muertes violentas “duran unas horas en los medios o un día como máximo. Después surge otro caso. A diario algunos toman la situación como chiste y empiezan a hacer preguntas de dónde estaba la madre cuando la niña fue atacada o cómo estaba vestida”.  Además dijo que “diez pibes matan a otro fuera del boliche y cuestionan si eso fue culpa del machismo. Acá la cultura es que el más hombre es el que golpea más duro”.
Detrás de ellas, “Romina, presente, ahora y siempre”, corearon todas.

“Les arruinó la vida”
Mariana, Ivana, Bárbara y primas de  Romina asistieron a la marcha y luego respondieron algunas preguntas durante una rueda de prensa al finalizar la movilización. “Queremos que tenga justicia este hombre y resulte condenado. Lo que hizo fue delante de los chicos. Les arruinó la vida. Ojalá que Dios les de fuerza para seguir con la crianza de esos chicos a la hermana de Romina. La beba todavía toma el pecho. Y el más grande de 14 años dijo que no pudo hacer nada frente a la fuerza de su padre”, expresó una prima.
 En otro momento la pariente aseguró que Romina no contaba lo que pasaba con su marido y que había tenido golpes en su cuerpo con anterioridad. “Del miedo creo que nunca se animó a denunciar, ni hablarlo. Creo que era algo enfermizo esa relación. Dejó de trabajar para los hijos y él la aislaba, pero parece que ella lo amaba. Se trata de un enfermo que la encerraba. No podíamos tener trato con él y hacía que solo tuviera relación con los parientes de Mauricio”.
Otro familiar recordó que al ser parte de una iglesia evangelista “lo iba a poder cambiar a él. Había dejado la iglesia y después volvió”.
Entre otros aspectos, las familiares sostuvieron que hubo intentos para volver a Isidro Casanova de donde son oriundos, “pero creo que porque la tenía amenazada no se volvía y lo hacía poniendo a  los hijos en el medio, que esperemos que ahora se queden con familiares nuestros, no con la familia del asesino, que les quitó la madre”.
También mencionaron que el acusado sería un mantenido por Romina, quien lo último que hizo fue vender productos de limpieza.

Leandro Barni

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