Una alternativa a la agricultura de la soja transgénica, fertilizantes y pesticidas

Daniel Bareilles es desde hace más de dos décadas otro tipo de productor con su proyecto en La Garita y con la Asociación de Productores Familiares de Cañuelas y el Movimiento Agroecológico de América Latina (Maela), del que forma parte con su mujer Alicia Alem.

El Ciudadano Campo12/09/2020El CiudadanoEl Ciudadano
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El vecino Daniel Bareilles con Alicia Alem abogan por un cambio de modelo productivo.

El martes 8 se celebró el Día del Agricultor, en conmemoración de la primera colonia agrícola argentina en Colonia Esperanza, en Santa Fe, en 1856, que pronto se convirtió en referencia para esta actividad.

En momentos de tantos cambios tecnológicos y de todo tipo de crisis, Daniel Bareilles, desde su lugar en La Garita comentó el trabajo sin químicos ni transgénicos, como entender la diversidad desde la agroecología: “Ser un productor ya tiene algunos conceptos. Desde la subdivisión de las tierras y la aparición de los chacareros, hasta ahora pasaron muchas cosas, como hace más de veinte años decidimos hacer alimentos para el pueblo trabajador y que estos sean sanos. Entonces ya marcamos una diferencia con el método hegemónico que usa la tierra como un recurso y no como un bien, que maximiza los resultados de una producción, de cosecha y se vale de una batería de genética y de agrotóxicos o agroquímicos para llevar una producción, y otros que tenemos un contacto distinto con la tierra, de manera sustentable, con miras a dejar una tierra para producir y no generar commodities y exportar como grandes compañías”.

El campesino local se diferenció además para subrayar que “hay que reivindicar las luchas campesinas, que siguen los reclamos como hace tiempo, como el acceso equitativo a la tierra para producir alimentos. Es amar la producción sana, segura, que genere soberanía de los pueblos, sin dependencia de las multinacionales y de los agrotóxicos”.

Sobre esos caminos el productor local, de 72 años, destacó que “lo estamos consiguiendo como fue el mes pasado con la conformación de la Secretaría y Dirección de Agroecología, a nivel nacional; con gente formada en la universidad pública, con quienes venimos manteniendo ya antes varios encuentros. Por otro lado, a nivel provincial, Asuntos Agrarios armó Agroecología, con otro compañero. Vamos avanzando y demostrando que hay otro camino de producción, el otro camino es llevarnos a un colapso sanitario”. Bareilles recuerda que su padre tiraba DDT en el interior de la habitación “porque suponía que iba a salvar el mundo sacando a las chinches con ese producto”.

Con su mujer Alicia Alem, otra productora, y coordinadora del Movimiento Agroecológico Latinoamericano, sobre el distrito de Cañuelas dijo que “hay poca tierra para trabajar. Es muy caro alquilar y hemos retrocedido mucho. Desde hace diez años Cañuelas fue de avanzada con las producciones agroecológicas con una ordenanza que hasta fue base en otros lugares del país. Pero se sigue tirando agroquímicos en el ejido municipal, por lo que faltó poder político para llevarlo adelante y convertirse Cañuelas en un centro de producción agroecológica. Todos necesitamos comer sano, con seguridad, sin llegar en un futuro con las enfermedades por algún cáncer provocado por algún agrotóxico, que afectan además a la diversidad biológica”.

Daniel con sus compañeros y el movimiento de agroecología, además de La Garita, con la producción de verduras (que se venden en la Estación los miércoles y viernes) tienen una porción de tierra en el peaje de Ruta 3, con un tambo y fábrica de quesos, gallinas, cerdos y patos. También en la quinta de José López (sábado y domingo hay venta) promueven este cambio de prácticas agrícolas.

Su labor cooperativa se complementa además con la docencia, por la que formaron una escuela secundaria rural en El Deslinde, donde cursan 90 alumnos en el CEPT 33. Y por otro lado desde hace cuatro años lleva con otras personas una radio comunitaria, la FM Campesina (90.1) con diez programas semanales.


Una actividad que ha crecido y adaptado a los tiempos

El presidente de la Sociedad Rural de Cañuelas, Fernando Noseda, destacó la esencialidad de la actividad como fuente de desarrollo y progreso.

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Sobre aquel hecho ocurrido en la provincia de Santa Fe, el presidente de la Sociedad Rural de Cañuelas, Fernando Noseda, brindó su parecer durante un llamado de este medio. “Se trató siempre de una actividad esencial la del agricultor y productor. Forman parte de la alimentación diaria. Además siempre acompañó al crecimiento del país y de sus fronteras. Fue siempre una actividad prometedora, sobre todo con gente que vino de otros países y que fueron nuestros ancestros”.

“Es una actividad que se adapta y en nuestro país es lo que más ha incorporado tecnología rápidamente. También se ha sumado mucha juventud. Este trabajo se ha adaptado al medio, al suelo, el clima, como sus condiciones de población. Y en Cañuelas cada vez más productores pequeños, con actividades intensivas como se ve en Uribe que han complementado el turismo, también está la agricultura agroecológica”.

Como característica local, la mayor parte de la agricultura se hace con contratistas, que tienen la maquinaria, y por medio de un porcentaje o una cantidad de kilos o quintales, arrienda la tierra para llevar la agricultura.


Leandro Barni - [email protected]

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