Se viene un nuevo bodegón que conservará la carta y el tradicional espíritu de ‘Los 5 Hermanos’

Cañuelas se prepara para la reapertura de uno de sus rincones gastronómicos más emblemáticos. Se trata del bodegón ‘Los 5 Hermanos’, que cerró sus puertas el 29 de diciembre. El domingo pasado hubo un gran remate de más de mil objetos, lo que les permitió a los comerciantes y a los vecinos adquirir toda la vajilla, electrodomésticos y diversos elementos que formaron parte de la historia del lugar.

Los Capistrano –fundadores del emprendimiento- se afincaron en Cañuelas en 1960, luego de emigrar de Calabria. Después de algunos negocios gastronómicos, crearon ‘Los 5 Hermanos’, por Francisco, Domenico, Giuseppe, Nicola y Tomás. Y el sitio se hizo célebre por sus comidas caseras y el pollo a la calabresa, que elaboraba Agata, la mamá.

El establecimiento, ubicado en un terreno de casi 1.500m² en la esquina de Libertad y la colectora de la Ruta 205, ya cambió de.manos. La propiedad fue comprada y luego alquilada a dos empresarios del rubro gastronómico de Cañuelas: Cristian Martínez, propietario del famoso restaurante Gregorio, y Emanuel Riedel, dueño de la heladería Cipressi.

Ambos se embarcarán en la tarea de revitalizar el bodegón, con la intención de mantener su esencia familiar e italiana, así como también su perfil de bodega de ruta, que atrajo a comensales de la zona y también de paso.

Martínez y Riedel afirmaron que planean abrir las puertas de su nuevo emprendimiento en los próximos meses, con una meta ambiciosa que apunta a marzo o abril. Aunque se prevé una renovación total del espacio, especialmente en la cocina, el objetivo es preservar tanto los detalles arquitectónicos de la fachada como la icónica carta que caracterizó a ‘Los 5 Hermanos’.

La intención es que los platos que han marcado la tradición del bodegón, como el famoso “plato de Los 5 Hermanos” o el de “Los Capistrano”, continúen deleitando a los comensales.

Si bien los nuevos propietarios están todavía en la fase de definir el nombre del renovado establecimiento, dos opciones parecen estar en danza: ‘La Amarilla’, en honor a un almacén que funcionó en ese mismo lugar a principios del siglo XX, o ‘Capri’, el nombre que tenía el local gastronómico previo a la compra por parte de la familia Capistrano.

Con la noticia de esta reapertura, los vecinos de Cañuelas respiran un aire de esperanza al saber que este querido bodegón regresará con una propuesta de platos accesibles y una atmósfera familiar que lo caracterizó a lo largo de los años. 

El regreso de ‘Los 5 Hermanos’, bajo la guía de los nuevos emprendedores, promete mantener viva la tradición culinaria de la región.