Abrió la inscripción para el primer jardín de Máximo Paz Oeste

Educación 26 de febrero de 2020 Por El Ciudadano
Fue gestionado y construido por cooperativistas de la Agrupación de Frente para suplir la carencia de vacantes en el inicio de la escolaridad y será el primer edificio con presencia del Estado en una zona muy vulnerable.
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La ECCO Infantil con los colores de la bandera wiphala.

El nuevo jardín de infantes de Máximo Paz Oeste comenzó su inscripción en el transcurso de la última semana y todo indica que el proyecto cooperativo iniciará sus actividades en el ciclo lectivo del 2020.
La localidad maximopaceña, la segunda más poblada del partido, carece desde hace años la falta de vacantes en la etapa inicial y ante esta problemática la referente de la Agrupación de Frente, Marta Ferraro, junto a un equipo de cooperativistas comenzaron con las gestiones en la Secretaría de Hábitat de la provincia de Buenos Aires para edificar un Espacio para la Construcción de Ciudadanía y Organización Social, más conocida como ECCO Infantil.
Ferraro fue concejera del Concejo de Hábitat de la provincia por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en donde participó durante varios años, allí descubrió la Ley de Hábitat y gestionó su aplicación en Máximo Paz, entre los recursos disponibles estaba la construcción de una ECCO Infantil y así comenzó el proyecto que fue edificado por los mismos vecinos de la zona, que a su vez, son parte de la organización.
La Secretaría de Hábitat provincial financió la obra con un presupuesto del 2017 a partir de las necesidades de una mesa vecinal. La ECCO Infantil la construyeron los mismos cooperativistas de la organización y cuenta con dos salas, dos baños para niños y niñas, un salón de usos múltiples (SUM), baño para adultos y otro para personas con capacidades especiales, otra sala chica y una amplia cocina.  
La subsecretaria de Hábitat y Economía Popular en el plano local y referente de la Agrupación de Frente, Marta Ferraro, enfatizó “es el primer indicio concreto del Estado en Máximo Paz Oeste. La ECCO Infantil la íbamos a manejar las organizaciones sociales pero la realidad es que Máximo Paz necesitaba un jardín de infantes. Hablamos con la intendenta, le propusimos que ahí funcione un jardín, o sea, que se haga un convenio con educación y que a contra turno sea de uso comunitario y Marisa accedió. El análisis que hicimos fue real porque las mamás con sus chiquitos cruzaban la ruta con frío o con lluvia. Además, en Máximo Paz hay pocos jardines y la matrícula es escasa”.
Con la construcción de este nuevo espacio las familias de los barrios de Máximo Paz Oeste, que debían recorrer más de veinte cuadras para llevar a sus hijos a los establecimientos educativos de la localidad, tendrán una opción más cercana para la escolaridad de sus niños. 

Cola de tornado y vuelta a empezar
A fines del año pasado cuando la construcción a cargo de los cooperativistas estaba a punto de culminar una cola de tornado levantó el techo del edificio; parecía que el proyecto no iba a concluir. Sin embargo, se llamó a la comunidad para desarrollar unas jornadas de trabajo intensivo para recuperar la ECCO.
“Cuando estaba finalizando la obra nos agarró una cola de tornado que nos llevó medio techo, estábamos terminado el cielo raso. Entonces la organización puso todos los fondos para poder terminarla. Imagínate que la obra la hicimos con presupuesto 2017 con un periodo de inflación de más del 50 por ciento”, relató Ferraro.
“Desde el día uno teníamos muy en claro que la obra se iba a empezar y terminar. La organización puso esos fondos que faltaban. Usamos los fondos propios de la cuota social, ‘de los que habla la gente’, que paga cada cooperativista para terminar. Además de toda la mano de obra gratis que pusieron los cooperativistas”.
El desastre climático no impidió que la fuerza cooperativa finalice el proyecto sino que por el contrario representó un desafío en la mancomunan de los vecinos. “La cola del tornado fue una bendición para el jardín, a pesar de ser una catástrofe. Éramos más de ochenta compañeros chocándonos para levantar ese jardín. Todos llorábamos, nos abrazábamos y todos tenían una herramienta para levantar el jardín, ese potencial lo logra una pequeña catástrofe”, concluyo la dirigente.
Si bien el predio es municipal, el establecimiento dependerá de las autoridades provinciales y se buscará que se formalice como una institución independiente y no un anexo de otro establecimiento educativo.
En la primera mañana de inscripciones se anotaron cincuenta niños y todavía hay listas de espera en otros jardines del centro de la localidad. Una vez que las autoridades municipales y provinciales concreten el acuerdo se abrirán los concursos para docentes y autoridades.
Además, se está gestionando la mejora de los accesos al barrio ante la Secretaría de Hábitat provincial y fundamentalmente el arreglo o el cambio del peligroso puente ubicado sobre la calle Combate de los Pozos, acceso principal del lugar. Un sereno de la agrupación cuidará del predio por la noche y los fines de semana.
Con respecto a la concreción del proyecto educativo y comunitario Ferraro sintetizó “el cooperativismo atraviesa mi vida, los cooperativistas, que alguna gente puede mirar de reojo, son los que mueven la economía de los pueblos. Ninguno de nuestros compañeros tiene bonos o guita en el exterior. Los compañeros laburan y ganan su salario, porque en nuestra organización se trabaja, y eso que ganan se gasta en el mercado interno. Está obra para nosotros es mágica por lo que necesitaba el pueblo y porque la hicimos de cero”.

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