El Centro de Formación Profesional es una realidad

Mientras continúan con proyectos y ampliaciones de una futura escuela industrial, los impulsores del Centro de Formación Profesional N° 402 recibieron una buena noticia: la Dirección de Cultura y Educación aprobó la creación de su institución educativa. Una noticia muy buscada por los promotores de esta idea de formación de oficios que capacita en metal-mecánica en la localidad de Máximo Paz.
“La industria de triple impacto, de empresa ecológica, con el Estado provincial y local, con la Iglesia y el Instituto Nuestro Señora de Luján, más la comunidad de Máximo Paz y de Cañuelas, hace una solidez para el proyecto, que ya cuenta con nueve máquinas donadas por Gilera, destinadas a un curso de reparador, de tornería y soldador básico, más otro de soldadura especializada en aluminio que se prepara”, afirma Ebert Wentinck, un industrial de cables en Ezeiza, que contagió a sus cuatro hijos esta actividad, la que desarrollan con plásticos el Parque Industrial.
Se trata de una propuesta nacida hace diez años gracias a Alberto Sciutto (vecino ya fallecido de Máximo Paz) y del propio Ebert, quienes participaban de reuniones empresariales y escuchaban lo dificultoso que era encontrar personal calificado. Fue entonces que decidieron formar, y al mismo tiempo bajar el desempleo y los planes sociales. Para eso era fundamental contar con escuelas de oficio. “Se tratan de procesos largos y difíciles. En ocasiones, el Estado demuestra alguna desconfianza ante las propuestas formativas impulsadas por la Iglesia o la industria, pero acá se logró llegar un buen término”.
El año pasado, a modo de prueba, se hizo un taller de soldadura en el que se capacitaron jóvenes y adultos de la región.
El nuevo CFP N°2 formará técnicos para la industria mediante cursos de soldadura, fresado, tornería, electricidad y mantenimiento de máquinas, entre otros. Será de carácter público y gratuito.
Además de las máquinas de producción aportadas por Gilera, hay elementos y equipos cedidos por Maximet.