Violento operativo de la AFIP en Cañuelas y absurda detención de dos hermanos ladrilleros

Se trata de Horacio y Manuel dos Santos Sá, tercera generación en el rubro, quienes están alojados en la Comisaría 1ª de Cañuelas y en Ranchos. Según pudo averiguar El Ciudadano, habrían manipulado a los testigos. Se espera que sean liberados.

Policiales02/06/2024El CiudadanoEl Ciudadano
Foto Página 15
Una pila de ladrillos en el horno ‘Las Malvinas’, donde hubo una inspección el 13 de mayo y 10 días después, la detención de los dueños.

Dos hermanos, que se dedicaban a la fabricación de ladrillos, fueron detenidos tras un absurdo y espectacular allanamiento llevado a cabo en la Ruta 3 km 52. Ocurrió diez días después de una inspección que llevó a cabo la AFIP. Horacio y Manuel Dos Santos Sá, propietarios del negocio, están alojados en Ranchos y en la Comisaría 1ª de Cañuelas. Actúa la Fiscalía 2 a cargo de la doctora Norma Pippo.

“¿Dónde están los caballos?”, preguntaron los agentes fiscales, que llegaron hasta la fábrica a bordo de una docena de vehículos y escoltados por efectivos de la Policía. Según le confiaron a El Ciudadano, alrededor de catorce empleados fueron interrogados desde las 12 del mediodía del jueves 23 de mayo hasta las 2 de la mañana del viernes 24.

De acuerdo al audio de WhatsApp al que acudió este medio y la información que brindaron los testigos consultados, “quisieron orientar las declaraciones”. En ese sentido, Alejandro Olivera le dijo a uno de los agentes: “¿Cómo voy a trabajar hasta las once de la noche? Trabajo un poco mi cuenta, otro poco acá. Voy tempranito y a las tres me vengo a mi casa”. 

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A cargo del horno ‘Las Malvinas’ está Manuel. La AFIP, cuyos inspectores estuvieron el 13 de mayo casi “acosando” a los trabajadores. Los Dos Santos Sá son acusados de “reducción a la servidumbre y trabajo forzado”, algo que no puede probarse de acuerdo a los testimonios de los empleados.

La mayoría aseguró, de acuerdo a las declaraciones, que les pagan por arriba de la escala salarial de la UOLRA (Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina). 

“Nos pedían medidas de seguridad es imposible llevar a cabo el trabajo artesanal de ladrillos. Hay gente que se ocupa de apilar el ladrillo seco para llevarlo a la hornalla y también es necesario un grupo de personas que para que no se arruine cuando el adobe, de según la jerga, “está en cancha” y llueve. Se espera que recobren en los próximos días la libertad.

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