Pablo Adreani es consultor privado y analista de los mercados agrícolas. Charló con El Ciudadano sobre la realidad del campo en la Argentina.”Lamentablemente soy el mensajero de las malas noticias, aunque las malas noticias ya están pasando. El mercado de la soja en Chicago viene bajando desde hace más de 18 meses en forma ininterrumpida y esto afecta también a la tendencia de la soja en la Argentina”. 

-¿Qué escenarios puede describir?
 -Por un lado, estamos viendo soja a USD 270 para abrir en marzo, cuando el año pasado los precios estaban en USD 350 a USD 380. Ahí tenés una referencia de lo que te comentaba sobre la baja que está experimentando en el lapso de un año. Y si lo ves desde el lado del maíz, cae de USD 200 a USD 170. En el medio, se suman los costos de producción que tuvo el agricultor cuando sembró la soja y el maíz en agosto-septiembre de 2023. Costos futuros que están por venir, que son el gasto de la cosecha, los fletes, los servicios y el ajuste de las tarifas.

-A todo esto, está lejos de ser un equilibrio justo entre gasto y ganancia, por lo que afirma...
-Es la peor combinación: la tormenta perfecta. El precio baja muy fuerte y los costos de comercialización y de la cosecha experimentan altas subas. En conclusión, tenés que vender más granos para pagar lo mismo que abonaste el año pasado. Y esto se da en un contexto dónde no todos los productores van a tener rendimientos normales o buenos.

-¿Cómo afectó el último golpe de calor?
-Los 15 días de febrero no son gratis. Hoy, soy el único analista que estoy como el salmón: subiendo el río a contracorriente. Porque ninguno vio la pérdida que yo di en la cosecha de maíz. Un 20% que son 20 millones de toneladas y unos 5 mil a 6 mil millones de dólares menos. Estamos en el peor escenario y el productor, que no come vidrio, sabe esto o por lo menos intuye que algo así va a pasar.

-¿Y qué es lo que va a pasar?
-Hay un “run run” de una nueva devaluación en marzo o abril donde desaparecerá la brecha cambiaria y el Gobierno liberaría el tipo de cambio. Al desaparecer la brecha,  eso equivale a una devaluación. 

 -En este contexto, cómo impacta al Gobierno todo esto? 
 -Ahí viene la cuestión donde al Gobierno le va a impactar por debajo de la línea de flotación que se traduce en una fuerte caída en ingreso de divisas. Lo que el Gobierno está proyectando ahora con respecto al ingreso de divisas que le saque una foto porque no lo va ver en la realidad. El ingreso de divisas va a caer, fundamentalmente, por la caída de los precios internacionales de 2024 versus 2023 y por el efecto de la sequía de febrero, que se llevó puesto 20 millones de dólares entre maíz y soja. 

El analista de mercados granarios examinó en profundidad los números y aseguró: “A mí me dan una caída en ingresos de divisas con respecto al año pasado, que fue el primer año de la sequía. Pero, para no ser tan pesimista, y ojalá me equivoque, estoy asumiendo el ingreso de divisas igual que el del año pasado.

-Entonces, ¿hay que asumir que el Gobierno está viendo un panorama diferente al realista?
-El Gobierno está subido arriba de los 138 millones de dólares de enero, donde decían que habría mil millones de dólares más de ingresos de divisas.

Por ultimo, Pablo Adreani fue más categórico con respecto al panorama que se presentará: “Personalmente, como analista, yo advierto sobre el menor ingreso de divisas como primer punto. Y como segundo punto, a partir de la cosecha en marzo, abril y mayo, el productor va a vender lo mínimo indispensable para pagar el gasto, el flete y los compromisos que tiene. Entonces, habrá un ingreso de divisas por debajo del normal, en el trimestre que te mencione. Serán unos 4.500 millones de dólares, muy por debajo de los 7.500 millones recaudados enel mismo trimestre del año pasado.