Todo parecía indicar que se iba a iniciar el juicio este jueves con una audiencia preliminar, donde se analizarían las pruebas y se establecerían acuerdos sobre las mismas. La hermana y un hijo de María Isabel Speratti, asesinada por su ex marido en la vivienda familiar en marzo de 2023, esperaron más de cuarenta minutos en un despacho, al igual que su abogada, a que el Tribunal Oral Criminal 3 diera comienzo al juicio por el femicidio de la mujer, cosa que no ocurrió. El TOC les informó que en esa jornada, la Oficina de Gestión de Audiencias había dispuesto que el fiscal iba a estar a las 9.40, pero a las 10 tenía otro juicio oral. 

De esta manera, era imposible contar con el tiempo necesario para el juicio de la vecina baleada en nuestra ciudad. Pero, además, se designó recientemente a la defensora oficial por jurados, Gladys López, para el único acusado. Con lo cual tampoco había tenido tiempo de reunirse con la fiscalía para la audiencia mencionada. “Lo que quieren finalmente es que haya cámaras para este juicio y que sea condenado como debe ser”, subrayó la abogada Raquel Hermida Leyenda.

“Con este caso se certifica que el Poder Judicial no está capacitado para brindarle ayuda a una víctima de violencia de género. El fiscal de Cañuelas, desde el primer hecho, debió haber calificado como ‘femicidio en grado de tentativa’ y no como ‘lesiones leves’. (Gabriel) Núñez quedó libre de toda responsabilidad y María ya no está entre nosotros. Ella le estuvo solicitando un abogado en varias oportunidades al juez de Garantía de Cañuelas y no le dio respuestas, mientras daba supuestas clases de violencia de género y abandonaba a las víctimas”, dijo la abogada.

“Los funcionarios también deben tener una condena, dejar su puesto y no irse a dormir tranquilos. Vamos a denunciarlos penalmente”, señaló Hermida Leyenda.
Tras la frustrada audiencia, Sacha, de 19 años, estudiante de medicina e hijo de la víctima, contó: “Me sorprendió lo que pasó en Tribunales cuando estábamos citados para hoy. Esperaba otra cosa”. 

En tanto, Romina, hermana de la víctima, dijo que “además de todo esto que pasamos, me causa impacto la demora que va a tener finalmente el inicio del juicio, cuando se había acelerado el pedido de elevación. Tenía la esperanza de que sea este año, pero ahora habrá que esperar como dos años más. Y que sea un juicio por un jurado no cambiará la sentencia de prisión perpetua”.