El pasado miércoles, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente al coronavirus una pandemia, luego que el número de personas infectadas de COVID-19 en el mundo llegó a 118.554, de las cuales 4.281 fallecieron, en 110 países y territorios, quedó demostrado que nuestro país, y el distrito donde vivimos no han sido ajenos al Coronavirus. Hasta hace 10 días, en Argentina y la provincia de Buenos Aires, la preocupación se daba más por el Dengue y Sarampión, que por el nuevo virus, del cual, poca idea tiene el mundo de donde proviene.
Al finalizar esta semana, y después de meses de inversiones millonarias, aplicación de políticas públicas, sanitarias y cambios de vida, China, país donde se originó, parece haber detenido su avance, ya que los números de contagio diario han descendido considerablemente, lo que no quiere decir que su expansión se haya detenido en Europa y otras regiones, ya que el efecto dominó que se ha generado por el movimiento de los turistas,  ha provocado que de Asia haya sido exportado a Europa, Estados Unidos y ahora Sudamérica. En el mundo se registran más de cinco mil muertos y ha mutado el epicentro de Asia a Europa.
Al cierre de esta edición, en nuestro país los más de 30 casos confirmados han sido importados de algún país de Europa y están localizados en Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Chaco. Las cifras se van actualizando hora a hora. Las víctimas fatales son dos, una de ellas en la Ciudad de Buenos Aires y la segunda en Resistencia, Chaco.
El primer caso que se conoció en argentina es en un hombre de 40 años, su nombre de pila “Ariel”, que estuvo en cuarentena internado en la clínica Agote de la Ciudad de Buenos Aires, y ya ha sido dado de alta en perfecto estado de salud.  
El sábado 7 pasado se conoció la primera víctima fatal de argentina, y Sudamérica, se trató de Guillermo Abel Gómez, un hombre de 64 años, con muchísimas complicaciones previas en su salud, ya que tenía diabetes, bronquitis crónica, hipertensión e insuficiencia renal. El mencionado regreso de un viaje a Paris, en Francia, el día 26 de Febrero. El 28  comenzó con algunos dolores y fiebre, pero recurrió al hospital porteño Cosme Argerich recién el día 4 de marzo, cuando prácticamente nada podían hacer por él. 
Este caso “despertó” a las autoridades nacionales, ya que recién ahí tomaron dimensión de lo que verdaderamente estaba ocurriendo.  Comenzaron a dar “manotazos de ahogados”, sin tener claro que mensaje bajar a la comunidad. Hasta ese momento fue el propio Ministro de Salud Ginés González García, el primero en subestimar y bajarle el precio a este drama mundial. El Ministro nacional dijo a principios de  esta semana: “Yo creí que iba a llegar más tarde, no creí que iba a llegar antes de terminar el verano, pero igual trabajamos e hicimos todo lo que teníamos que hacer”
En los últimos siete días los gobiernos de nuestro país comenzaron a unificar el mensaje, que concluyó con la aparición, por cadena nacional, del presidente de la nación Alberto Fernández, en la noche del jueves. Además de las acciones institucionales es necesario apelar, principalmente, a la responsabilidad ciudadana para que la enfermedad no se siga propagando.
En las primeras horas de la tarde, de ayer viernes, se conoció que el segundo fallecido estaba internado en una clínica de Resistencia, Chaco. César Cotichelli tenía 61 años, había viajado a Italia, regresado el último martes e internándose. Era ingeniero y profesor universitario.
En el mundo ya son más de cinco mil los muertos, el porcentaje más alto de víctimas fatales se da en los adultos mayores.
En nuestro país, más allá de las medidas y protocolos anunciados, los estados deberían dar el ejemplo en cuanto a las medidas básicas de prevención colocando, al menos, alcohol en gel en los escritorios y jabón con toallas descartables en todos los baños de las reparticiones públicas, cosa que hasta el momento brilla por su ausencia.
La responsabilidad ciudadana significa concientizar y cumplir con los protocolos que se han dado a conocer por las autoridades nacionales, provinciales y municipales.

Medidas en Argentina

-El gobierno suspendió por 30 días todos los vuelos provenientes de Estados Unidos, Europa y China. Su aplicación comienza el 17 de marzo.
-Por el plazo de un año rige la emergencia sanitaria en todo el país.
-El Gobierno ordenó retrotraer los precios del alcohol en gel al 15 de febrero y mantener su valor por 90 días.
-Alberto Fernández establecerá por DNU la cuarentena obligatoria y afirmó que “el que quiebre la cuarentena va a ser denunciado por incurrir en un delito de salud pública”.
-La Corte Suprema dispuso licencias especiales para los empleados judiciales que hayan viajado al exterior.
-El gobernador Axel Kicillof confirmó la suspensión de los espectáculos masivos y declaró la emergencia sanitaria por 180 días.
-La AFA dispuso que todos los partidos se jueguen sin público.

Medidas en el mundo

-La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo este miércoles que el coronavirus causante del COVID-19 ya puede definirse como una “pandemia”
-La Conmebol le pidió a la FIFA postergar el inicio de las Eliminatorias a raíz de la pandemia.
-La NBA suspendió la temporada porque un jugador dio positivo de coronavirus.
-Donald Trump declaró la suspensión de viajes entre Estados Unidos y Europa por 30 días.
-El gobierno de Bolivia declaró la emergencia nacional.

El mayor grupo de riesgo es el de los adultos mayores. Registran la mayor cantidad de víctimas fatales. Se les recomienda:

-Lavarse constantemente las manos con agua y jabón o desinfectante a base de alcohol.
-Salir lo menos posible de la casa, controlando además, que las visitas no tengan síntomas ni hayan estado hace poco en zonas de riesgo.
-Más cuidado en los geriátricos e instituciones que frecuentan adultos mayores.
-Cocinar bien los huevos y la carne. Evitar el contacto con animales de granja o salvajes.
-Taparse bien la boca o la nariz con un pañuelo descartable o la parte interna del codo para toser o estornudar.
-Ante alguno de los síntomas (secreciones nasales, dolor de garganta, tos, fiebre, dificultad al respirar) llamar a la línea de emergencia o médico de cabecera.