Jugaron en el ‘Tambero’ y ahora son dos embajadores de nuestro fútbol en China

Nicolás Pesoa y Esteban García, ex futbolistas del ‘albirrojo’, se calzaron los buzos de entrenadores en las categorías formativas. Hoy dan clases en las escuelas y clubes del gigante asiático. Además, capacitan técnicos en la ciudad de Xi'An.

Deportes10/05/2023 Jonatan Pedernera
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Pesoa jugó en la Primera D. García formó parte de un equipo que compartió plantel con Campodónico. Ambos están en Xi’An.

El fútbol habla un lenguaje universal. Nicolás Pesoa y Esteban García lo comprobaron en Xi´an, uno de los estados más antiguos de China. Ahí, en la otra parte del mundo, los ex Cañuelas se instalaron a fines del año pasado y forman parte de un proyecto de aprendizaje e intercambio con jugadores que ven al fútbol campeón del mundo como la verdadera Meca.

Ambos estaban trabajando con la Séptima y Octava del ‘Rojo’ cuando les llegó la propuesta. Pesoa, surgido en el club, puso el pecho en épocas bravas en la Primera ‘D’ en 2008, mientras que García arribó al ‘Tambero’ ya en su etapa final para aportar toda su experiencia en un equipo que tenía como estandarte a Mariano Campodónico. El ex volante de Quilmes llegó a jugar en Primera con el ‘Cervecero’ en 2006 y hasta marcó un gol. ‘La Garza’ dio el puntapié inicial a los destinos extravagantes en 2010, cuando decidió partir al Dinamo de Tirana (Albania), donde llegó a disputar una chance para jugar la Champions League.

Ahora, fue por más. La dupla se encarga de fomentar el deporte en el medio de un proyecto de intercambio futbolístico. De esa manera, recorren varias escuelas y clubes de la ciudad, como Fengdong y Epang, dos de las más populares. Además de enseñar los conceptos básicos, también asesoran a entrenadores. García cuenta los detalles en la charla con El Ciudadano.

–¿Cómo terminaron en China?
–En realidad es la continuación de un proyecto que se interrumpió por la pandemia. Nuestros agentes, Walter Soria y Fernando Lin, avanzaron junto a la empresa Rainbow Internacional China y ahí aparecimos nosotros. Sinceramente, estamos muy contentos y agradecidos con nuestro presidente Li Dacan y el coordinador Zhou. Además, tenemos como sponsor a una marca muy importante en el mundo, Këlme.

–¿Les costó la adaptación con el idioma y las comidas? 
–Realmente es difícil, pero le estamos dedicando mucho tiempo para aprenderlo. Con el tema de las comidas, nos pudimos adaptar, en mi caso me gusta mucho. Como recalca Nico siempre, es fundamental  perfeccionarnos todos los días porque es clave para nuestro trabajo y el día a día.

–¿Qué se ve del fútbol argentino? 
–Se ve muy poco, no porque no quieran, sino por la diferencia de 11 horas que existe. Los chinos miran mucho fútbol internacional y les encanta nuestra Selección.

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–¿Costó incorporar conceptos en los chicos? 
–El fútbol es un deporte con lenguaje universal, pero a la vez muy comunicativo, es decir, necesitamos la traducción constante y estamos aprendiendo palabras básicas y específicas para poder desarrollar la actividad de manera más dinámica.

–Entonces, ¿están con los traductores encima?
–Claro, nos ayudan mucho. Nos acompañan en el entrenamiento y en el proceso de aprendizaje del idioma. La idea es quedarnos a vivir un largo tiempo, es un lindo país y nos tratan muy bien.

–¿Qué extrañan? 
–La familia, principalmente, el día a día con ellos. Pero bueno, la tecnología hace que estemos en permanente contacto, pero no es lo mismo. Otra de las cosas que se extrañan es ir a ver fútbol a la cancha y la comida. Pero ojo, Pesoa cocina muy rico, los escalopes con ensalada son su especialidad.

–¿Están siguiendo los partidos de Cañuelas? 
–Sinceramente, muy poco. Los partidos de los sábados para nosotros representa levantarnos a las 2.30 de la madrugada y al otro día hay que ir temprano a trabajar. Pero estamos al tanto de todo por las redes sociales.

–Son embajadores, ¿hay algún jugador en China con pasta para jugar en el Ascenso?
–Hay buen nivel acá, nuestro proyecto está básicamente apuntado a mejorar el inicio de las edades iniciales y juveniles. Nuestro aporte cultural y deportivo va enlazado a que los chicos aprendan el deporte mediante el juego en sí, sumado a las cosas positivas que ya tienen. El ejemplo más claro es el jugador de Chaco For Ever, Shaobo Yang. Tiene muchas condiciones y está en un proceso adaptativo a la cultura y al fútbol argentino.     

–¿La idea es generar un mercado de intercambio de jugadores entre China y Argentina?
–Nosotros estamos para formar a los pequeños futbolistas chinos, pero todo lleva un tiempo. El segundo paso sería ése, pero en Argentina, nuestro mercado y los dirigentes no facilitan los términos para una buena negociación.

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