Desgaste, ninguneo y falta de apoyo, los motivos del portazo de Roncoli

Deportes 19 de abril de 2022 Por LIC. Matías Folgueira
Cansado de las dificultades para conseguir sponsors y el tiempo que le demandaba conducir el club, el presidente presentó su renuncia. Estuvo casi una década al frente. Lo reemplazará el vice 1°, Oscar Zanabone. Todos los detalles.
Daniel Roncoli
Roncoli, en Cañuelas, donde estuvo 9 años al comando de la institución. Foto Martín Aleandro.

La bomba estalló el martes, en plena madrugada y a través de las redes sociales. Daniel Roncoli renunció a la presidencia de Cañuelas. 

No fue una sorpresa para aquellos que estaban familiarizados con la vida interna del club. Hacía rato que el dirigente venía madurando la idea de pegar un portazo.

Roncoli asumió la presidencia hace nueve años, casi sin querer. Entonces, Daniel Lespada, la cara del grupo de gente que pretendía hacerse cargo de la institución, decidió apartarse por cuestiones personales.

Desde entonces, Roncoli asumió una presidencia full time que si bien le permitió al club crecer en todo sentido, no solo en lo deportivo sino también en lo institucional, en lo social e incluso en lo simbólico, fue en detrimento de su vida privada. 

Si bien el ‘tambero’ es un club presidencialista, Roncoli se encargaba prácticamente de todo. Lo acompañaba por su grupo de trabajo, es cierto, aunque no en el mismo grado y con la misma intensidad.

El periodista y escritor, de este modo, debía ocuparse desde gestionar apoyo económico hasta lavar la indumentaria del fútbol femenino en su propia casa.

Todo eso implicó un desgaste que, con el paso de los años, se tornando en insoportable.

Con la energía de los primeros años, enfrentar adversidades o cumplir una y mil funciones es una cosa, pero tras casi una década al frente del club, la tarea se hizo difícil de aguantar.

“Mi determinación tiene que ver con el ánimo, la salud, el esfuerzo. Fue dedicación full time durante muchos años y no fue productivo en lo personal. Eso me ha generado varios problemas. Lo estaba sintiendo, además, en el cuerpo y mi presencia no es imprescindible en este momento”, afirmó Roncoli, en diálogo con El Ciudadano.

Por otro lado, el crecimiento exponencial del club necesita un acompañamiento desde lo económico como para acompañar y sustentar todos esos logros. Y este es otro escollo que pegó fuerte en el ánimo de Roncoli.

En este caso, el tema no pasó por la típica dificultad que existe en todo ámbito para conseguir el presupuesto, sino por la falta de respaldo e, incluso, por el “boludeo” ejercido por muchos o varios empresarios. Naturalmente, los hombres de negocios no tienen la obligación de apoyar a la institución, pero en todo caso con un “no” se acortan caminos y se evita la pérdida de tiempo, que esa que viene acompañada de rabietas y “mala sangre”.

Roncoli se refirió a este punto, justamente, en la charla con el semanario. “Lo económico es lo más concreto, pero uno no siempre va a buscar apoyo de bolsillo; también, busca sentirse acompañado. Pusimos la marca Cañuelas a nivel nacional y no todos toman conciencia de lo que eso implica. Y cuando uno siente muchos desaires se va quedando sin energía”, sostuvo el ex presidente.

“Ultimamente estamos encontrando muchos ‘no’, se cierran muchas puertas y creo haber llegado al millón de portazos. Al principio, uno se siente de una forma y luego de tanto tiempo, de otra, al punto que ya me afecta de manera personal. Cuando te ningunean reiteradamente, o al menos uno siente que eso pasa por el cansancio acumulado, sacándole tiempo a la familia, todo se hace más pesado”, puntualizó.

Roncoli no sólo desatendió su faceta personal; también, la profesional, lo que le provocó problemas financieros.

Al dedicarse ciento por ciento al club, sin cobrar un sueldo, no pudo dedicarse a trabajar. 

El propio Roncoli, en la carta publicada en las redes sociales, se refirió a la naturaleza polifacética de su renuncia: “No hay una razón única que avale esta decisión, las cuestiones son muchas, pero para tratar de ser sintético podría decir que, para mí, gestionar este tipo de clubes, con su enorme peso cultural, su tradición y su compromiso social, es el arte de lo imposible”.

Respecto a su situación económica en aquellas mismas líneas, Roncoli agregó: “En este tiempo mi patrimonio personal no creció en ningún aspecto, sufriendo sí, un deterioro por el desgaste lógico y la imposibilidad económica de brindarle mantenimiento”.

“Decido privilegiar necesidades personales en un momento en que no hay crisis”, afirma otra línea de la carta, lo cual es una declaración más que elocuente.

Lo que se viene
Por un tiempo Roncoli seguirá ligado al club terminando de redondear algunos temas. Todavía figura como el “responsable legal” de la institución.

No obstante, desde ahora y hasta el final del mandato que será a fin de año, quedará al frente del club el hasta ahora vicepresidente 1º, Oscar Zanabone.

Una vez concluido este período se renovarán autoridades.

¿Seguirá esta misma Comisión Directiva? ¿Se formará una nueva? ¿Habrá elecciones? 

Todas estas preguntas, por el momento, no tienen respuestas.

“Hay muy buenos dirigentes, pero creo que el desgaste es para todos. No sé qué van a hacer cuando este mandato llegue a su fin, pero en términos generales el cansancio está. Esto es muy desgastante y hay muchas ingratitudes” sentenció Roncoli.

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