Industria porcina: entrevista a Jorge Brunori

Entre los grandes eslabones de consumo de carne en Argentina, la de los porcinos es, junto al pollo, la más requerida en las góndolas de los supermercados y mostradores de las carnicerías.
El consumidor ha llevado su requerimiento de de 8 a 17 kilos por persona al año. Se espera que el consumo interno siga aumentando, hasta los 24 kilos por persona hacia el año 2030. En contraposición a ello, nuestro país continúa con poca presencia exportadora de la carne de cerdo.
El Ciudadano habló con Jorge Brunori, especialista en producción porcina del INTA, sobre la actualidad del sector, tema en el que fue muy puntual. “Es una realidad compleja la del país y el sector la está atravesando desde los últimos años, yo diría última década, creciendo a un ritmo muy importante. Venimos creciendo en animales faenados y en producción de carne. Argentina producía históricamente alrededor de 200.000 toneladas, hoy estamos superando las 700.000 toneladas”, comentó.

-¿Y en cuánto a animales que pasan a faena?
-En animales faenados, venimos creciendo a un ritmo del 10%, lo cual habla de un sector que ha sabido madurar, un sector que ha puesto lo que hay que poner para poder atravesar todas las coyunturas macroeconómicas que este país cíclicamente atraviesa. En estos primeros meses del año, estamos creciendo en lo que es animales faenados a un ritmo del 3 al 4%, de toneladas de carnes producidas, y hay un motor que es fundamental y que explica un poco esta realidad que es el consumo interno, que además es lo que hoy impulsa la producción porcina.
Brunori agregó: “Tenemos un crecimiento de consumo histórico por habitante por año, hasta comienzos de la década de 2000, de 8 a 9 kilos. El 90% era producto elaborado, y en el último año cerramos con 17 kilos de consumo, casi con un 60% de consumo fresco, que se insertó en la mesa de los argentinos y hoy, junto con la vaca y el ave, es el combo más requerido por los argentinos. Es el verdadero motor que hoy nos permite hablar de este crecimiento y que, a pesar de las dificultades, el consumidor tiene desde el punto de vista de su economía particular. Podemos seguir creciendo.
-¿Cuál es la situación de la exportación porcina de nuestro país con el resto del mundo?
-El mundo come alrededor de 15 o 16 kilos de carne de cerdo, junto con el ave, la más consumida en el mundo. Hay que tener en cuenta que para hacer cerdo en cualquier parte del mundo, el 70% del costo de producción lo constituye el alimento. Fundamentalmente, el maíz y la soja (harina o espelder de soja). Un país que tiene 130 millones de toneladas y que es el principal exportador mundial de harina de soja, prácticamente no tiene participación en el mercado de exportación de la carne más consumida a nivel mundial. Hoy en el mundo se intercambian, en promedio, unos 7 millones de toneladas; nosotros el año pasado exportamos 9.500 y tuvimos un pico de exportación de 40.000 toneladas, lo cual representa un 0,4% de eso”.
-¿Y por qué bajó el nivel de exportación?
-Habíamos empezado a tener un crecimiento en el mercado de exportación, pero bueno, hemos tardado muchísimo tiempo para empezar a tener una visión exportadora y eso a mí me parece que es una falencia que, en general, tiene Argentina a la hora de hablar de un valor agregado. Y en el caso del cerdo se nota sustancialmente por nuestras condiciones agroecológicas y competitivas, no hay otra lectura posible para este fenómeno.