Enzo Trinidad: de patear la pelota en el Club Villa María a jugar en la Primera Nacional

Deportes 03 de febrero de 2022 Por LIC. Matías Folgueira
El delantero, de 25 años, es otro producto genuino del Club de Máximo Paz. Debutó en la Primera de Banfield, de la mano de Matías Almeyda. Pasó por varios equipos, pero su mayor logro fue el reciente ascenso con Flandria. Habló con El Ciudadano.
enzo trinidad foto principal RENOVANDO CONTRATO
A comienzos de enero, Trinidad renovó su contrato con Flandria. Jugará la Primera Nacional con el club de Jaúregui.

Enzo Trinidad es un producto genuino del legendario club Villa María.

Cabe recordar que, hacia comienzos de 2000, un grupo de amigos decidió construir una canchita de fútbol buscando que el club del barrio volviera a tener representación en un torneo en la faz deportiva.

Paralelamente, esta movida asumió un importante rol en el aspecto social al darle contención a pibes de Máximo Paz y alrededores mediante la práctica del deporte.

Uno de los tantos pibitos que dio sus primeros pasos en el fútbol, jugando justamente para el ‘Viya’ fue Trinidad, quien entonces pateaba la pelota en su casa hasta que su tío, ‘Calu’ Espínola, lo llevó al club. Ahí cambió todo para este delantero de 25 años.

–¿Cómo vivías el fútbol en aquella época del Villa María?
–Fue la mejor etapa que viví. Recuerdo que jugábamos los sábados y, sin lugar a dudas, ese era mi día preferido de la semana. Mi categoría jugaba, por lo general, cerca del mediodía, pero yo me quedaba hasta el final de la jornada, que terminaba tipo 20, porque miraba todos los partidos.

–¿Cuándo sentiste que el fútbol era más que un juego o un pasatiempo?
–Cuando estaba en las inferiores de Banfield. Poco a poco fui viendo cómo era todo, la competencia que había y a medida que iba pasando de categoría o divisiones iba notando cambios pero, a la vez, sentía que el objetivo estaba cada vez más cerca y que podía aspirar a cosas importantes.

–¿Cuándo decidiste intentar que el fútbol se convirtiera en tu profesión o medio de vida? ¿Hubo un momento de quiebre en ese sentido?
–Intimamente, siempre fue mi anhelo jugar al fútbol en forma profesional. Creo que ese momento de quiebre, o sea cuando sentí que esto iba a ser mi profesión en sí, se dio cuando debuté en Banfield en la Primera Nacional. Ese día sentí que el fútbol era mi trabajo y que podía vivir del fútbol.

–¿Estuviste mucho tiempo en Banfield?
–Me fui a probar a los 13 años, con edad de Novena División. Quedé en el equipo y recuerdo que, entonces, fui como sparring del plantel superior a la pretemporada de Mar del Plata. Al regresar, bajé nuevamente a inferiores, pero en marzo de aquel 2014 empecé a entrenarme con el plantel que dirigía Matías Almeyda, quien me citó para un partido con Patronato, en la B Nacional. Y ese día debuté. Luego volví a la Reserva por seis meses donde sin bajar los brazos me esforcé mucho y demostré lo que tenía que demostrar y tuve otra oportunidad. Finalmente, debuté en Primera División contra Defensa y Justicia e hice un gol. Jugué varios partidos en la Primera. Hice dos goles.

enzo trinidad ante el cfcTrinidad en el partido en el que Flandria, como local, terminó venciendo (4 a 2) a Cañuelas FC. Fue en septiembre de 2021. Entonces, estaba en juego la punta del torneo de la Primera B. El Canario terminaría ascendiendo.

–Tras haber logrado el ascenso y haber debutado en el “fútbol grande” con Banfield fuiste cedido a préstamo a Brown de Adrogué. ¿Cómo fue la experiencia en el tricolor?
–No fue muy buena. Me fui a Brown buscando continuidad, pero no la obtuve, no jugué mucho, pero aprendí muchas cosas y conocí mucha gente, amistades que conservo hoy en día.

–Tristán Suárez fue tu próximo equipo y allí la historia fue muy diferente.
–Este es un muy buen club y tengo un gran recuerdo. Es un club muy ordenado que me permitió tener continuidad y un buen rendimiento, pude pelear por cosas importantes como un ascenso, aunque perdimos en la semifinal. Aquel rendimiento en Tristán Suárez me permitió destacarme y que me vieran de Atlanta.

–Justamente en junio de 2019 firmaste con Atlanta. ¿Qué análisis hacés de tu paso por el bohemio?
–Fue un club en el que disfruté mucho. Estuvimos punteros toda la primera rueda, luego se fue el técnico (N. de R.: Alejandro Orfila) y nos agarró la pandemia. Jugamos el Reducido y estuvimos muy cerca de lograr el objetivo. No tuve mucho rodaje en la etapa final, pero me queda un recuerdo hermoso de este club.

–Flandria fue el siguiente paso y se logró el ascenso a la Primera Nacional. ¿Cómo lo viviste?
–Es un camino muy difícil, largo y con muchas expectativas. Para alcanzar un objetivo como éste es fundamental que haya unión en el grupo y que todos tiren para el mismo lado.

–¿Qué sentiste una vez que el ascenso se concretó?
–Sinceramente, en un primer momento no caía, no terminaba de comprender lo que estaba pasando. Pero poco a poco fui dándome cuenta de lo logrado y recién ahí sentí una alegría inmensa, una satisfacción muy grande. Uno piensa en todo el camino recorrido, en todas las personas que lo acompañaron a uno. Aún hoy estoy muy contento.

–En el reciente torneo de la Primera B, jugando para Flandria, enfrentaste a Cañuelas. Le hiciste un gol en la victoria de tu equipo (2 a 0) en el Arín. Más allá de ser un futbolista profesional, ¿te generó algún sentimiento particular convertirle al equipo que representa a tu ciudad?
–Era un partido importante, necesitábamos ganar para escalar en la tabla para mantenernos arriba y lo pudimos lograr.

–Con el ascenso a la Primera Nacional, ¿tuviste chances de ir a otro equipo o siempre buscaste quedarte en Flandria?
–La verdad es que tuve muchas propuestas, pero decidí quedarme en Flandria por el cariño que le tengo al club, por un lado, y porque hay nuevos desafíos en la Primera Nacional con este Flandria.

–Recientemente te sometiste a una intervención quirúrgica. ¿Cómo está la evolución?
–Los últimos partidos los encaré ya con mucho dolor en la rodilla e incluso el último lo jugué infiltrado. Tenía los meniscos de la pierna derecha rotos. Por suerte, se nos dio todo bien y logramos el ascenso en su momento, por lo que la semana pasada me operé. Ahora estoy en plena recuperación y evolucionando bien.
Como Franco Toloza, que también surgió del Club Villa María y hace 7 días se sumó a Temperley, Trinidad es otro representante del violeta. Máximo Paz tiene presencia en el fútbol de la Segunda División.

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