El sueño de construir la casa propia... y ecológica

Claudio Camerucci utiliza la técnica de superadobe, con ambientes circulares. Se hace con materiales que abaratan los costos y redunda en un beneficio en el consumo de energía. Es la única vivienda de este tipo en Cañuelas y está erguida en El Taladro.

Interés general29/05/2024 Leandro Barni
Foto Página 10 a la izquierda
La casa con paredes circulares resalta con el paisaje del resto de la zona de El Taladro.

“Se parte de algunos conceptos ancestrales de construcción y es, asimismo, algo bastante económico, mejor que lo ‘moderno’ y distinta a las que llevan materiales industriales, que resultan débiles y con poco abrigo. Un día llegó el momento de hacer mi casa y arranqué por alguna de estas alternativas, con tierra, bolsas y alambre de púas. En Coronel Suárez hice las primeras experiencias y también, en otros lugares, hasta que levanté esta vivienda en Cañuelas para una amiga, en el barrio El Taladro. Se trata de la técnica con el ‘súper adobe’, que me resulta lo más superadora, apropiada a mi gusto y con ciertas técnicas como para satisfacer con una vivienda que sea económica, pero que yo mismo la pueda llevar adelante”.

Claudio Camerucci, de 65 años, es diseñador gráfico, pero su abuelo y su padre fueron constructores. Con su proyecto, combinó su profesión y el legado familiar, tal cual le cuenta a El Ciudadano.

“Es una síntesis moderna del antiguo adobe, en fusión con materiales de la construcción industrial”, dice.“Con los altos costos de construcción tradicional, ésta es fácil de ejecutar por cualquier persona que tenga conocimientos básicos de construcción”, agrega.

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Es la primera casa de estas características en El Taladro, donde abundan las viviendas de fin de semana. La construcción se hace con bolsas de polipropileno rellenas de tierra, arena o algún otro material. En un punto, la obra empieza a convertirse en una construcción común. Acá se presenta con living, cocina, un escritorio, baño, dormitorio con vestidor y balcón.

La vivienda todavía está en construcción. Resulta que Camerucci, oriundo de Pigüé, la levanta solo en la calle Cisneros al 200. “Se logra una aislación térmica y sonora muy diferente por las paredes gruesas de 40 centímetros con material macizo y mediante un sistema de encofrado con bolsas rellenas de tierra arcillosa, con una porción de cemento, pero se puede hacer con otros elementos, y se crea una figura arquitectónica circular, que se llaman domos, de gran resistencia, de expresividad y de cierta facilidad de construcción si se tienen algunos conocimientos. Esto logra, además, que la temperatura exterior no influya sobre el interior y redunde en un beneficio de los consumos de energía. Y al no usar ladrillos ni chapas ni tirantes, los costos son muy menores a los materiales convencionales”, explica.

Foto Página 10 a la derechaLa casa tiene forma de iglú y sus costos son menores a los de una construcción tradicional.

Pueden levantarse viviendas más rusticas, pero también pueden hacerse pisos, techos, revestimientos y revoques con materiales sofisticados, según el estilo de vida. Los servicios, como la energía eléctrica y el agua, exigen la misma instalación que en una casa común, aunque admite energías alternativas.

Hasta ahora, de las consultas que le hacen cuando lo ven trabajar en esa construcción tan particular, nadie se lanzó a dar una forma y un diseño digno de la literatura fantástica. “No hay líneas rectas, la carga se distribuye sobre todas las paredes, son antisísmicas, tiene mucho de creatividad y combina muy bien con un entorno

vegetal. El objetivo es otro tipo de vida”.
El ‘superadobe’ fue creado por Nader Khalili, un arquitecto estadounidense-iraní, cuyo fin era imaginar viviendas en la luna, y desde de la década del 90 se viene expandiendo en distintas partes del mundo.

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