Violento asalta a una panadería: “Tengo que agradecer porque no me mataron”

Policiales 17 de julio de 2023 Por Jonatan Pedernera
Daniela Noguera vivió un infierno en su negocio y el ataque continuó en su propia casa. Además, sufrió el robo del auto familiar. Los ladrones la golpearon y la ataron de pies y manos con alambre. Querían dólares. Ocurrió en el barrio San Esteban.
Asalto
La captura del video de los ladrones, quienes estudiaron el lugar. Ingresaron a la panadería de Algarrobo 123.

La lluvia y el frío le die­ron vía libre a los ladrones. Agazapados, analizaron todo el panorama y en el momento en el que la pa­nadería quedó vacía, deci­dieron poner en marcha el plan. En principio, irrum­pieron buscando plata, en especial dólares, y rom­pieron todo lo que había al paso. Después, el hecho se tornó muy pesado. 

“Entraron cinco tipos apuntándome y me de­cían todo el tiempo que ya habían matado a mi esposo, que trabaja en el Frigorífico San Esteban, ubicado a cinco cuadras de la panadería. Después, me pidieron la llave de puerta de la casa y entramos. Mis hijos, de 16 y 20 años, permanecieron en sus ha­bitaciones”, contó Daniela Noguera, la víctima. 

En el medio del voraz accionar, desmantelaron todo lo que encontraban. “¡Dame los dólares, tu marido ya te entregó!”, fue lo que dijeron en pleno avance por el domicilio. La mujer alcanzó a darle algu­nos billetes que esperaban para ser usados para unos proveedores. 

“Les di el dinero de la panadería, que no era mu­cho, pero se pusieron muy violentos y querían más plata”. Y habló de la parte más cruda del asalto: “Me golpearon con la culata del arma y me pegaron pi­ñas en la boca. Me ataron las manos y los pies con alambre y decían que me iban arrojar desde el primer piso. Revolvieron todo”. 

La tensión aumentó cuando los malhechores preguntaron si había al­guien más en la casa. No­guera, con la idea de pre­servar a sus chicos, avisó que estaba sola y pedía por favor que se tranquilicen. Uno de los violentos le dijo a los gritos que si en­contraba a alguien más ahí adentro, la mataba. 

“No eran delincuentes comunes, estaban bien preparados y manejaban datos precisos. Estaban tapados, sólo pude ver a uno que pedía que no me arrojen. El resto mostraba una ferocidad tremenda”, recordó Noguera. 

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La huida terminó gra­bada por los sistemas de cámaras de toda la zona. Los ladrones escaparon con dinero en efectivo, un teléfono celular y el Che­vrolet Cruze de la familia. Tras los cruces de datos, la Policía encontró el vehícu­lo en Virrey del Pino, en el kilómetro 44 de la ruta 3. La banda delictiva aban­donó el rodado en pleno estacionamiento del frigo­rífico COTO, que también cuenta con un local abierto al público. 

“Estamos trabajando en conjunto con las distintas dependencias para escla­recer este suceso y dar con los ladrones”, dijo Jonatan Argañaraz, del destaca­mento de Los Pozos. El jefe policial aclaró que el hecho se produjo en las pri­meras horas del miércoles. 

Por su parte, la víctima mostró su indignación en todas las redes sociales y fue muy clara: “Voy a moverme por todos lados para a dar a conocer lo que pasa en este barrio, y fun­damentalmente en Cañue­las, que ya dejó de ser un lugar tranquilo: te matan a sangre fría. Además, en la zona no se puede esperar un colectivo porque ense­guida te roban el celular. Y ni que hablar de salir a andar en bicicleta”. 

Los vecinos dieron a co­nocer filmaciones y llega­ron a la conclusión de que desde hace varios días, un Fiat Cronos blanco estuvo merodeando la cuadra. Cabe resaltar que la calle es una las primeras de San Esteban y desemboca en la ruta 3. Además, el material fílmico mostró el minuto a minuto de los violentos, cuando ingresaron al local, en el momento en el que sa­caron a la víctima por una puerta lateral y la escapada con el coche de la familia por el garaje continuo. 

“Es increíble, tengo que agradecer porque no me mataron. Creo en Dios y pienso que protegió a mis chicos, quienes se queda­ron paralizados sin hacer ruido”.

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