La vuelta de comensales en los locales gastronómicos del distrito causó algarabía en el sector y con el transcurso de los días cada propietario analizó sus circunstancias particulares que concluyó en realidades dispares.

La apertura en el contexto de pandemia de 8 a 20 favoreció en gran medida a las confiterías del centro de la ciudad que reciben a clientes ocasionales y tradicionales en toda la franja horaria dispuesta. Otros favorecidos, un escalón por debajo de los primeros, son las parrillas y restoranes ubicados sobre el corredor de Ruta 205 en el tramo donde termina la Autopista Ezeiza-Cañuelas; estos trabajan ‘muy fuerte’ los mediodías, sobre todo los fines de semana, por ello el horario es el ideal. En Uribelarrea esperan la llegada de cañuelenses –no se permite el ingreso a turistas de otras jurisdicciones– y si bien la extensión horaria es la correcta el ‘fervor’ es menor. Los locales de otras localidades esperarán por distintos motivos. ¿‘La gente’? ya reserva y quiere salir de su casa.

El Ciudadano se comunicó con gastronómicos de todo el partido para conocer cómo analizan la vuelta restringida a la actividad. En este sentido, el propietario de Pueblo Escondido y representante de la Asociación de Turismo de Uribelarrea (ATU), Gabriel Narvaes, explicó “el protocolo gastronómico ya está aprobado, lo hizo Nación y cada municipio establece particularidades para su partido. Estamos comunicando que solamente podemos recibir en esta primera etapa a residentes del partido, tenemos mucha gente que está consultando que no es del partido y le tenemos que decir que no. Ya nos comunicaron que va a haber control en el acceso”. 

“Con respecto al espacio, en los lugares de ‘Uribe’ tenemos parques o espacios abiertos en donde la gente se puede ubicar. De los gastronómicos que formamos parte de la asociación los únicos que abrimos somos nosotros y después habrá otros locales”, completó el emprendedor. Por fuera de la ATU serán pocos los comercios abiertos, entre ellos estarán la tradicional cervecería La Uribeña y algunas parrillas. Los demás abrirán durante las próximas semanas. 

Patio de Pueblo Escondido esperando por comensales.

En cuanto a la apertura de Pueblo Escondido Narvaes enfatizó “nosotros abrimos el sábado y vamos a tener dos ingresos, uno al almacén por la esquina y otro al restaurante por el parque, solo se entrará adentro para ir al baño. En el ingreso haremos un control propio en donde se tomará la temperatura, se registrarán los datos de las personas y se hará la desinfección. Con las medidas de distanciamiento podemos llegar a recibir cien personas, el menú es un poco reducido pero estará lo habitual con novedades en las picadas, algunas carnes a la parrilla y pastas. El domingo también abriremos. Es todo nuevo y veremos como resulta”.

En el centro urbano de Cañuelas las decisiones fueron disímiles. Los cafés tradicionales ya prepararon todo para trabajar. Acomodaron las mesas y están a la expectativa de clientes. En Hueney además de las mesas en la vereda obtuvieron un permiso municipal para utilizar dos metros de la calzada para colocar alguna mesa más, incluso ya cuentan con reservas. Las demás confiterías funcionan dentro de la ‘normalidad’.

Distinto es el caso de las cervecerías o restaurantes tradicionales. La Colomba, ubicada en Av. Libertad al 200, no abrirá por el momento y continuará en la modalidad de delivery; Silvina, dueña del lugar, desarrolló “la idea era abrir este fin de semana pero viendo un montón de necesidades que tenemos para la apertura se hace complicado. Vamos a esperar un poquito y cuando estemos preparados lo haremos. Nos preparamos para el delivery desde el día cero para no caernos, pero una cosa es abrir al público y otra funcionar con pedidos. Además nosotros manejamos otro horario que es más de noche, el de la cena. Estos cinco meses subsistimos, le pusimos todo el esfuerzo, no es fácil pero seguramente en breve vamos a abrir”.

Por su parte, la cervecería Guten Bier, en calle Lara al 600, no abrió ayer –funciona con delivery– y la apertura de hoy estaba en análisis al cierre de está edición. Este tipo de locales gastronómicos suelen explotar sus ventas con el caer de la noche, es decir, que la restricción de las 20 les juega en contra.                   

En cuanto a las parrillas de Ruta 205, que suelen trabajar con muchos turistas o viajeros ocasionales, Patricia, de La Huerta afirmó “nosotros vamos a seguir con el take away –pedir y retirar en el local– y abrimos al aire libre el viernes, sábado y domingo desde las 12 en adelante. Con mucho protocolo y reservas, por el momento será el único paso que hemos dado. Por el momento es lo único que nos han permitido desde la Municipalidad. Nosotros vamos a probar porque nos toca un fin de semana con lluvia y ¿qué hacemos? Porque hay que preparar todo, cocinar; estamos y seguimos complicados. En mi caso adentro tengo lugar de sobra pero se pusieron en la posición de que no, no y no; así que vamos a ver cómo responde el tiempo. Está todo en estudio y estamos todos cautos”.      

Este medio también se contactó con referentes de dos localidades. De La Casona de Juanito –ex histórico Bar La Ruta– de Máximo Paz, Angel, su propietario, afirmó que ellos no van a abrir porque el cliente maximopaceño acude a su restaurante luego de la jornada laboral y “a partir de las 19 empieza a haber movimiento”; por lo tanto trabajar por una hora no es conveniente. “Esperaremos un poco más o que se habilite adentro”, sentenció.   

En Vicente Casares está Lo de Lucas y su dueño aseguró que no abrirá porque está muy preocupado por la pandemia y además está totalmente en desacuerdo con la apertura, “no entiendo cómo tomaron esta decisión”, señaló. Así que seguirá con el delivery.  Muy distinta es la realidad de los culinarios que están ubicados frente al Club de Campo La Martona que a mitad de la semana estaban preparando todo para su apertura.   

Al margen de las diferencias entre colegas gastronómicos todo indica que ‘la gente’ acudirá a los establecimientos.

Principales medidas sanitarias para locales gastronómicos

-Solo pueden asistir personas con domicilio en Cañuelas.

-Los establecimientos deberán funcionar respetando el protocolo nacional del sector.

-El horario será de 8 a 20 y las mesas deben estar ocupadas por el mismo núcleo familiar conviviente.

-El personal deberá minimizar al mínimo el contacto con los clientes y en caso de hacerlo deberá contar con elementos de protección personal.

-Debe haber una distancia de dos metros entre las mesas.

-Debe haber información sobre las medidas de distanciamiento y alcohol en gel en lugares comunes.

-Desinfectar los elementos utilizados. 

-Las multas van de los 50 hasta los mil módulos municipales.  

El dueño del bar Hueney Daniel Lespada en su primer día de reapertura.
                

Marcelo Romero - [email protected]